Espionaje de dudosa justificaci¨®n
Las investigaciones del Ej¨¦rcito a miembros de CC OO y UGT en Ceuta desembocan en dos procesos judiciales
La Unidad de Inteligencia Militar de la Comandancia de Ceuta espi¨® con frenes¨ª a los civiles. Entre 2002 y 2006 realiz¨® 271 investigaciones, cinco de ellas de "dudosa justificaci¨®n", como reconoce el propio fiscal militar que investiga el caso. Estos cinco expedientes, que fueron elaborados cuando el teniente coronel Francisco Berenguer mandaba la Secci¨®n de Inteligencia, se realizaron durante 2005.
A Berenguer, destinado ahora en una base de la OTAN, le sucedi¨® en el mando otro teniente coronel, Jos¨¦ Mar¨ªa Albarrac¨ªn Mart¨ªn de la Oliva, que el pasado 29 de enero intent¨® suicidarse arroj¨¢ndose por una ventana de la Comandancia General ceut¨ª. Bajo su responsabilidad se elaboraron 105 del total de los informes. Y es que 2005 y 2006 fueron los a?os en los que m¨¢s actividad despleg¨® el espionaje militar, que en los a?os precedentes apenas si hab¨ªa tenido trabajo. La mayor¨ªa de estas notas se enviaron al Centro de Inteligencia y Seguridad del Ej¨¦rcito de Tierra (CISET) y al CIDI, en Madrid, y muchas de ellas se circunscriben al ¨¢mbito militar, aunque ya en el a?o 2002 se inici¨® una investigaci¨®n en torno a las inclinaciones religiosas de la tropa profesional.
En los informes aparecen datos como multas de tr¨¢fico o deudas con la Hacienda local
En su escrito, el fiscal militar de Ceuta, Antonio Guti¨¦rrez de la Pe?a, cree que estas investigaciones pueden "incidir en el ¨¢mbito de la privacidad e intimidad" de los espiados, y por lo tanto considera que pueden ser constitutivas de un delito de "extralimitaci¨®n en el ejercicio del mando", contemplado en el C¨®digo Penal Militar con penas privativas de libertad que oscilan entre los tres meses y dos a?os.
Uno de esos informes es el que se hizo sobre los principales dirigentes sindicales de la ciudad. En la orden de obtenci¨®n de informaci¨®n, esta petici¨®n se justifica en la actualizaci¨®n de una base de datos denominada INTE (Integraci¨®n en Terreno Enemigo), que contiene los nombres de decenas de civiles ceut¨ªes considerados como l¨ªderes sociales y con capacidad de influencia sobre el resto de la poblaci¨®n. No obstante, en uno de los documentos incluidos en las diligencias instruidas por el togado ceut¨ª se refiere que dicha petici¨®n s¨®lo se hizo para descartar la pertenencia a la directiva de alguno de los sindicatos de un soldado que se hab¨ªa identificado como miembro de uno de ellos durante una trifulca en el puerto.
Pero lo cierto es que el 11 de abril de 2005 se orden¨® investigar la filiaci¨®n pol¨ªtica y asociativa de las direcciones de los dos sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT. El expediente fue entregado el 6 de mayo y en ¨¦l figuran los nombres y apellidos, cargos dentro del sindicato, partidos pol¨ªticos en los que militan, en algunos casos profesiones y datos como pertenencia a ONG y otras asociaciones de 17 civiles (los 10 componentes de la ejecutiva regional de Comisiones Obreras y los siete de UGT).
Adem¨¢s, en informes complementarios se desglosan otros datos considerados de inter¨¦s por el espionaje militar, como multas de tr¨¢fico pendientes, deudas con la hacienda local o inclusi¨®n de alg¨²n dirigente sindical en las listas de candidato a jurado.
Pero no era la primera vez que la inteligencia militar espiaba a un sindicato en Ceuta. Lo hac¨ªa con alguna regularidad desde el a?o 2002. De hecho, la Secci¨®n Segunda de la Comandancia General, perteneciente al Servicio de Inteligencia del Ej¨¦rcito, hab¨ªa elaborado con anterioridad varias notas relacionadas con las actividades de CC OO. Incluso se lleg¨® a elaborar un informe de la manifestaci¨®n del Primero de Mayo de 2002 en la ciudad aut¨®noma, en la que la reivindicaci¨®n de mejoras en el hospital militar era uno de los lemas escogidos para aquel a?o.
CC OO, a diferencia de UGT, s¨ª se ha personado en las diligencias abiertas por el Togado de Ceuta. Paralelamente, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Ceuta tambi¨¦n tiene abiertas diligencias por el espionaje militar a civiles, ya que CC OO present¨® el pasado 21 de febrero una demanda contra el comandante general de Ceuta, Luis G¨®mez Hortig¨¹ela. Juan Luis Ar¨®stegui, secretario general de CC OO, ped¨ªa a G¨®mez Hortig¨¹ela que reconociese las investigaciones realizadas a civiles desde la Segunda Secci¨®n, realizadas con conocimiento de los anteriores comandantes generales y el ministro de Defensa. Ar¨®stegui pide que G¨®mez Hortig¨¹ela diga que ya no se realizan m¨¢s investigaciones y si los expedientes han sido destruidos.
"Esto es una cuesti¨®n pol¨ªtica y el ministro de Defensa no puede escudarse en que ya ha zanjado el asunto destituyendo al jefe de la Unidad", a?ade Ar¨®stegui, que insiste en que altos mandos del Ej¨¦rcito le justificaron en su d¨ªa que se hab¨ªa investigado a los dirigentes sindicales despu¨¦s de que un soldado provocara un altercado en la estaci¨®n mar¨ªtima. El nombre y apellidos de este militar e incluso el ¨²ltimo n¨²mero de su DNI coinciden parcialmente con el secretario de Migraciones de CC OO, Abdelatif Mohamed Mohamed, aunque en el informe elaborado por la Inteligencia el 10 de mayo de 2005 se destaca que "ni en edad ni en apariencia f¨ªsica" coinciden y se sugiere que este soldado conociera de la existencia del dirigente sindical hom¨®nimo "por la prensa".
Desde que el 24 de enero Defensa apartara del mando al teniente coronel Albarrac¨ªn por pr¨¢cticas irregulares y lo hiciera p¨²blico en un comunicado, Ceuta se ha convertido en un hervidero de rumores. Hasta ahora, Defensa s¨®lo ha admitido que se espi¨® irregularmente a los sindicatos y a los dirigentes de una asociaci¨®n vecinal, la del Morro, un barrio de clase media habitado por musulmanes y cristianos y en el que se encuentra, por ejemplo, la sede de la Universidad de Granada en Ceuta. Pero se sabe que hubo mucho m¨¢s y que los archivos de esta unidad conten¨ªan informaci¨®n sobre decenas de ceut¨ªes, muchos de ellos civiles.
La Segunda Secci¨®n est¨¢ en la pr¨¢ctica desmantelada e investigada por dos jueces distintos, uno civil y otro militar, m¨¢s preocupado en investigar c¨®mo se han filtrado los informes que en conocer qui¨¦n los orden¨®. Hasta ese d¨ªa, la Secci¨®n de Inteligencia estaba compuesta por 17 militares y seis agentes de la Guardia Civil, que estaban encargados de hacer el trabajo de campo. Los seis funcionarios, un sargento y seis guardias rasos, viven un aut¨¦ntico calvario desde entonces. Siguen apartados en la pr¨¢ctica del servicio, aunque de momento a ninguno le ha llegado el cese, ni siquiera al sargento que mandaba el grupo operativo. Hace unos d¨ªas fueron llamados a declarar y lo hicieron en Comisar¨ªa, en lugar de hacer en el juzgado, "ni siquiera saben si fue en calidad de testigos o de implicados, porque nadie se lo aclara", explican fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n.
Mientras, el teniente coronel Albarrac¨ªn se recupera de las heridas que se provoc¨® en la Pen¨ªnsula. Este militar de alta graduaci¨®n se cort¨® las venas de los antebrazos con un c¨²ter en un cuarto de ba?o de la Comandancia General y luego se lanz¨® por una ventana de la tercera planta del edificio. Que se sepa, a¨²n no ha prestado declaraci¨®n, ya que los m¨¦dicos que lo atend¨ªan en el hospital de Sevilla al que fue trasladado desaconsejaron la visita de los oficiales jur¨ªdicos. Cuando fue destituido, Albarrac¨ªn, de 44 a?os, apenas llevaba 12 meses al frente de la unidad de Inteligencia.
En Ceuta se habla de que hab¨ªa rencillas, desconfianzas mutuas que habr¨ªan desembocado en todo un esc¨¢ndalo, el mayor que ha vivido la ciudad en sus ¨²ltimos a?os. Nadie, ni el juez togado G¨®mez Prieto, se f¨ªa. Quiz¨¢s por eso, el 13 de febrero mand¨® comparecer a dos oficiales de la Unidad de Inteligencia, un comandante y un capit¨¢n, que entregaron toda la documentaci¨®n original del a?o 2006. En un escrito fechado ese d¨ªa, el juez hace constar que una vez cotejada, y aunque la documentaci¨®n coincide b¨¢sicamente con la que ten¨ªa con anterioridad en su papel, "faltan algunos folios".
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