Las remesas de la inmigraci¨®n

Cuando un inmigrante env¨ªa dinero a su pa¨ªs no se pregunta cu¨¢nto le cuesta el servicio, sino cu¨¢nto dinero llegar¨¢ a su familia. Porque sabe que en el precio de la transferencia puede variar entre el 7% y el 20% del dinero que deposita en Espa?a. Esto es as¨ª porque, aunque se han abaratado los costes directos por exigencia de organismos internacionales y de los Gobiernos de ambas orillas, no es menos cierto que la aplicaci¨®n de las tasas de cambio aun permite a las "remesadoras" mantener un margen comercial muy amplio, tal vez excesivo, como denuncia la Comisi¨®n Europea y el propio Banco Mundial en alguna ocasi¨®n.

Esto quiere decir que en el a?o 2006, en Espa?a -desde donde se remitieron 6.250 millones de euros en remesas-, el beneficio de estas entidades supone un m¨ªnimo de 437 a 1.250 millones de euros; parece l¨®gico exigir que estos intermediarios, puesto que trabajan en un sector tan sensible para el blanqueo de capitales, colaboren con la Administraci¨®n para controlar este flujo de dinero: identificando siempre a quien lo env¨ªa, conociendo cu¨¢l es la actividad econ¨®mica que justifica su origen legal cuando las cantidades remesadas son significativas (3.000 euros/trimestre) e informando a la Administraci¨®n de operaciones sospechosas de blanqueo, en este caso para no contraer responsabilidades administrativas e incluso penales.

La orden ministerial vigente desde el 12 de febrero de este a?o era absolutamente necesaria para garantizar los derechos de todas las partes, sin que tengan que aumentar, todav¨ªa m¨¢s, los costes del env¨ªo para los usuarios.