Toca primavera

?Es mejor dejar el mundo a su suerte? ?Es mejor renunciar a la hip¨®tesis de que la raz¨®n bien argumentada puede llegar a ser ¨²til y ponerse en manos del agente an¨®nimo, el mon¨®tono azar que traza los l¨ªmites de la realidad y los altera cada d¨ªa sin que se entienda por qu¨¦, pues cada d¨ªa vivimos la misma realidad, transitamos el mismo camino?

Tengo una justificaci¨®n para semejante arranque de columna: acabo de leer la informaci¨®n relativa a la nueva programaci¨®n de primavera de Canal Sur. No hagan ustedes lo mismo, por favor. Para los pr¨®ximos meses, lo nuevo son Jos¨¦ Luis Moreno (este t¨ªo es m¨¢s ubicuo que el mism¨ªsimo Dios), Agust¨ªn Bravo, Andoni Ferre?o y otros m¨¢s. Pero puestos a jugar el juego macabro de la novedad de la nueva programaci¨®n de Canal Sur, hay que convenir que lo m¨¢s nuevo de todo es el se?or que presenta, promueve, apadrina y promociona todo esto: don Joaqu¨ªn Dur¨¢n, al parecer titular de la mano invisible del azar que conduce los caminos de Canal Sur, con paso firme, impasible el adem¨¢n, al precipicio en el que, seg¨²n todos los indicios, le da igual hundirse. Porque, ?puede alguien encontrar una sola raz¨®n para que este se?or -y todos los que hay por encima y debajo de ¨¦l- haga lo que hace y adem¨¢s lo diga e incluso afirme que es magn¨ªfico? ?No tienen ustedes la impresi¨®n de que Canal Sur es un artefacto car¨ªsimo abandonado a su suerte, o al menos gobernado por gente que hace tiempo renunci¨® a gobernarlo y que se limita a sobrevivir repitiendo -qu¨¦ van a hacer si no- lo ¨²nico que saben hacer? ?No creen que la programaci¨®n de Canal Sur est¨¢ ya en el l¨ªmite de lo indiferente desde cualquier punto de vista, que carece de sentido en todos los sentidos y que todas las ma?anas emite algo porque ninguna noche la apagan? Lo m¨¢s grave es que hasta el gesto de apagar Canal Sur parece ya demasiado grave: representa un gasto de energ¨ªa que a estas alturas se antoja excesivo, un verdadero despilfarro, y que en realidad s¨®lo se justifica como rectificaci¨®n del error previo de haberse conectado a Canal Sur.

?Apocal¨ªptico yo? Apocal¨ªptico el se?or Dur¨¢n -y todos los que hay por encima y por debajo de ¨¦l-, que no son capaces de interrumpir este despilfarro de un organismo p¨²blico dedicado a la tautolog¨ªa de la indigencia ¨¦tica y est¨¦tica y nos vuelven a condenar, esta primavera, a las calderas de Jos¨¦ Luis Moreno. ?Qu¨¦ en Canal Sur hay cosas que valen la pena? ?Naturalmente! Pero pruebe usted a encontrarlas: tendr¨¢ que esperar a las tres de la madrugada del mi¨¦rcoles, a las nueve de la ma?ana del s¨¢bado o a la tarde del domingo, de tres a cuatro o de siete a ocho, justo cuando el d¨ªa, la semana y hasta el tiempo ya se han consumido irremisiblemente.

Me consta que no soy el ¨²nico ciudadano al que la insistencia de Canal Sur en sus miserias le parece, en primer lugar, un esc¨¢ndalo pol¨ªtico, y adem¨¢s una desgraciada prueba de que una televisi¨®n p¨²blica que podamos identificar alguna vez con algo nuestro es lo m¨¢s parecido a la piedra filosofal, el Santo Grial o el unicornio azul. Pero esto es as¨ª porque hay quien no quiere que sea de otra forma, y todo el a?o. Ahora toca primavera. En fin.