En la senda de los elefantes
La emoci¨®n de la vida salvaje en la reserva de South Luangua, en Zambia
Zambia se extiende por
un territorio un 50% m¨¢s grande que el de Espa?a, cuenta con 11 millones de habitantes y tiene ocho pa¨ªses vecinos: Tanzania, Zaire, Angola, Namibia, Botsuana, Zimbabue, Mozambique y Malaui. Logr¨® la independencia en 1964, y en 1991 se realizaron las primeras elecciones multipartidistas. Desde entonces, aunque con ciertas tensiones de poder entre los diferentes grupos ¨¦tnicos, la situaci¨®n pol¨ªtica se ha mantenido relativamente estable. Zambia es un pa¨ªs con una renta per c¨¢pita muy baja y escasos ¨ªndices de desarrollo. La esperanza media de vida es de apenas 35 a?os, y la mortalidad infantil supera los 104 ni?os fallecidos por cada 1.000 nacimientos. Padece una de las m¨¢s altas tasas de mortalidad por sida del mundo.
Pero Zambia posee tambi¨¦n algunos de los espacios naturales m¨¢s genuinos y ricos del planeta, como las cataratas de Victoria (en la frontera con Zimbaue). Tambi¨¦n destacan los 19 espacios protegidos para la vida salvaje, como el South Luangua National Park, una de las reservas de la naturaleza m¨¢s importantes del mundo. La diversidad y la belleza del paisaje se unen a una de las concentraciones m¨¢s densas de animales de todo ?frica para hacer de este parque un lugar excepcional. En la reserva, cuya extensi¨®n es similar a la de la Comunidad de Madrid, existen varios campamentos y lodges donde alojarse. Uno de ellos es el Mfuve Lodge, cuyas confortables caba?as bordean, por un lado, un afluente del Luangua, y, por el otro, dan a una laguna llena de hipop¨®tamos. Por la ma?ana y a ¨²ltima hora de la tarde, desde la terraza del lodge puede verse abrevar toda clase de animales: cebras, ant¨ªlopes, b¨²falos...
El lodge se levanta en medio de una senda que los elefantes han utilizado desde siempre para realizar sus migraciones peri¨®dicas; de ah¨ª que todos los a?os puedan verse enormes paquidermos atravesando el gran hall del establecimiento para cruzar de una a otra ribera del r¨ªo. Como los l¨ªmites del lodge no est¨¢n vallados, los animales pueden circular libremente. De hecho, la segunda tarde de nuestra estancia all¨ª vimos un par de j¨®venes leonas cruzar de parte a parte el campamento. Por eso, a partir de una cierta hora, cuando la tarde empieza a ser noche, los desplazamientos por el interior del lodge hay que hacerlos acompa?ados por vigilantes armados con rifles y potentes linternas.
Las comodidades que se disfrutan en el lugar a veces te hacen olvidar que est¨¢s en pleno coraz¨®n de la naturaleza m¨¢s salvaje. Para evitar otros posibles riesgos, las autoridades del parque insisten constantemente en que se respeten y cumplan unas normas b¨¢sicas de seguridad. Entre las m¨¢s importantes est¨¢ la de tomarse las pastillas profil¨¢cticas para la malaria, ya que la enfermedad tiene especial incidencia en la zona. Otro consejo fundamental es el de estar siempre alerta para que, si se produce la circunstancia de quedarse solo ante un animal salvaje, nunca se le pierda la cara ni se den muestras de nerviosismo o temor, para as¨ª evitar su ataque.
Los cinco grandes de ?frica
En esta parte del continente habitan los llamados cinco grandes de ?frica: le¨®n, elefante, rinoceronte, b¨²falo y leopardo. Al principio de la estaci¨®n seca (que comienza en abril y se extiende hasta octubre), d¨ªa a d¨ªa se ve c¨®mo las charcas se hacen m¨¢s y m¨¢s peque?as y c¨®mo los r¨ªos y arroyos se van secando. Los animales tienen cada vez menos lugares donde beber, y la disputa por el agua comienza a crear situaciones conflictivas, sobre todo para los herb¨ªvoros, que se ven obligados a exponerse al mortal ataque de los depredadores que siempre acechan cerca de los humedales.
La jornada en el parque nacional de South Luangua suele iniciarse con un safari matinal antes del amanecer. A mediod¨ªa se almuerza en el lodge, o en el camino, a la sombra de los mopanes o de los ¨¢rboles de las salchichas. A veces, muy cerca se ve, por ejemplo, a una familia de elefantes d¨¢ndose un espectacular ba?o de barro. Por la tarde, ya cerca de la puesta del sol, se sale de nuevo. Alg¨²n d¨ªa, incluso, volv¨ªamos a realizar una tercera incursi¨®n en plena noche, ayud¨¢ndonos de potentes focos.
Los animales est¨¢n mucho m¨¢s activos a primera hora del d¨ªa y despu¨¦s de que empieza a anochecer. ?sos son los mejores momentos para sorprenderlos devorando piezas, acechando e incluso cazando. Esto ¨²ltimo nos sucedi¨® una noche, cuando pudimos ver a una hembra de leopardo en plena persecuci¨®n y acoso de una joven gacela.
Aunque normalmente nos mov¨ªamos en potentes todoterrenos descubiertos, aprovechando que ¨¦ste fue el primer parque africano en permitir safaris a pie tambi¨¦n tuvimos la oportunidad de disfrutar de esta forma m¨¢s aut¨¦ntica y plena de sentir la experiencia africana. Acompa?ados de un gu¨ªa y un ranger armado, form¨¢bamos una peque?a columna de curiosos observadores observados. A medida que nos adentr¨¢bamos en el paisaje, nos sent¨ªamos m¨¢s y m¨¢s extra?os en aquel entorno de vida que no era el nuestro. De una tupida zona boscosa, en la que cualquier ruido resultaba sospechoso, sal¨ªamos a una di¨¢fana llanura poblada por toda clase de mam¨ªferos: cebras, gacelas, jirafas, elefantes y, m¨¢s a lo lejos, hipop¨®tamos a punto de descender estrepitosamente por el terrapl¨¦n de barro que, como un tobog¨¢n salvaje, llevaba al r¨ªo Luangua. La reacci¨®n de los distintos animales ante esa rara especie b¨ªpeda, de desconcertante pelaje, que ¨¦ramos nosotros resultaba invariablemente la misma: primero, de sorpresa; despu¨¦s, de curiosidad, y finalmente, de desconfianza. Siempre manten¨ªan con nosotros una prudente distancia y nunca dejaban de controlar nuestros movimientos con una atenta mirada lateral.
En compa?¨ªa de leones
A lo largo del paseo, el gu¨ªa hac¨ªa exhibici¨®n de su conocimiento de la fauna y de la flora. Cada sonido, cada planta, cada huella, cada excremento le revelaban sorprendentes datos sobre plantas y animales. Por ejemplo, metiendo la mano en la bosta de elefante pod¨ªa determinar con precisi¨®n cu¨¢nto tiempo hac¨ªa que el proboscidio hab¨ªa pasado por all¨ª, su edad aproximada, su dieta y su estado general de salud. Mientras observ¨¢bamos un termitero de m¨¢s de tres metros de alto, vimos, a unos cien metros de donde nos encontr¨¢bamos, un par de soberbios leones machos observando el perezoso paso de una manada de b¨²falos. El viento soplaba hacia nosotros y los felinos no parec¨ªan percatarse de nuestra presencia. Despu¨¦s de contemplarlos durante algunos minutos, y sin dejar de sentir en ning¨²n momento la at¨¢vica sensaci¨®n de peligro que experimentan las presas de los depredadores, nos fuimos alejando discretamente del ¨¢rea de caza de aquellos formidables ejemplares; eso s¨ª, sin apartar nunca la vista de ellos.
Zambia dispone de otros magn¨ªficos parques naturales y permite un contacto con la naturaleza sin las aglomeraciones de otros destinos como Kenia o Tanzania. Zambia puede devolvernos mucho de lo que hemos ido perdiendo con el paso del tiempo, y nosotros, con nuestra visita, podemos dar al pa¨ªs algo de lo mucho que necesitan sus gentes para, poco a poco, ir mejorando su dura existencia actual.
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos
- Moneda: kwacha (un euro equivale a unos 5.600 kwachas).- Clima: la mejor ¨¦poca para visitarel pa¨ªs es entre mayo y agosto.- Idioma oficial: ingl¨¦s.
C¨®mo ir
- Iberia (902 40 05 00; www.iberia.com) y British Airways (902 11 13 33; www.ba.com) vuelan en c¨®digo compartido a Lusaka, v¨ªa Londres,a partir de 964 euros, ida y vuelta, tasas y cargos incluidos.- Air France (902 20 70 90; www.airfrance.es) y KLM (902 22 27 47; www.klm.es) tienen precios similares para sus vuelos a Zambia con escalas en Amsterdam o Par¨ªs.
Viajes organizados
Agencias alternativas como Orix¨¤ (915 50 01 86; www.orixa.com), Taranna (934 11 83 73; www.taranna.com),Bid¨®n 5 (915 47 61 26; www.bidon5.es) y otras incluyen Zambia en su programaci¨®n. Taranna, por ejemplo, organiza de junio a noviembre expediciones de 11 d¨ªas por el valle del Luangwa, con alojamiento en bushcamps como el Mfuwe Lodge y pensi¨®n completa, por 2.785 euros por persona, vuelos aparte.- Nobel Tours (www.nobel-tours.com y en agencias), Catai (www.catai.esy en agencias) y otras mayoristas ofrecen viajes m¨¢s convencionales de entre 12 y 15 d¨ªas repartidosentre Sur¨¢frica, Zambia e Isla Mauricio, con precios que rondan los 3.000 euros por persona, con los vuelos.- www.zambiatourism.com. I. M.
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