Las urgencias en salud no esperan
Hasta ahora, la cepa H5N1 de la gripe aviar ha matado a 166 personas seg¨²n los datos de OMS (Organizaci¨®n Mundial de la Salud). Sin embargo, el VIH/sida, la tuberculosis (TB) y la malaria matan en su conjunto a seis millones de personas cada a?o. Aun siendo de posible curaci¨®n, la TB es una pandemia a nivel mundial que crece un 1% por a?o y que mata a unas 5.000 personas cada d¨ªa.
A pesar de lo mucho que se progresa, la TB no est¨¢ desapareciendo. En 2005 muri¨® m¨¢s gente de TB que en cualquier otro a?o en la historia y es previsible que permanezca como una de las 10 mayores causas de mortalidad en la pr¨®xima d¨¦cada, especialmente en ?frica, la regi¨®n m¨¢s azotada por esta enfermedad.
La I+D del G-8 y los pa¨ªses con renta elevada est¨¢ desatendida desde hace m¨¢s de 40 a?os
En 2005 muri¨® m¨¢s gente de tuberculosis que en cualquier otro a?o en la historia
De los nueve millones de nuevos casos de tuberculosis cada a?o, 400.000 son de la muy contagiosa resistente a m¨²ltiples medicamentos. TB-MDR es el resultado de tratamientos incompletos o interrumpidos y de la transmisi¨®n persona a persona.
La TB- MDR est¨¢ aumentando en todo el mundo, con una mayor incidencia en los pa¨ªses de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, en los de alrededor de la Uni¨®n Europea, en la India y en China. La TB-MDR no responde a los medicamentos est¨¢ndar para la TB y, probablemente, si no se trata adecuadamente puede convertirse en tuberculosis extremadamente resistente (TB-XDR). Se han encontrado cepas de la TB-XDR en todas las regiones del mundo. Hasta hoy, 26 pa¨ªses han comunicado casos de TB-XDR asociados a la infecci¨®n de VIH con una tasa elevad¨ªsima de mortalidad.
La TB-MDR y la TB-XDR son de la total responsabilidad de los hombres y son el resultado de una terapia y de unos programas de control mal llevados. Representan una amenaza sanitaria global cr¨ªtica y requieren una acci¨®n, prevenci¨®n y cuidado globales.
?sta es la raz¨®n por la que pienso que estamos ante una emergencia. Es el momento de que los l¨ªderes pol¨ªticos mundiales lleven a cabo acciones extraordinarias para la promoci¨®n de la sanidad p¨²blica global especialmente en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
En mi opini¨®n personal, cuatro asuntos importantes merecen atenci¨®n y requieren una fuerte acci¨®n adicional de la comunidad internacional.
Primero, la lucha contra la TB: debemos mantenerla a la cabeza de la agenda global. La aparici¨®n de la TB-XDR es una nueva gran amenaza para la sanidad p¨²blica y requiere medidas apropiadas.
A principios de 1990, en la ciudad de Nueva York, un brote de TB resistente a los medicamentos cost¨® mil millones de d¨®lares. Desgraciadamente no se aprendieron las lecciones obvias y no se previnieron futuros brotes de TB-XDR.
La investigaci¨®n y desarrollo, llevada a cabo por el G-8 y pa¨ªses con renta elevada en las nuevas herramientas para luchar con efectividad contra la TB, han sido desatendidos desde hace m¨¢s de 40 a?os. La TB-XDR necesita de una importante financiaci¨®n para la prevenci¨®n y el desarrollo de nuevos diagn¨®sticos, tratamientos y vacunas de la TB ya que las herramientas normalmente disponibles se han quedado obsoletas y son insuficientes. El Plan Global para parar la TB (Stop TB Partnership Global Plan to Stop TB 2006-2015) manifiesta la necesidad anual de un fondo de investigaci¨®n de 900 millones de d¨®lares (unos 680 millones de euros) para hacer nuevos diagn¨®sticos urgentes y entregar medicamentos y vacunas.
Adem¨¢s, sin un aumento conjunto de ayuda, en 2015 la diferencia entre la ayuda necesaria para alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio (MDM) sobre TB y lo que se entrega actualmente llegar¨¢ a ser de ?m¨¢s de 30.000 millones de d¨®lares! Es m¨¢s f¨¢cil rellenar esa brecha que asumir las p¨¦rdidas econ¨®micas producidas por las epidemias.
En segundo lugar, mejorar la coordinaci¨®n en la lucha contra el sida y la TB es la clave para mejorar la salud en todo el mundo. Juntos el VIH/sida y la TB manifiestan una sinergia nociva que acelera la progresi¨®n de una y otra y ha supuesto una explosi¨®n de casos de TB en regiones donde el VIH era predominante. En algunas regiones subsaharianas, hasta el 77% de los enfermos de tuberculosis tambi¨¦n tienen VIH. ?sta es la raz¨®n de que la tuberculosis sea la mayor causa de muerte entre infectados por VIH.
Para controlar la TB en los lugares en los que existe el VIH, es necesaria una mayor colaboraci¨®n entre los programas de TB y VIH/sida. Es importante reconocer que s¨®lo el 0,5% de los pacientes de VIH se hacen an¨¢lisis de TB y s¨®lo el 7% de los pacientes de TB se someten a pruebas de VIH, lo que no deja de ser dram¨¢ticamente insuficiente, ?no creen?
Sobre ello he lanzado la idea de un encuentro entre los influyentes stakeholders -como los pa¨ªses que forman el G-8, la Uni¨®n Europea, El Banco Mundial, el Global Fund, UNAIDS, OMS, USAIDS, OGAC, fundaciones, compa?¨ªas, asociaciones, ONG y Gobiernos de pa¨ªses con un gran peso- para concretar los pasos a dar para una coordinaci¨®n global de las actividades de la TB y el VIH. Tenemos que trabajar m¨¢s en este sentido.
En tercer lugar, ?frica. ?frica deber¨ªa ser la m¨¢xima prioridad, deber¨ªa ocupar el primer lugar en la agenda internacional y europea, porque no se puede aceptar que permanezca como un continente en riesgo. El ?frica subsahariana se enfrenta a grandes retos sanitarios, con 11% de la poblaci¨®n mundial y un 24% de la carga total de enfermedades, aunque s¨®lo con un 3% de trabajadores en el ¨¢rea de la salud. Casi dos tercios de los adultos y ni?os infectados con VIH viven en el ?frica subsahariana y el 72% de todas las muertes causadas por el sida en 2006 ocurrieron all¨ª. ?frica cuenta con un enorme porcentaje de todos los casos de TB, incluso algunos pa¨ªses con 300 casos por cada 100.000 habitantes (comparado con 12,6 casos en la UE de los 25 y 4,6 en EE UU). El pasado a?o, la TB se declar¨® como una urgencia en la regi¨®n africana por su impacto social y econ¨®mico. Seg¨²n los datos disponibles, en estos pa¨ªses con una fuerte deuda, se estima que la TB produce una p¨¦rdida econ¨®mica anual de 4% del Producto Interior Bruto. Tenemos que despertar, exigir un mayor esfuerzo a nuestros gobiernos y pedir a los l¨ªderes mundiales que se comprometan pol¨ªticamente para luchar contra el flagelo que son las enfermedades infecciosas en ?frica, porque la salud es un bien p¨²blico global y hay que protegerlo.
Cuarto, reforzar los sistemas de salud deber¨ªa ser nuestra mayor preocupaci¨®n. Promocionar un plan global para fortalecer los sistemas sanitarios es la cuesti¨®n clave para alcanzar la mayor¨ªa de las Metas de Desarrollo del Milenio ya mencionadas. Esto requiere mejorar infraestructuras e invertir en laboratorios, pero tambi¨¦n encarar la falta de trabajadores sanitarios que padecen muchos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Cincuenta y siete pa¨ªses, la mayor¨ªa en ?frica y Asia, se enfrentan a una grave crisis de personal sanitario. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) calcula que se necesita un total de m¨¢s de cuatro millones de trabajadores sanitarios para cubrir el vac¨ªo. Sin una actuaci¨®n r¨¢pida, este d¨¦ficit tender¨¢ a aumentar.
Los esfuerzos deben dirigirse a tomar amplias medidas para el bienestar de las poblaciones. Por ejemplo, se debe pensar en la adopci¨®n del C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas para la emigraci¨®n de profesionales sanitarios para evitar la fuga de cerebros de los pa¨ªses pobres hacia los ricos y se debe pensar en incentivar el regreso a sus propios pa¨ªses de los emigrantes calificados.
Las Metas de Desarrollo del Milenio est¨¢n dirigidas a concretar algunos logros de los derechos humanos b¨¢sicos para todos. Como todav¨ªa existen millones de personas viviendo y muriendo en las condiciones m¨¢s dram¨¢ticas de pobreza, realizar estas metas en 2015, como se ha acordado, es un compromiso moral y una responsabilidad pol¨ªtica para la comunidad internacional. Esta cooperaci¨®n y coordinaci¨®n multilaterales son fundamentales para que las normas y las pol¨ªticas funcionen y para garantizar las deseadas Metas del Milenio.
Tres de la ocho MDM se refieren a asuntos como la reducci¨®n de la mortalidad infantil, la mejora de la salud de las madres y la lucha contra el VIH/sida, la malaria, la TB y otras enfermedades infecciosas. La salud global est¨¢ reconocida como un asunto de derechos humanos y una clave de seguridad y desarrollo. Para garantizar estos derechos en todo el mundo, no podemos permitirnos m¨¢s retrasos. Necesitamos ir m¨¢s r¨¢pido y hacer m¨¢s cosas y mejores. Las urgencias no esperan.
Jorge Sampaio es enviado especial del secretario general de Naciones Unidas para la Detenci¨®n de la Tuberculosis y ex presidente de la Rep¨²blica Portuguesa.
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