El rey de la selva

Su nombre significa "piel blanca". Se lo puso la gorila Kala, que le adopt¨® en la selva tras la muerte de sus padres. As¨ª que Tarz¨¢n creci¨® como un mono m¨¢s. ?gil, forzudo y valiente, aprendi¨® a moverse por medio del interesante y r¨¢pido m¨¦todo de las lianas, que le permit¨ªan volar de rama en rama. Y junto a su lado m¨¢s salvaje tambi¨¦n logr¨® desarrollar su capacidad para leer, gracias a los libros que su padre, un noble ingl¨¦s, dej¨® en la jungla.

Pero quiz¨¢ por lo que es m¨¢s conocido Tarz¨¢n es por su desgarrador grito que expresa todo el dolor y furia que un hombre puede sentir. Un sonido aterrador capaz de atemorizar a cualquier fiera, incluso a los gorilas de su tribu. Contra uno de ellos, Kerchak, luch¨® Tarz¨¢n. Y sali¨® vencedor, y as¨ª, este arist¨®crata se proclam¨® rey de los monos.

La vida del joven salvaje se vio totalmente trastocada al entrar en contacto con otros hombres. Un profesor, jefe de la expedici¨®n que se interna en la selva, lleg¨® acompa?ado de su hija, la bella Jane, de la que Tarz¨¢n qued¨® locamente enamorado. Y fue este amor lo que empuj¨® al rey de los monos a desarrollar su lado humano, a aprender a hablar e incluso a abandonar la selva y probar suerte en el mundo civilizado.

No consta, sin embargo, que fuese el amor, sino el aburrimiento lo que llev¨® al creador del h¨¦roe selv¨¢tico, Edgar Rice Burroughs (Chicago, 1875-California-1950), a imaginar y escribir esta historia, la primera de una larga saga con la que alcanz¨® fama y fortuna. En este primer libro se inspira la adaptaci¨®n de Nuria Ochoa, ilustrada por Alicia Ginebreda.

Burroughs - algo menos atl¨¦tico que los actores Lex Barker y Johnny Weissmuller, inolvidables tarzanes cinematogr¨¢ficos- tuvo un primer contacto con el mundo salvaje en el lejano Oeste, en el rancho de sus hermanos. En el exclusivo colegio Philips Academy le expulsaron por vago. Y fue su innegable esp¨ªritu aventurero lo que le llev¨® a enrolarse en el S¨¦ptimo de Caballer¨ªa y luchar contra los apaches. Antes de llegar al almac¨¦n mayorista de sacapuntas -donde se aficion¨® a la lectura de historietas e imagin¨® a Tarz¨¢n- hab¨ªa probado suerte como contable y vendedor ambulante. A fuerza de leer revistas en busca de los anuncios de su almac¨¦n, Burroughs lleg¨® a la conclusi¨®n de que deb¨ªa probar suerte con las letras. Tarz¨¢n de los monos fue la segunda historia que el escritor public¨® en la revista All-Story. Era 1912 y hab¨ªa nacido el inolvidable rey de los monos.