Incre¨ªble Palop

La fe y la coherencia con lo que se sabe hacer tiene premio. Hasta en el f¨²tbol, un universo que puede vivir un big bang en cada uno de sus segundos. El Sevilla pudo haberse llevado el partido y la eliminatoria antes de la media hora de disputa ante el Shakhtar. Fall¨® goles de todos los colores y formas posibles. No le pas¨® lo mismo al Shakhtar, que marc¨® dos de las pocas oportunidades que tuvo. Pero el Sevilla no dej¨® de ser el Sevilla y ayer el f¨²tbol se lo premi¨® con el pase a los cuartos de final de la Copa de la UEFA. La remontada de ayer tiene firma y sitio en las dos porter¨ªas: Palop, el guardameta del Sevilla, inmenso en su ¨¢rea la mayor parte del partido, gole¨® el empate temporal en la ¨²ltima jugada de los 90 minutos, una de las pocas cosas que le faltaban por vivir a este equipo enchufado a la ¨¦pica, la est¨¦tica...

La fe y la coherencia con lo que se sabe hacer tiene premio. Hasta en el f¨²tbol, un universo que puede vivir un big bang en cada uno de sus segundos. El Sevilla pudo haberse llevado el partido y la eliminatoria antes de la media hora de disputa ante el Shakhtar. Fall¨® goles de todos los colores y formas posibles. No le pas¨® lo mismo al Shakhtar, que marc¨® dos de las pocas oportunidades que tuvo. Pero el Sevilla no dej¨® de ser el Sevilla y ayer el f¨²tbol se lo premi¨® con el pase a los cuartos de final de la Copa de la UEFA. La remontada de ayer tiene firma y sitio en las dos porter¨ªas: Palop, el guardameta del Sevilla, inmenso en su ¨¢rea la mayor parte del partido, gole¨® el empate temporal en la ¨²ltima jugada de los 90 minutos, una de las pocas cosas que le faltaban por vivir a este equipo enchufado a la ¨¦pica, la est¨¦tica...

La historia de la primera mitad es la de un repaso futbol¨ªstico may¨²sculo, una concatenaci¨®n de oportunidades, una oleada de juego sevillista... y una cantidad sideral de goles fallados. Tir¨® Adriano, Luis Fabiano hasta tres veces, Daniel Alves, Kanout¨¦, Maresca. Pero ninguno supo o pudo superar a Shust. El partido de ida en Sevilla enarc¨® alguna ceja sobre el verdadero potencial de uno y de otro. A los pocos minutos de ayer qued¨® claro que la superioridad apabullante del col¨ªder de la Liga espa?ola sobre el equipo ucranio. Ramos blind¨® las bandas con N¨ªkel y Dragutinovic. Alves percut¨ªa desde m¨¢s adelante, pero con igual querencia por irse a la zona con mayor anchura de espacios. El desali?ado jugador brasile?o dio otra de sus ya frecuentes exhibiciones de juego. Cada vez que Kanout¨¦ convert¨ªa el mel¨®n en bal¨®n, sol¨ªa aparecer Alves en el punto justo para combinar con el propio africano, buscar el pase raseado, buscar por alto la llegada y la cabeza de Adriano o simplemente revolverse y chutar a gol. Alves no se perdi¨® casi ninguna de la cerca de una decena de oportunidades de gol de las que dispuso el cuadro sevillista en la primera mitad. Ya se hace dif¨ªcil cuantificar cu¨¢nto del Sevilla supone este futbolista. Agarrado a ¨¦l, a Kanout¨¦ y a Maresca, que supo buscar los huecos entre las escler¨®ticas l¨ªneas del Shakhtar, los de Juande Ramos dominaron la primera parte. Hasta que lleg¨® el descanso.

El Sevilla se fue a la caseta con la mosca detr¨¢s de la oreja. La falta de definici¨®n ya se puede calificar de problema. No serv¨ªa de nada el baile porque lo que se necesitaba era un gol, un churro val¨ªa, lo que fuera. Pero no llegaba. M¨¢s bien todo lo contrario. En un contraataque que pill¨® a los zagueros sevillistas a verlas, Matuzalem marc¨® un gol dif¨ªcil de igualar en su impacto pl¨¢stico -aunque siempre quedar¨¢ la duda de la cantidad de suertecilla necesaria para que se haga realidad. Fue medio escorpi¨®n o escorpi¨®n entero, pero pic¨®.

El Sevilla supo reaccionar con Maresca y Alves de nuevo al tim¨®n. El brasile?o centr¨® y el italiano cabece¨® a la red. Todo quedaba otra vez a un gol de distancia. De nuevo los de Juande Ramos fueron mejores que los ucranios, pero no tanto como en la primera mitad. A los 78 minutos, Palop evit¨® el gol con muchos apuros, pero cuatro minutos despu¨¦s no pudo hacerlo. Lo que no se esperaba nadie es que el propio guardameta sevillista fuera el goleador que empat¨® la eliminatoria al cabecear el corner que se supon¨ªa que ten¨ªa que echar el tel¨®n al partido. Son las maravillosas sorpresas que siempre traen los torneos coperos.

El sopapo dej¨® a los jugadores del Shakhtar fritos, chamuscados. Los sevillistas tambi¨¦n desperdiciaron su par de oportunidades de turno. Pero al borde de la mitad de la pr¨®rroga, Chevant¨®n se col¨® por la izquierda y super¨® a Shust con un preciso disparo al palo largo.