La cifra de muertos en Bagdad baja un 80%, seg¨²n el Gobierno iraqu¨ª
El Ej¨¦rcito de EE UU, preocupado por el aumento de los coches bomba
La Operaci¨®n Imponer la Ley est¨¢ funcionando bien, seg¨²n el teniente general Abbud Qanbar, responsable del plan de seguridad para Bagdad. Ayer, al cumplirse un mes de su puesta en pr¨¢ctica, Qanbar hizo un balance positivo, seg¨²n el cual todos los tipos de atentados se han reducido y las v¨ªctimas mortales de los mismos ha ca¨ªdo por encima del 80%. Sin embargo, tambi¨¦n reconoci¨® que queda mucho por hacer.
"No estamos satisfechos. Necesitamos mejorar los resultados", admiti¨® con franqueza Qanbar. "La Operaci¨®n es un mensaje para los terroristas, quienes les apoyan y quienes les facilitan armas", a?adi¨® tras haber definido su objetivo como "devolver a Bagdad la vida normal que nos arrebataron los terroristas y poder reconstruir la ciudad".
El portavoz del plan, el general de brigada Qassem Atta Musawi, expuso los datos que reflejan su ¨¦xito en la contenci¨®n de la violencia. Destacan la reducci¨®n del n¨²mero de muertos (de 1.440 entre el 14 de enero y el 13 de febrero a 265 entre el 14 de febrero y el 13 de marzo) y el descenso de los coches bomba, una de las armas favoritas de los insurgentes, que pasaron de 56 a 36 en los dos meses comparados.
Poco despu¨¦s, el portavoz militar de las tropas estadounidenses, general William Caldwell, reconoci¨® que se hab¨ªan reducido a la mitad los asesinatos y ejecuciones, pero aunque no dio cifras mostr¨® su preocupaci¨®n por el aumento de los coches bomba "espectaculares". Caldwell subray¨® la detenci¨®n de 700 miembros del Ej¨¦rcito del Mahdi, la milicia del cl¨¦rigo radical chi¨ª M¨²qtada al S¨¢der, pero la realidad es que los atentados m¨¢s sangrientos son los que los extremistas sun¨ªes realizan contra la comunidad chi¨ª.
De momento, los habitantes de Bagdad no terminan de confiarse. Las salidas de casa se limitan a lo m¨ªnimo imprescindible: ir al trabajo (los afortunados que lo tienen), hacer las compras y poco m¨¢s. A las cuatro, un par de horas antes de que se ponga el sol, todo el mundo emprende el regreso a su domicilio y a las ocho empieza el toque de queda. No hay vida nocturna y la social se limita a los vecinos m¨¢s allegados.
"No se ha atajado la ra¨ªz del problema", se queja Mudhir al Zuhery, director de la agencia de noticias independiente Eye. Para este hombre, luchador por la democracia y los derechos humanos, la soluci¨®n pasa por extirpar las milicias de las fuerzas de seguridad. Si no, volver¨¢n los problemas. "Est¨¢n infiltradas", denuncia.
Otro de los factores que merma el ¨¦xito del plan es que el nivel de violencia global del pa¨ªs contin¨²a siendo el mismo. Los coches bomba que no estallan en Bagdad lo hacen en las provincias vecinas de Diyala, Al Anbar o Hilla.
CIFRAS DEL PLAN DE SEGURIDAD
Compara los datos de los ¨²ltimos 28 d¨ªas con los del mismo periodo de 2006
Las v¨ªctimas han pasado de 1.440 a 265
Los asesinatos de altos cargos civiles, militares, policiales y religiosos se redujeron de 519 a 22
El n¨²mero de heridos pas¨® de 3.192 a 781
Los secuestros bajaron de 98 a una decena
Los coches bomba
se redujeron de 56 a 36
2.000 familias regresaron a sus hogares de Bagdad
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