Alumbrado contaminante

?ltimamente en diversos ayuntamientos hay controversia sobre el alumbrado p¨²blico: en cuanto a eficiencia o derroche en el uso de energ¨ªa el¨¦ctrica, existencia o no de contaminaci¨®n lum¨ªnica, o posibilidades de racionalizarlo. El hecho es que el alumbrado p¨²blico o de exteriores en general, aumenta inconteniblemente desde hace a?os. Y por desgracia en nuestro pa¨ªs ha ca¨ªdo en tal exceso que el gasto de energ¨ªa para ese fin se sit¨²a en cerca del doble de lo que ser¨ªa necesario siguiendo las recomendaciones de la Comisi¨®n Internacional del Alumbrado. Esto se traduce en gran proliferaci¨®n de la contaminaci¨®n lum¨ªnica, que los astr¨®nomos denuncian desde hace al menos 30 a?os. Sin embargo, el problema rebasa ya el campo de la astronom¨ªa, porque adem¨¢s supone un obvio derroche energ¨¦tico. Y por tanto un injustificable exceso en emisiones de CO2. Estos d¨ªas acaban de reunirse los l¨ªderes de la Uni¨®n Europea para aprobar una estrategia energ¨¦tica de largo alcance contra el cambio clim¨¢tico. Entre las medidas clave est¨¢ el mejorar un 20% la eficiencia energ¨¦tica. Y para ello se anuncian espec¨ªficamente acciones correctivas sobre el alumbrado p¨²blico, as¨ª como la iluminaci¨®n de oficinas. Parece evidente que entre los muchos problemas de consumo desbocado que hemos de solucionar, el del alumbrado de exteriores ocupa ya un lugar prioritario, m¨¢s all¨¢ de cualquier controversia. Tal como est¨¢n las cosas, todos los ayuntamientos pueden darse por aludidos.