La Wikipedia del siglo XVIII
El alem¨¢n Philipp Blom revive en su libro 'Encyclop¨¦die' la gran aventura intelectual encabezada por Diderot y D'Alembert
A hasta Zzu¨¦ne. Entre esos dos t¨¦rminos se despliega una de las mayores aventuras intelectuales de la humanidad. Son la primera y la ¨²ltima entrada -Zzu¨¦ne es el nombre de una ciudad del alto Egipto-, separadas por 17 tomos y veinte a?os de trabajos, de la gran Enciclopedia de Diderot y D'Alambert, una incre¨ªble haza?a editorial de 16.500 p¨¢ginas, 72.000 art¨ªculos y 17 millones de palabras, una empresa que supuso "el triunfo de la raz¨®n en tiempos irracionales".
As¨ª lo considera Philipp Blom en su delicioso libro Encyclop¨¦die (Anagrama), en el que traza con rigor hist¨®rico y a la vez de manera amen¨ªsima los or¨ªgenes y el desarrollo, tan accidentado, del proyecto y ofrece a la vez un retrato apasionante de la ¨¦poca en que se llev¨® a cabo y de sus autores. Aparece en el libro la luz intelectual de los enciclopedistas pero tambi¨¦n, como la otra cara de la misma moneda fascinante de un siglo, la tiniebla de una sociedad cruel, injusta y sucia en la que se somet¨ªa p¨²blicamente a la gente a los tormentos m¨¢s espantosos -tremenda la descripci¨®n que se hace del pormenorizado descuartizamiento de Robert Fran?ois Damien ("La journ¨¦e sera rude", coment¨® estoicamente ¨¦ste al conocer el suplicio que le aguardaba: hubo que cortarle los tendones a mano porque los caballos no consegu¨ªan estirar lo suficiente)- . Una ¨¦poca de la que Blom describe con verdadera gracia detalles como el de los individuos que se dedicaban a limpiar a los paseantes de las capas de suciedad y excrementos que acumulaban en sus recorridos por el sucio Par¨ªs ("desincrustadores", los llamaban).
"La Encyclop¨¦die puso a los autores y editores en peligro de muerte"
"En Internet hay tambi¨¦n grandes art¨ªculos junto a otros absolutamente in¨²tiles"
Joven (nacido en Hamburgo, en 1970) y simp¨¢tico, Blom ha unido su formaci¨®n de historiador a su faceta de narrador -es autor de una novela- para explicar la incre¨ªble historia de la Enciclopedia.
"Me interesaba la Encyclop¨¦die, pero tambi¨¦n los personajes que la hicieron y me di cuenta de los muchos nexos de esa empresa con nuestro presente: signific¨® los principios de la secularizaci¨®n, algo muy interesante en estos tiempos de integrismos religiosos; y otra conexi¨®n es, por supuesto, Internet, que se ha convertido en la nueva y gran Enciclopedia mundial".
Blom ve en com¨²n que como en la obra del XVIII, en Internet "hay tambi¨¦n grandes art¨ªculos escritos por los grandes pensadores junto a las cosas m¨¢s triviales". En la Encyclop¨¦die, prosigue, "hab¨ªa tambi¨¦n gente conocida y colaboradores desconocidos, grandes hombres junto a otros seguramente idiotas". Diderot, su gran impulsor (y que contribuy¨® personalmente con casi dos mil art¨ªculos de todo tipo de temas), "lo sab¨ªa, y reconoci¨®: 'Nuestros art¨ªculos son a veces como gigantes y otras como enanos". Ese impresionante compendio del saber que fue la denominada oficialmente Encyclop¨¦die, ou dictionnarie raisonn¨¦ d¨¦s sciences, des arts et des m¨¦tiers, par une societ¨¦ de gens de lettres, puede ser visto como un antecedente de Wikipedia, la enciclopedia en la red. "Por supuesto hay una relaci¨®n. La Encyclop¨¦die fue la primera colecci¨®n colectiva, de conocimientos que se hizo. Wikipedia tiene todo lo bueno y todas las faltas de la Encyclop¨¦die: art¨ªculos interesantes y otros absolutamente in¨²tiles, art¨ªculos imparciales y objetivos y otros posicionados ideol¨®gicamente y del todo interesados. Ambas, la Encyclop¨¦die y Wikipedia aparecen en momentos de la historia en que se cree que el conocimiento est¨¢ muy fragmentado".
Blom considera que su libro es particularmente interesante "para una sociedad como la espa?ola que ha vivido bajo una dictadura cat¨®lica", y recuerda que la Encyclop¨¦die fue una empresa "que puso a los autores y editores en peligro de sus vidas".
El autor ha trabajado a fondo en las biograf¨ªas de los personajes de la Encyclop¨¦die, haciendo especial hincapi¨¦ en la amistad que hab¨ªa entre ellos. Sus simpat¨ªas est¨¢n por supuesto con Diderot. Menos atractivo le parece Rousseau, "que creo que estaba chalado". Reivindica Blom algunas figuras oscuras del gran proyecto, como el Chevalier de Jaucourt, que hizo la machada de acabar practicamente el s¨®lo la Enyclop¨¦die. O el fascinante abb¨¦ Mallet, que se encarg¨® de los art¨ªculos de teolog¨ªa. "O era un completo in¨²til o un genio subversivo", dice Blom, "pues, desde la m¨¢s absoluta ortodoxia se las arregl¨® para, con sus textos mortalmente aburridos y prolijos, matar cualquier sentimiento religioso en los temas que trataba". Por ejemplo, en la entrada sobre el arca de No¨¦ fue tan detallista -la cantidad de esti¨¦rcol, el espacio exacto, la estabilidad de la nave- que demostr¨® lo insensato de todo el b¨ªblico asunto.
La Encyclop¨¦die est¨¢, por supuesto, toda ella, volumen a volumen, entrada a entrada, en Wikipedia (Wikisource).
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