Como agua y aceite
El PA?S presenta ma?ana el disco compacto dedicado al trompetista Dizzy Gillespie, y el viernes, el dedicado a la pianista y cantante Shirley Horn, por 4,95 euros cada uno
John Birks Dizzy Gillespie (1917- 1993) fue lo mejor que le pas¨® a la trompeta de jazz despu¨¦s de Louis Armstrong. Un virtuoso m¨¢s all¨¢ de la duda y un aut¨¦ntico showman al que perd¨ªa su vocaci¨®n de gamberro.
Su nombre comenz¨® a sonar por los mentideros jazz¨ªsticos en los a?os treinta. Era el especialista en las bromas pesadas en la orquesta del cantante Cab Calloway y un m¨²sico enormemente avanzado para su tiempo, y totalmente fuera de lugar en aquella orquesta. Inevitablemente, termin¨® por abandonarla para juntarse con quienes, principiando los cuarenta, daban forma a un nuevo y revolucionario concepto de jazz: el bebop.
A Gillespie le cupo el papel de fiel escudero del genio del jazz moderno Charlie Parker. El trompetista se convirti¨® en la sombra de Bird sobre el escenario y fuera del mismo. Su trabajo consist¨ªa en mantener a los camellos a raya y preocuparse por hacerle llegar a tiempo a sus compromisos, hasta donde ello era posible. M¨¢s tarde pas¨® a frecuentar la tampoco demasiado recomendable compa?¨ªa del conguero Chano Pozo, quien le hizo descubrir los ritmos afrocubanos y con quien dirigi¨® la abracadabrante Gillespie-Pozo Big Band hasta la muerte del cubano, asesinado a tiros en el a?o 1948. Treinta a?os m¨¢s tarde, Gillespie refrend¨® su compromiso con los ritmos afrocubanos acudiendo a la mayor de las Antillas y fum¨¢ndose un puro habano en t¨ºte-a-t¨ºte con el Comandante de la Revoluci¨®n: una imagen que perdura en la memoria de todos los aficionados al jazz.
Ultimate Dizzy Gillespie constituye una excelente introducci¨®n al universo del multifac¨¦tico trompetista, cantante y showman. De sus irresistibles grabaciones en clave latina -Con alma- a los fuegos artificiales de los n¨²meros bebop -Birks' Works, Bloomdido- o su peculiar aproximaci¨®n a la bossa nova Chega de saudade (no more blues)-; Gillespie en formato reducido y en big band, tocando, cantando y, siempre, en la mejor compa?¨ªa: la de Charlie Parker, Roy Eldridge, Sonny Stitt, Lee Morgan, Stan Getz, Thelonious Monk, Oscar Peterson, Buddy Rich, Ray Barretto o Chino Pozo, no confundir con el mencionado Chano Pozo. La mayor¨ªa de las grabaciones proceden de la d¨¦cada de los cincuenta, mientras el jazzista estuvo bajo contrato con Verve; una ¨¦poca de estabilidad emocional y creativa tras los tumultuosos 10 a?os anteriores. Una garant¨ªa a?adida: la selecci¨®n es obra de un m¨²sico de jazz, trompetista para m¨¢s se?as: Roy Hargrove.
Una presencia callada
Dizzy Gillespie era ya una leyenda cuando Shirley Horn (1934-2005) se dej¨® ver por vez primera en el m¨ªtico Village Vanguard, a?o de 1960. Miles Davis la hab¨ªa alentado a abandonar su existencia de ama de casa y viajar con ¨¦l a Nueva York para actuar delante de su quinteto, un raro gesto en el trompetista, que nunca gust¨® de ninguna otra cantante de jazz. Aun as¨ª, hubo que esperar 20 a?os m¨¢s para que el mundo del jazz descubriera a una cantante (y pianista) distinta a todas cuyo h¨¢bitat natural eran los registros bajos y menos llamativos del pentagrama, all¨¢ donde es posible exprimir todo su sabor a la m¨²sica y la letra.
La mayor¨ªa de las interpretaciones contenidas en The ultimate Shirley Horn proceden de los ¨²ltimos a?os de la cantante en los que estuvo bajo contrato con el sello Verve. The eagle and me y Something happens to me fueron grabadas en el Vine St. Bar and Grill de Hollywood, a poco de producirse su regreso al mundo de los vivos tras d¨¦cadas entregada a las labores propias de su maternidad. Junto a la vocalista, sus irremplazables Charles Ables, al contrabajo, y Steve Williams, a la bater¨ªa.
Para cuando Horn grab¨® su siguiente ¨¢lbum -Close enough for love (1988)- era ya una estrella consolidada en el firmamento del jazz. Del ¨¢lbum que le dio la fama se han seleccionado tres interpretaciones: I wanna be loved, baby, Baby, all the time y Get out of town; el tipo de canciones tristes y oscuras que fueron su marca de la casa. M¨¢s ejemplos contenidos en la presente colecci¨®n: I fall in love too easily (con Roy Hargrove en el papel de Miles Davis), Come a little closer / Wild is the wind y A time for love, ambas con arreglos de Johnny Mandel (productor habitual de Frank Sinatra)...
Pero no todo fueron melod¨ªas tristes y lentas: Horn tambi¨¦n grab¨® temas funk -Come dance with me- y rindi¨® tributo al genio Ray Charles en un disco tan disparatado que result¨® un ¨¦xito pleno: Light out of darkness (A tribute to Ray Charles) contiene las versiones muy personales de Hard-hearted Hannah, the Vamp of Savannah, Green (It's not easy being Green) y Hit the road, Jack.
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