Castro teme millones de muertes por la opci¨®n por el biocombustible

El diario comunista Granma cuenta desde esta semana con un columnista especial, Fidel Castro. A los 80 a?os, y ocho meses despu¨¦s de delegar provisionalmente todos sus poderes debido a una grave enfermedad, el mandatario se ha estrenado con una advertencia contra los biocombustibles. El uso de alimentos para fabricar combustible, dice Castro, puede matar "de hambre y sed" a 3.000 millones de personas.

El rotativo cubano public¨® ayer en primera p¨¢gina un art¨ªculo en el que el comandante reflexiona sobre el uso de combustibles alternativos y el cambio clim¨¢tico, tem¨¢ticas de su preferencia desde hace tiempo.

El trabajo lleva el alarmante titulo de Condenados a muerte por hambre y sed m¨¢s de 3.000 millones de personas en el mundo, y en ¨¦l critica al presidente estadounidense, George W. Bush, por su "idea siniestra" de "convertir alimentos en combustible". En su habitual tono desmesurado, Castro dice que la cifra de 3.000 millones de posibles v¨ªctimas no es "exagerada", sino "m¨¢s bien cautelosa". "En eso he meditado bastante despu¨¦s de la ¨²ltima reuni¨®n del presidente Bush con los fabricantes norteamericanos de autom¨®viles".

Seg¨²n el l¨ªder comunista, la reciente petici¨®n de Bush a los empresarios de su pa¨ªs para que dupliquen la producci¨®n de veh¨ªculos que usan combustibles alternativos, como medida medioambiental y para reducir la dependencia del petr¨®leo, responde a una estrategia errada. "Pienso que reducir y adem¨¢s reciclar todos los motores que consumen electricidad y combustible es una necesidad elemental y urgente de toda la humanidad. La tragedia no consiste en reducir esos gastos de energ¨ªa, sino en la idea de convertir los alimentos en combustible", se?ala. A?ade que aunque Bush "hable de producir combustible a partir de c¨¦sped o virutas de madera, cualquiera comprende que son frases carentes de realismo".

"Bombillos incandescentes"

El mandatario realiza un c¨¢lculo de la cantidad de ma¨ªz necesario para producir suficiente etanol, y concluye que ni siquiera con la cosecha nacional estadounidense de este cereal se alcanzar¨ªa para cumplir el prop¨®sito. Y todav¨ªa peor: "Pr¨¦steseles financiamiento a los pa¨ªses pobres para producir etanol del ma¨ªz o de cualquier otro tipo de alimento y no quedar¨¢ un ¨¢rbol para defender la humanidad del cambio clim¨¢tico", opina.

Su receta es que, en vez de dedicar recursos a estas alternativas, los pa¨ªses industrializados deber¨ªan concentrarse en otras maneras de ahorrar energ¨ªa. "Todos los pa¨ªses del mundo, ricos y pobres, sin excepci¨®n alguna, podr¨ªan ahorrarse millones de millones de d¨®lares en inversi¨®n y combustible simplemente cambiando todos los bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes, algo que Cuba ha llevado a cabo en todos los hogares del pa¨ªs. Eso significar¨ªa un respiro para resistir el cambio clim¨¢tico sin matar de hambre a las masas pobres del mundo".

La incursi¨®n de Castro en Granma parece confirmar lo que desde hace tiempo vienen diciendo algunos analistas. Primero, que la recuperaci¨®n del mandatario avanza satisfactoriamente y que la fecha de su reaparici¨®n p¨²blica se acerca; se habla incluso del 28 de abril, d¨ªa en que se conmemora el tercer aniversario de la fundaci¨®n del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Am¨¦ricas), que impulsan en la regi¨®n Castro y el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez. En segundo lugar, que aunque el l¨ªder cubano logre recuperarse de su enfermedad, su papel ahora ser¨¢ m¨¢s bien de referente y consultor sobre temas internacionales, alejado del d¨ªa a d¨ªa del poder, y de las c¨¢maras y micr¨®fonos.