El trabajo de la vida

A los productores Gerardo Herrero y Marta Esteban hay que agradecerles su empe?o por intentar reflejar la m¨¢s bien triste cotidianidad de la gente de mediana edad de ambiente urbano, sus miserias y, por qu¨¦ no, tambi¨¦n sus esperanzas. En materia literaria, Almudena Grandes anda en esa misma ¨®rbita, de modo que no es casualidad que ambos productores se hayan fijado en su obra: tras la estimable adaptaci¨®n de Los aires dif¨ªciles realizada por Herrero, llega Atlas de geograf¨ªa humana, puesta en im¨¢genes por Azucena Rodr¨ªguez, que desde Entre rojas llevaba m¨¢s de una d¨¦cada sin dirigir cine.

Detr¨¢s del muy ambicioso t¨ªtulo (de la novela y de la pel¨ªcula), escondido detr¨¢s de una eficaz met¨¢fora, se halla un universo femenino dispar pero muy reconocible: una madre casada con su marido y con la fuerza de la costumbre; una divorciada que otorga preponderancia a su presente antes que a los frutos del pasado; una acomplejada afectiva con miedo a perder su reducto de acomodaticia infelicidad, y una triunfadora por fuera-sufridora por dentro que cuando era joven quer¨ªa cambiar el mundo y ha acabado convertida por el mundo en la viva imagen del conservadurismo. En la banda contraria, un universo masculino algo m¨¢s desdibujado, aunque al menos nunca se oye la consabida frase: "Todos los hombres son tal y cual". Y es que los caracteres femeninos ser¨ªan f¨¢cilmente traspasables al campo de los hombres sin necesidad de lanzar mensajes generalizadores equivocados.

Irregular, quiz¨¢ algo discursiva y poco sutil, pero con excelentes momentos, la pel¨ªcula deber¨ªa encontrar su p¨²blico en la gente que retrata. Quiz¨¢ como usted.