El mapa sindical se mantiene estancado en Euskadi tras el ciclo electoral de 2006
ELA conserva su hegemon¨ªa al final del proceso, con ligeros ascensos de ELA y CC OO
El equilibrio sindical vasco se mantiene en esencia inmutable. La abrumadora hegemon¨ªa de ELA, con un 40,7% de la representaci¨®n al cierre de 2006, condiciona de forma ineludible el panorama sindical vasco y las relaciones sociolaborales. A?o tras a?o se mantiene la mayor¨ªa de la central de Elorrieta y la divisi¨®n de las fuerzas sindicales vascas. Las variaciones registradas en el ¨²ltimo cuatrienio han sido m¨ªnimas: se ha producido un ligero descenso, aunque poco significativo, de ELA y UGT y un aumento de CC OO y LAB, que no cambia el equilibrio de fuerzas
El pasado septiembre, Jos¨¦ Elorrieta, secretario general de ELA, fij¨® como primer objetivo de la central nacionalista para el ¨²ltimo cuatrimestre del a?o, en el que se acumularon la mitad de los procesos electorales sindicales, consolidar una representatividad en Euskadi por encima del 40%. Su previsi¨®n se ha cumplido. El esfuerzo de las otras centrales no han conseguido romper la "posici¨®n de dominio" de su organizaci¨®n, que ¨¦l atribuy¨® entonces a su sindicalismo "reivindicativo y exigente".
El sindicato ELA no se ha resentido globalmente del desgaste de conflictos como el de la planta en Vitoria de Pferd Ruggeberg (m¨¢s conocida como Caballito), donde mantuvo una huelga de 745 d¨ªas y se perdieron 77 empleos. ELA utiliz¨® este prolongado conflicto como arma de propaganda de su lucha sindical. El precio electoral por lo sucedido en Caballito s¨®lo lo pag¨® en esta empresa. En el conjunto de Euskadi no le hizo mella. Una mirada a los datos (ver gr¨¢fico) de los ¨²ltimos a?os refleja la marcha constante del sindicato, que conserva su hegemon¨ªa sin riesgo de ser destronado.
A distancia
En el periodo electoral no concentrado, hasta el pasado mes de agosto, ELA logr¨® una representatividad del 40,71% y se consolid¨® como primera fuerza en los tres territorios, a considerable distancia del segundo sindicato, CC OO, con el 19,87%. El periodo concentrado se inici¨® el pasado septiembre. Aunque no existen fechas fijas para las elecciones sindicales, el mayor porcentaje se concentra cada cuatro a?os en el mismo periodo. Los datos de este periodo muestran que ELA ha salido fortalecida, pese a un ligero descenso inferior a una d¨¦cima. CC OO sube, pero el porcentaje tambi¨¦n es poco significativo.
Proporcionalmente quien sube m¨¢s es la central de la izquierda abertzale, LAB, que mejora algo m¨¢s de cuatro d¨¦cimas; y la que peor se comporta es UGT, que pr¨¢cticamente pierde un punto. La hegemon¨ªa de ELA es total en el conjunto de Euskadi y en los tres territorios. Sin embargo, las otras centrales no mantienen su representaci¨®n con los mismo equilibrios. CC OO pincha esencialmente en Guip¨²zcoa, territorio en el que LAB, con un 26,08%, sustenta su condici¨®n de tercera fuerza sindical en Euskadi. UGT se mantiene fuerte en ?lava; en Vizcaya cuenta con una representaci¨®n similar a la del conjunto de Euskadi y en Guip¨²zcoa se est¨¢ convirtiendo en una central menor, con un peso del 7,54%.
Sin embargo, la representaci¨®n de ELA es dif¨ªcilmente mejorable, como hubiera sido el deseo de Elorrieta, y pese al esfuerzo de las otras fuerzas. Fuentes sindicales subrayan que el dominio de ELA en Euskadi, donde m¨¢s de setenta siglas diferentes han logrado alguna representaci¨®n, es incomparable en pa¨ªses del entorno. Aseguran que el peso de la pol¨ªtica y la complicidad de los peque?os empresarios facilitan el triunfo y la hegemon¨ªa de la central. Esta interpretaci¨®n es desmentida desde la central de Elorrieta, que achaca los resultados a su modelo de confrontaci¨®n y pelea con la patronal.
Bloqueo
La realidad es que todas las centrales han echado el resto en estas elecciones con un resultado final de estabilidad. ELA manda, pero para controlar precisa el apoyo de LAB, una alianza que se suele dar en los grandes ¨®rganos de encuentro social (Consejo de Relaciones Laborales, Consejo Econ¨®mico y Social o Fundaci¨®n Vasca para la Formaci¨®n Continua, Hobetuz). Al no existir un cambio en la representaci¨®n, la percepci¨®n general es que la situaci¨®n de atasco en todas estas instituciones y en el di¨¢logo social puede continuar durante otros cuatro a?os.
El panorama sindical sigue dividido entre nacionalistas y no nacionalistas, con un peso y una implantaci¨®n que les impide romper el bloqueo de las relaciones laborales vascas, marcadas por la brecha pol¨ªtica sobre el marco vasco de relaciones laborales.
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