Osasuna se pasea ante el Rangers

Superior en todo, Osasuna permanece vivo y bate r¨¦cords en Europa despu¨¦s de avasallar a un rival miserable en lo futbol¨ªstico. Le sobr¨® emoci¨®n a una eliminatoria sin vida, contra un conjunto vulgar y menor. Pero el sino de los de Ziganda es ganar apurando, sobre el l¨ªmite y emoci¨®n mediante. Hasta el pitido final, el Rangers tuvo en sus botas la posibilidad de llevar el choque a la pr¨®rroga, pero sus condiciones exiguas impidieron cualquier atisbo de remontada. Mientras, los navarros sumaban ocasiones, pero s¨®lo de rebote y a falta de veinte minutos logr¨® el gol de la victoria.

Cuando dispuso de toda la gasolina, Osasuna realiz¨® una exhibici¨®n de control ante la inoperatividad extrema de los escoceses. Los futbolistas del Rangers s¨®lo se mostraban capaces de despejar el bal¨®n para que los locales volvieran a intentarlo con enorme facilidad. Con un carril por la banda izquierda, desaprovechado por Juanlu, marcajes casi zonales que favorecieron a Web¨® y Romeo y enormes dificultades para defender las jugadas a bal¨®n parado, Osasuna s¨®lo ten¨ªa que probar fortuna y llevar el bal¨®n a las mallas. Pero la punter¨ªa parece re?ida con los de Ziganda. Romeo, en el segundo minuto de encuentro, Juanlu, sin marca desde el punto de penalti, o Web¨®, de cabeza, llevaron peligro pero cuya intensidad no se correspond¨ªa con el verdadero dominio osasunista del resto de facetas del juego.

El Rangers, est¨¢tico y sin discurso alguno, se limitaba a zurrar patadones a la espera de una ocasi¨®n. Pero con el paso de los minutos, casi al final de la primera mitad, el equipo est¨®lido hasta ese instante demostr¨® que a¨²n no estaba muerto. Su rival baj¨® el ritmo y regal¨® el cuero, lo que favoreci¨® la t¨ªmida reacci¨®n. Adam, con un cabezazo a placer, demostr¨® que los escoceses guardaban algo de p¨®lvora bajo esa apariencia casi totalmente ap¨¢tica y desorientada.

Sin mejorar ni t¨¦cnica ni t¨¢cticamente, los escoceses s¨ª que pusieron ¨ªmpetu en la segunda mitad. A trompicones, en la mayor parte de los casos, o por errores de la zaga navarra, el conjunto de Smith se acerc¨® a la meta de Ricardo. A Osasuna se le indigest¨® su superioridad inicial y fue cayendo en operatividad ofensiva hasta que sus dos puntas terminaron por perderse. En defensa, pese a los errores, no hubo excesivas complicaciones.

A pesar de que Osasuna no hab¨ªa pasado por ning¨²n apuro en toda la eliminatoria, el transcurso de los minutos y la falta de convicci¨®n de ambos equipos llevaban el partido a un terreno minado. Entre los nervios, un saque de puerta de Ricardo prolongado por el reci¨¦n incorporado David L¨®pez lleg¨® a los pies de Web¨®. ?ste, solo, remat¨® y el bal¨®n golpe¨® en Juanlu, tendido en el ¨¢rea peque?a, y se col¨® en la meta de McGregor. El tanto aseguraba m¨¢s la clasificaci¨®n pero no borraba del todo el fantasma de la pr¨®rroga, como ya le ocurri¨® a Osasuna frente al Girondins. Pero el Rangers, pese a que luch¨® hasta el final, confirm¨® su minoridad y sus escasos recursos. Un par de lanzamientos largos, unos gorrazos sin sentido y tres delanteros -Prso, Burke y Boyd- sin tocar la pelota.