D¨ªa de la feminizaci¨®n de la pobreza
La conmemoraci¨®n del d¨ªa de la mujer trabajadora suele provocarme a?o tras a?o una cierta inquietud.
?Hay mujeres no trabajadoras? ?Son las madres de familia con dedicaci¨®n plena a sus dependientes, infantes, descendientes... mujeres inactivas? ?Es el trabajo o es el salario lo que este d¨ªa reivindica? ?Todas las mujeres quieren trabajar fuera de casa? La mitad de las mujeres de este pa¨ªs trabajan con sus familias y en su hogar. ?Deben seguir siendo penalizadas? ?Las mujeres no podemos elegir en pleno siglo XXI?
Hacemos estudios sobre el horror de algunas guarder¨ªas donde llevamos a nuestros v¨¢stagos y ponemos a las madres angustiadas ante el televisor o los diarios. Ni?os de 0 a 3 a?os tratados tan vilmente son hijos engendrados por nosotras, no son an¨®nimos.
Hacemos documentales terror¨ªficos sobre el trato de nuestros ancianos en algunas residencias que nos ponen la piel de gallina, nos sobrecogen y nos sirven de tertulias de caf¨¦ durante semanas; pobres abuelitos, decimos, se merecen mucho m¨¢s despu¨¦s de sus largas y duras vidas...
Pero a las mujeres que deciden y quieren cuidar a sus hijos y a sus ancianos directamente, profesionalmente, con la mayor atenci¨®n personalizada... les decimos que ni hablar, que de este modo se convierten en mujeres no trabajadoras, inactivas e improductivas de riqueza... y por supuesto las hacemos las grandes olvidadas en las pol¨ªticas familiares y sociales y castigamos su libre decisi¨®n y la labor que realizan.
Mientras neguemos el derecho a decidir de las mujeres, no celebraremos el d¨ªa de la mujer trabajadora, sino que seguiremos fomentando el d¨ªa de "la feminizaci¨®n de la pobreza". Mientras el tema econ¨®mico siga siendo la diferencia entre la libertad y la imposici¨®n, ni hombres ni mujeres tendremos este d¨ªa nada que celebrar ni que conmemorar.
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