Eritrea, capital Madrid

La iron¨ªa, o la justicia po¨¦tica, como prefieran, hizo que quien finalmente destronara al et¨ªope Kenenisa Bekele -cinco veces consecutivas campe¨®n del mundo de cross, imbatido en campo a trav¨¦s desde 2001- no fuera uno de tantos kenianos que durante tantos a?os han luchado in¨²tilmente para recuperar su dominio del campo a trav¨¦s -y encima la carrera se corri¨® en Mombassa, en Kenia, en un campo de golf a orillas del ?ndico- sino un atleta de Eritrea, un pa¨ªs que hasta hace s¨®lo 14 a?os formaba parte de Etiop¨ªa, potencia de la que se extirp¨® tras 30 a?os de feroz guerra revolucionaria.

Y la curiosidad, o la necesidad, el destino, hizo que el triunfo de Zersenay Tadesse, el diminuto eritreo de 25 a?os y 1,60 metros de estatura que el s¨¢bado se consagr¨® campe¨®n del mundo de cross, tuviera tanto que ver, por lo menos, por su nacimiento en el altiplano africano, sus caracter¨ªsticas gen¨¦ticas extraordinarias, como por su entrenamiento, su transformaci¨®n en atleta de primer rango llevada a cabo en Madrid.

Tadesse practicaba el ciclismo -deporte de gran tradici¨®n en Eritrea por la herencia de varias d¨¦cadas de dominaci¨®n colonial de la Italia fascista en lo que antes se llamaba Abisinia- cuando fue descubierto por Julia Garc¨ªa, una agente de atletas que buscaba en la interminable cantera africana futuros grandes campeones. "Y Zersenay me sorprendi¨® a lo grande", cuenta el entrenador cacere?o Jer¨®nimo Bravo, a quien Garc¨ªa pidi¨® que se ocupara de los atletas que poco a poco iban a llegar de Eritrea, donde no hay instalaciones dignas para entrenarse, a Madrid, donde disponen de la Casa de Campo, del estadio de Vallehermoso, de fisioterapeutas, de los fisi¨®logos de la Universidad Europea, de m¨¦dicos y m¨¢s medios. "Cuando vino, con s¨®lo 20 a?os y dos meses de entrenamiento qued¨® 30? en el Mundial de cross. Enseguida vi que era un diamante en bruto. Tiene unas grandes cualidades innatas".

"Es", explica Alejandro Luc¨ªa, un fisi¨®logo que le ha sometido a frecuentes pruebas de esfuerzo, "quiz¨¢s el atleta m¨¢s eficiente del mundo, el que menos gasto energ¨¦tico precisa para correr a una determinada velocidad. Y eso lo acompa?a de una capacidad de consumo de ox¨ªgeno alt¨ªsima, superior a 80 mililitros por kilo y minuto. Tremendo". Un diamante en bruto que entre Julia Garc¨ªa y Jer¨®nimo Bravo han ido puliendo con paciencia y dedicaci¨®n. "Programamos la competici¨®n para que no disputen muchas pruebas", explica Garc¨ªa. "Yo no busco mercenarios, atletas que vengan a ganar enseguida un poco de dinero, sino a gente con ambiciones deportivas altas". Y, siguiendo el ritmo lento pero imparable, Bravo ha ido dise?ando a?o tras a?o los entrenamientos. "Es como trabajar con un ni?o", dice el t¨¦cnico. "Cada vez empiezo a trabajar con ¨¦l desde un escal¨®n m¨¢s alto, un nivel superior. Empezamos preparando el 5.000, luego fuimos subiendo cargas

[Tadesse fue medalla de bronce en 10.000 en los Juegos de Atenas 2004], y este a?o se puede decir que es el primero que se entrena al 100% de su potencial. Pero, claro, con un diamante es f¨¢cil de hacer una joya. Y adem¨¢s es un encanto como persona. El s¨¢bado, nada m¨¢s terminar la carrera, en el antidoping, me dijo, como quien no quiere la cosa: 'por cierto, el entrenamiento ha sido fant¨¢stico".

Tadesse, que pasa entre siete y ocho meses al a?o en Madrid, en un apartamento junto a la Casa de Campo que comparte temporalmente con otros compatriotas que llegan para competiciones espec¨ªficas o tandas de entrenamiento, termin¨® el a?o pasado como campe¨®n del mundo de carretera, casi 56 minutos pelados en 20 kil¨®metros, y al t¨ªtulo mundial de cross quiere que le siga el r¨¦cord mundial de medio marat¨®n (58m 35s en poder del keniano Wanjiru). Despu¨¦s llegar¨¢ el desaf¨ªo de los 10.000 del Mundial de Osaka. "Pero no son m¨¢s que pasos para su gran objetivo", precisa Bravo, "que es el de ser campe¨®n ol¨ªmpico de marat¨®n en Pek¨ªn 2008".

El atleta de la regi¨®n de Mandefera, a unos 2.000 metros de altitud, a unos 50 kil¨®metros de la capital, Asmara, donde ha comprado una casa para su familia, se ha convertido en el primer gran h¨¦roe deportivo de la joven Eritrea. Pero no es m¨¢s que la punta de lanza de una nueva realidad. "Estoy muy contenta por el t¨ªtulo de Zersenay", dice Julia Garc¨ªa, que ejerce casi como fact¨®tum del atletismo eritreo, al que busca patrocinadores e ingresos y le da progreso; "pero casi m¨¢s del segundo puesto de los equipos j¨²nior masculino y femenino".