Los sondeos inquietan a los dos grandes partidos franceses

Ni la gran formaci¨®n de la derecha en el poder estos ¨²ltimos a?os, la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) que lidera Nicolas Sarkozy, ni el bloque creado en torno al Partido Socialista (PS) y la persona de S¨¦gol¨¨ne Royal, tienen asegurados su pase a la segunda vuelta en las presidenciales del pr¨®ximo 22 de abril. El centrista Fran?ois Bayrou, al frente de su peque?a Uni¨®n por una Democracia Francesa (UDF), ha seguido una progresi¨®n segura a lo largo de estos ¨²ltimos meses. Ayer, los sondeos de IFOP le daban una intenci¨®n de voto del 23%, el mismo porcentaje que la candidata socialista y a s¨®lo cinco puntos de Nicolas Sarkozy, al que derrotar¨ªa de poder enfrentarse a ¨¦l en la segunda vuelta.

Uno de los hipot¨¦ticos 40 candidatos a la presidencia, la ecologista Corinne Lepage, renunci¨® ayer a participar en la carrera y anunci¨® que se suma a Bayrou. Su porcentaje de voto es de muy dif¨ªcil c¨¢lculo, pero al margen de su mayor o menor importancia viene a confirmar la din¨¢mica favorable al l¨ªder centrista.

El socialista Dominique Strauss-Kahn acept¨® contemplar la posibilidad de un Gobierno de coalici¨®n PS-UDF, hip¨®tesis que otro bar¨®n socialista, Laurent Fabius, descart¨® "como un error estrat¨¦gico mayor" pues "aunque peleadas, la UMP y la UDF son hermanas gemelas".

Otro instituto de opini¨®n, Ipsos, muestra menos confianza en Bayrou y mucha m¨¢s en Sarkozy, al que otorgan un 31% de la intenci¨®n de voto. A Royal le atribuye una segunda plaza (con un 25,5%) mientras que Bayrou se queda lejos (21,5%) y m¨¢s lejos a¨²n del ultraderechista Jean-Marie Le Pen, con un 12,5%. En la segunda vuelta, Sarkozy derrota c¨®modamente a Royal: 53,5% frente a 46,5%.

Todas estas encuestas son de fiabilidad escasa. Se realizan con muestras de entre 800 y 1.200 personas en un pa¨ªs de 62 millones de habitantes. De entrada, entre un 13% y un 15% de los encuestados no ha querido responder y cada uno de los resultados se admite que puede oscilar tres puntos arriba o abajo.

Adem¨¢s, conviene tener en cuenta que las encuestas se equivocaron en las presidenciales de 1995 -daban como finalistas a Balladur y Chirac- y en la de 2002, pues no vieron que Le Pen iba a descabalgar a Jospin.