30 beb¨¦s, abandonados a su suerte cada a?o
Campa?a en Alemania para salvar a los reci¨¦n nacidos rechazados por sus padres
El elevado n¨²mero de beb¨¦s muertos por madres o padres desesperados preocupa en Alemania. En Berl¨ªn y otras ciudades alemanas se ha abierto un debate sobre los m¨¦todos m¨¢s adecuados para afrontar el problema, intentando salvar las vidas de los beb¨¦s y ayudar a las madres que se ven abocadas a la terrible decisi¨®n de matar o abandonar a sus hijos reci¨¦n paridos. Entre las propuestas se debate si es m¨¢s eficaz la creaci¨®n de contenedores para abandonar los beb¨¦s en lugares seguros o crear mecanismos para un parto inc¨®gnito.
En pleno siglo XXI, los hist¨®ricos tornos de los conventos donde los hijos del pecado se entregaban en manos de las monjas podr¨ªan experimentar un renacimiento. En cuatro hospitales de Berl¨ªn funcionan desde 2001 cuatro de esos tornos donde, seg¨²n la ministra de Sanidad de la capital alemana, se han entregado 26 beb¨¦s. No todos tuvieron esa suerte. En los ¨²ltimos meses se repiten con frecuencia los casos de beb¨¦s muertos a manos de sus madres o padres. A uno lo tiraron metido en una bolsa desde un d¨¦cimo piso en Hamburgo. El caso m¨¢s escandaloso fue el de la madre que mat¨® a nueve beb¨¦s reci¨¦n nacidos entre 1988 y 1999 en Francfort del Oder. No hace mucho se repiti¨® un hecho similar con otra madre que mat¨® a sus cinco hijos.
El pasado 28 de enero, Berl¨ªn se conmovi¨® con el caso de Moritz. Un se?or que sacaba ese domingo a su perro a pasear vio una bolsa roja abandonada en la parada de un autob¨²s, pero no le hizo mucho caso. De regreso a casa, la bolsa segu¨ªa all¨ª. Esta vez se acerc¨® y eso le permiti¨® advertir que algo se mov¨ªa dentro. Era, seg¨²n una hoja escrita, "Moritz, nacido el 27 de enero a las 14.00 horas". El empresario berlin¨¦s de publicidad Hans Wall se conmovi¨®, asumi¨® los gastos de educaci¨®n del peque?o y decidi¨® patrocinar una campa?a, apoyada por los diputados de Los Verdes en el Parlamento de Berl¨ªn. En 100 vallas colocadas en paradas de autob¨²s se podr¨¢ leer: "Para que los beb¨¦s no acaben en el basurero". Se trata de llamar la atenci¨®n sobre la posibilidad de entregar en secreto los beb¨¦s rechazados en los tornos de los hospitales, donde recibir¨¢n atenci¨®n y salvar¨¢n la vida.
Se estima que, en Alemania, cada a?o las madres abandonan en basureros, paradas de autob¨²s o al borde de una calle entre 30 y 60 beb¨¦s. La cifra de los muertos es similar. Los tornos consisten en una especie de buz¨®n que va a dar a una cama. Una luz roja se enciende y suena una alarma que inmediatamente llama la atenci¨®n de una enfermera.
Hace d¨ªas, el diario alem¨¢n Die Welt public¨® un reportaje sobre Thomas y su madre. Thomas tiene ahora cuatro a?os y es un ni?o ideal, espabilado, querido y despierto. Al nacer, la madre lo dej¨® en uno de los tornos y a los tres d¨ªas volvi¨® a recogerlo. La decisi¨®n de abandonarlo fue producto de la desesperaci¨®n: "Durante el embarazo no sab¨ªa c¨®mo salir adelante, mi marido estaba en el paro y yo, en medio de un aprendizaje. El torno me pareci¨® la ¨²nica salida".
Los tornos tienen detractores que consideran que son una invitaci¨®n a abandonar a los beb¨¦s. Como alternativa algunos proponen el parto inc¨®gnito. La madre pare y su identidad no consta en ning¨²n lugar. El beb¨¦ se entrega en adopci¨®n.
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