Ataque preventivo

La plana mayor del PP estar¨¢ presente en la manifestaci¨®n convocada para hoy en Pamplona por el Gobierno de la comunidad foral bajo el lema "Fuero y libertad; Navarra no se negocia". Es un nuevo eslab¨®n en la cadena de movilizaciones de ese partido con el pretexto de las concesiones que el Gobierno estar¨ªa dispuesto a hacer a cambio de la disoluci¨®n de ETA. Se trata de una adaptaci¨®n de la doctrina del ataque preventivo a la pol¨ªtica interior: si no lo ha hecho, que demuestre que no piensa hacerlo.

Es una l¨®gica perversa. Hay un deslizamiento desde la negativa a ceder al chantaje etarra hasta el cuestionamiento de las previsiones de la Constituci¨®n (en la disposici¨®n transitoria cuarta), que deja abierta la posibilidad de integraci¨®n en una autonom¨ªa conjunta con el Pa¨ªs Vasco, pero condicion¨¢ndola a la aprobaci¨®n por mayor¨ªa absoluta del censo, y reservando la iniciativa en exclusiva al Parlamento navarro, tambi¨¦n por mayor¨ªa absoluta. Las fuerzas que negociaron ese planteamiento en 1979, UCD, PSOE y PNV, se comprometieron adem¨¢s a no propiciar consulta alguna bajo la presi¨®n del terrorismo. Esa disposici¨®n es una garant¨ªa permanente de que no habr¨¢ cambio de situaci¨®n si no lo quieren los navarros, cosa que es evidente que no quieren, seg¨²n demuestran tanto las elecciones (los nacionalistas suman en torno al 20% en promedio) como las encuestas: s¨®lo el 10% es abiertamente partidario de la integraci¨®n. Luego la respuesta dada por Zapatero es la que le corresponde al presidente del Gobierno: que el futuro de Navarra ser¨¢ el que decidan los navarros. Es demag¨®gico decir que no es una respuesta contundente.

El planteamiento de los convocantes, encabezados por UPN, es interesado. Partiendo del l¨®gico rechazo a aceptar el chantaje de Otegi en relaci¨®n con las posibilidades de un final dialogado de la violencia ("Sin Navarra, nada"), se desemboca en la denuncia (preventiva) de cualquier acuerdo con fuerzas nacionalistas democr¨¢ticas que pueda conformar una mayor¨ªa alternativa a la que lleva una d¨¦cada gobernando Navarra. Los socialistas navarros han dicho con claridad que no pactar¨ªan con Nafarroa Bai (la coalici¨®n que ahora aglutina a PNV, EA y Aralar) si el acuerdo implica cuestionar el actual marco institucional. Una de las garant¨ªas de que ese compromiso ser¨¢ respetado es que no hacerlo supondr¨ªa con toda probabilidad para el PSN la p¨¦rdida de gran parte de su electorado, seg¨²n revelan las encuestas. De ah¨ª el inter¨¦s de UPN en sembrar la sospecha por adelantado.

Si percibiera un peligro real de anexi¨®n nacionalista, UPN habr¨ªa intentado asociar a los socialistas a la movilizaci¨®n. Pero ha hecho todo lo posible por evitarlo, y el desembarco de los dirigentes del PP revela que la motivaci¨®n principal no es la que indica la pancarta que hoy portar¨¢n, sino su traducci¨®n en gritos de desconfianza hacia el Gobierno.