Las ciudades est¨¢n de enhorabuena
Decir que el modelo urban¨ªstico de Barcelona ha recibido el Pritzker con el premio a Richard Rogers puede parecer exagerado, pero es en cierto modo real. Desde que la Ciudad Condal recibiera el premio de la RIBA, su urbanismo se export¨® a diversas ciudades. Rogers, como asesor del Ayuntamiento de Londres, fue quiz¨¢s quien mejor entendi¨® y aplic¨® un modelo de ciudad, abierta en crecimiento de calidad urbana, donde se mezclan tradici¨®n y modernidad. Un urbanismo de peque?a escala pero con capacidad de cambiar din¨¢micas, aquello que Jaime Lerner denomina acupunturas urbanas.
El Rogers urbanista, o quiz¨¢s deber¨ªamos decir activista del urbanismo contempor¨¢neo, es la mejor cara del creador de la famosa T-4 de Madrid.
Desde la Barcelona preol¨ªmpica de finales de los a?os ochenta, hasta la actual Londres preol¨ªmpica, ambas ciudades han mantenido contactos, influencias y asesoramientos mutuos que Rogers ha personalizado de forma ejemplar, junto con Ricky Burdett, fiel colaborador en la London School of Economics.
En ocasiones, las ciudades encuentran f¨®rmulas afortunadas donde los personalismos de los arquitectos pasan a un segundo plano y la aportaci¨®n de los urbanistas genera mejoras colectivas que son recordadas durante d¨¦cadas. Rogers es uno de esos personajes y consigui¨® catalizar una corriente de pensamiento urbano en la aplicaci¨®n de un modelo que ha regenerado Londres.
Curiosamente, esa generosidad hacia la ciudad, hacia lo colectivo, no se traspasa cuando estos mismos profesionales desarrollan su carrera particular, es decir, cuando dejan de ejercer la profesi¨®n compartiendo ideas y despacho con otros arquitectos. As¨ª, aunque el Centro Pompidou, creado conjuntamente con Renzo Piano, sigue siendo una referencia, sus obras m¨¢s recientes y en solitario, desde la ampliaci¨®n de Barajas hasta el proyecto de la plaza de las Arenas o el hotel Hesperia de la Gran V¨ªa, a la entrada de Barcelona, muestran la peor cara, cuando la ciudad se utiliza para deslumbrar con artificios personales, al margen de las necesidades de los ciudadanos y de la construcci¨®n de la propia ciudad. As¨ª pues, cabe festejar el urbanismo que se premia con este Pritzer con la esperanza de que el premiado caiga de nuevo seducido por la ciudad y potencie su parte de aportaci¨®n p¨²blica. Londres se merece un nuevo impulso, al margen del peligroso modelo de ciudad vigilada en el que se est¨¢ precipitando y Rogers, con Ricky Burdett al frente de la futura ciudad ol¨ªmpica, la pueden sacar de esa maldici¨®n. Siguiendo el puente que, desde la Barcelona de los a?os ochenta se extendi¨® entre las dos ciudades, s¨®lo esperamos que Barcelona no caiga en la tentaci¨®n de caer en la Gran Ciudad estrictamente vigilada.
Sobre Rogers arquitecto-estrella s¨®lo podemos desear una mayor finura arquitect¨®nica -que quiz¨¢s Piano aportaba- y que tan buenos edificios nos dej¨®, con aquella vocaci¨®n de ciudad que, actualmente, a?oramos en sus macroproyectos en marcha.Cabe esperar que el premiado caiga de nuevo seducido por la ciudad
Beth Gal¨ª y ?scar Guayabero son presidenta y vicepresidente del Fomento de las Artes y del Dise?o (FAD).
Babelia
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