Con los ni?os en la 'ciberguarder¨ªa'

Beatriz estaba en la oficina cuando su hija dio sus primeros pasos. Recibi¨® una llamada de tel¨¦fono. "Ench¨²fate, corre, que la ni?a est¨¢ andando", asegura que le dijo la maestra de la ni?a. Entr¨® en la web con su clave y vio a la peque?a andar en la guarder¨ªa.

Esta madre, empleada de banca con 35 a?os, est¨¢ "encantada" con la f¨®rmula que le ha permitido ver a su ni?a cada ma?ana en el ordenador desde hace tres a?os. La peque?a acude a una guarder¨ªa de Las Rozas, el centro Chiquit¨ªn. Abierto en 2002, forma parte de una franquicia con 50 guarder¨ªas similares repartidas por Espa?a. Todas incluyen un servicio de vigilancia web para que los padres vean a sus hijos desde sus trabajos.

La Consejer¨ªa de Educaci¨®n estudia la instalaci¨®n de este sistema en centros p¨²blicos, despu¨¦s de que el lunes se lo pidiera una representaci¨®n de los padres afectados por el esc¨¢ndalo del Borreguito Azul. El Defensor del Menor piensa que hay que estudiarlo con cautela y la oposici¨®n socialista lo tilda de "aberrante". Para el sindicato CC OO, es "una ocurrencia poco brillante".

En el centro privado de Las Rozas, el sistema funciona desde hace cinco a?os. "Hay una c¨¢mara en cada aula, pero los padres s¨®lo tienen acceso a las clases de sus hijos entre las nueve y las doce de la ma?ana", explica Carolina Carrasco, directora de la guarder¨ªa, con m¨¢s de 100 alumnos matriculados. En un recuadro de la pantalla, se ve a un grupo de ni?os min¨²sculos. Casi no se les distingue. "Los padres saben cu¨¢l es el suyo", dice Carrasco.

Adem¨¢s de tres horas de emisi¨®n en directo, los padres pueden visionar los ¨²ltimos siete d¨ªas grabados de sus hijos. En ese caso, las im¨¢genes pasan mucho m¨¢s r¨¢pido.

La directora tiene acceso a las im¨¢genes de todas las aulas entrando con su clave. Puede recuperarlas "en cualquier momento", si alg¨²n familiar las requiere. S¨®lo le ha ocurrido una vez, cuando un peque?o sufri¨® un mordisco y su padre quiso saber qu¨¦ hab¨ªa ocurrido.

"No quiero que las c¨¢maras sirvan para ganarse la confianza de los padres sino para permitirles participar en el centro", a?ade la directora. En el caso de Beatriz, la web fue "determinante" para elegir el centro, que cuesta 400 euros al mes en jornada completa y cerca de 300, la reducida. Un total de 70 alumnos de Chiquit¨ªn recibe ayudas de la Comunidad de Madrid. La instalaci¨®n de las c¨¢maras les ha costado 60.000 euros.

Una empresa inform¨¢tica cordobesa, Dti2, es la responsable del sistema. Su gerente, Jos¨¦ Alarc¨®n, asegura al tel¨¦fono que la principal garant¨ªa de seguridad es que "no son im¨¢genes descargables". El responsable de mantenimiento de Dti2, que tambi¨¦n puede acceder a los contenidos, debe firmar un contrato de confidencialidad.

El uso de la tecnolog¨ªa no termina ah¨ª. Beatriz recibe correos electr¨®nicos que le explican si su ni?a tiene fiebre o si ha comido bien. Si la peque?a se acerca a 10 metros de la salida de la guarder¨ªa, una alarma como la de los centros comerciales le pita en el babero. As¨ª sus cuidadores saben que est¨¢ cerca de la calle.