Paula y Mercedes ya no se ba?an

Ninguna de las dos espera que le pongan una estatua por formar parte del grupo de madrile?os que m¨¢s agua han ahorrado, pero Paula Santander, una empleada de una residencia de mayores de Rivas-Vaciamadrid, y Mercedes Fortes, una profesora de un instituto de Las Rozas, dos mujeres de mediana edad, est¨¢n convencidas de que ha llegado la hora de sustituir los ba?os por las duchas, y, abrir los grifos s¨®lo lo necesario.

Sin conocerse muestran hoy, D¨ªa Mundial del Agua, dos de las caras que hay tras las 350.000 viviendas, oficinas y establecimientos que el Canal de Isabel II ha premiado (con dos visitas a la exposici¨®n de Escher) por consumir menos de la media.

Santander, por ejemplo, empez¨® por reducir el jard¨ªn del chal¨¦ que tiene en Rivas Urbanizaciones y, desde entonces, ha tomado una serie de medidas que le han permitido pagar un 43% menos por el servicio.

"Seamos realistas, tambi¨¦n es importante el descuento", dice una de las premiadas

"Al principio ten¨ªa casi una guerra con mi marido", bromea. Esa batalla, de cualquier forma, acab¨® con un proceso que fue desde reducir el tama?o del jard¨ªn, cambiar plantas h¨²medas por secas y dejar de regar el c¨¦sped, hasta sustituir los largos ba?os que sol¨ªa darse por unos duchazos con una particularidad: abre el grifo y pone un cubo debajo que recoge el agua hasta que ¨¦sta se calienta. Entonces, retira el recipiente lleno, que luego usar¨¢ para regar las plantas y finalmente se ducha.

No es la ¨²nica que en ¨¦poca de sequ¨ªa se olvid¨® de los ba?os. Cuando el Canal de Isabel II anunci¨® hace dos a?os las vacas flacas, Mercedes Fortes resolvi¨® reciclar el agua que destinaba a lavar las lechugas, la que deja caer de la ducha y, en general, toda la que suele consumir en su casa de Las Rozas. "Las meto en una botella de pl¨¢stico o en la fregona", dice "y riego las plantas".

Aunque no es agradable reciclar agua; aunque reconocen que se trata de un esfuerzo; aunque les pesa cargar cubos o pasar fr¨ªo cuando cierran la llave de la ducha para enjabonarse, coinciden en que es un tema que bien merece los sacrificios.

Santander a?ade que es un problema de conciencia: "Seamos realistas, uno se mentaliza para conservar el agua que est¨¢ tan escasa, pero tambi¨¦n es importante un descuento".

"Hay que hacerlo", agrega Fortes. Le da pena el despilfarro. Lamenta los casos de quienes "llenan todo el lavavajillas para fregar tres platos" o quienes dejan los grifos abiertos. En su casa, por ejemplo, el tiempo que tarda el calentador de agua para atemperar la ducha que tiene en el ¨²ltimo de los tres pisos, le basta para almacenar la cantidad que necesita para tirar de la cadena.

Madrid ahorr¨® de septiembre de 2005 al mismo mes de 2006 un 10,5% de agua. La regi¨®n consumi¨® 65 hect¨®metros menos que en 2005, lo que quiere decir que, en promedio, cada residente ha usado 18 litros menos de los 168 que demandaba diariamente.

En la casa de Santander han bajado cuatro veces ese porcentaje, por lo que en el Canal citan la citan como ejemplo. El de Fortes tambi¨¦n. Ella deja claro que cualquiera puede ahorrarse el 30% de los 30 euros que pagaba por el agua. "Una amiga me explic¨® c¨®mo pod¨ªa acumular el agua que caliento antes de ducharme", cuenta.