El s¨ª del 'Doctor No'
Si todav¨ªa quedara alguna duda de que una foto vale m¨¢s que mil palabras ah¨ª est¨¢ la imagen gr¨¢fica tomada el pasado domingo de dos enemigos, hasta ahora irreconciliables, sentados en torno a la misma mesa para anunciar al mundo el hist¨®rico acuerdo por el que los cat¨®licos del Sinn Fein, brazo pol¨ªtico del IRA, y los unionistas protestantes se comprometen a gobernar conjuntamente Irlanda del Norte a partir del pr¨®ximo ocho de mayo. Es verdad que no hubo apret¨®n de manos entre el reverendo Ian Paisley y Gerry Adams, l¨ªderes de los partidos mayoritarios unionista y republicano del Ulster, respectivamente. Pero el mero hecho de comparecer juntos ante los medios de todo el mundo para comunicar el acuerdo hubiera sido calificado de espejismo hace s¨®lo unos pocos meses.
Paisley y Adams no s¨®lo defend¨ªan posiciones totalmente antag¨®nicas sobre el futuro de Irlanda del Norte, el primero dispuesto a mantener a toda costa la uni¨®n de la provincia con Gran Breta?a y el segundo, a conseguir la uni¨®n de los seis condados del Ulster con el resto de Irlanda. Una fosa con 3.720 muertos -las v¨ªctimas de la violencia sectaria de uno y otro bando a lo largo de cuatro d¨¦cadas- se interpon¨ªa entre ellos.
Hace s¨®lo cuatro a?os, Paisley, un brillante aunque incendiario orador, promet¨ªa en un congreso de su partido no hablar con el IRA-Sinn Fein -siempre fund¨ªa los dos nombres en uno-, "nunca, nunca y nunca ser¨¢", hasta que la organizaci¨®n terrorista cesara toda acci¨®n violenta y procediera a su completo desarme. Pero, como en la pel¨ªcula de James Bond, "no digas nunca, nunca jam¨¢s".
Gracias a la habilidad y al tes¨®n pol¨ªtico de los primeros ministros del Reino Unido e Irlanda, Tony Blair y Bertie Ahern respectivamente, por una parte, y a la presi¨®n de Estados Unidos, por otra, el milagro ha sido posible y por primera vez desde la partici¨®n de la isla en 1921, el Ulster tendr¨¢ ministros compartidos de las dos comunidades y no muertos compartidos. El Doctor No, como era conocido el reverendo por su reiterada negativa a negociar con el Sinn Fein, ha dado finalmente el s¨ª a la gobernaci¨®n conjunta de la provincia. Claro que ha conseguido, tras nueve a?os de altibajos, todos los objetivos contenidos en los Acuerdos de Viernes Santo de abril de 1998, que se podr¨ªan resumir en dos: a) no habr¨¢ variaci¨®n en el estatuto pol¨ªtico de Irlanda del Norte sin "el consentimiento expreso" de sus habitantes, y b) ser¨¢n excluidos del proceso "los que utilicen o amenacen con la violencia".
Por su parte, el Sinn Fein, que en ga¨¦lico significa Nosotros Solos, hace tiempo que lleg¨® a la conclusi¨®n de que su objetivo de conseguir la reunificaci¨®n de Irlanda por los m¨¦todos violentos del IRA era no s¨®lo quim¨¦rica, sino contraproducente, dada la probada firmeza de Londres ante el chantaje terrorista. Adams y su segundo, Martin McGuinness, ambos con poder decisorio dentro del IRA, forzaron a la organizaci¨®n armada a aceptar el juego democr¨¢tico y el desarme total, completado bajo la supervisi¨®n de una comisi¨®n internacional. La alternativa a una falta de acuerdo entre unionistas y republicanos en la fecha prevista era una revocaci¨®n indefinida de la autonom¨ªa del Ulster, suspendida temporalmente por Londres en 1992.
Hay una fecha clave en la historia del IRA, el 27 de agosto de 1979. Ese d¨ªa una bomba terrorista hizo saltar por los aires cuando pescaba con su nieto frente a las costas irlandesas de Sligo al primo de la reina, lord Louis Montbatten. La bomba mat¨® no s¨®lo a un miembro de la familia real brit¨¢nica, sino tambi¨¦n al que fuera comandante supremo aliado en el sureste de Asia en la II Guerra Mundial.
A partir de entonces, el republicanismo irland¨¦s dej¨® de ser en Estados Unidos un movimiento rom¨¢ntico que les recordaba su lucha por la independencia de la corona brit¨¢nica, para ser considerado terrorismo puro y duro. Un a?o despu¨¦s, Ronald Reagan prohib¨ªa las donaciones privadas recogidas entre los americanos de origen irland¨¦s. La misma l¨ªnea siguieron Bush padre y Bill Clinton. Comenzaba el principio del fin de la organizaci¨®n.
La implicaci¨®n americana en la resoluci¨®n del conflicto fue tan intensa que, incluso el anuncio de los Acuerdos de Viernes Santo fue hecho por el enviado especial del presidente Bill Clinton a las conversaciones, el ex senador George Mitchell.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.