La lengua de los pol¨ªticos
Los funcionarios de la lengua echan cifras y se ponen muy contentos: si las tendencias demogr¨¢ficas se mantienen, dentro de veinte a?os el espa?ol ser¨¢ la lengua m¨¢s hablada en el planeta. Por esos mismos funcionarios, para empezar. La nuestra es la ¨²nica lengua que tiene nada menos que veintid¨®s (22) Academias de la Lengua, con sus respectivos presidentes y secretarios perpetuos, sus acad¨¦micos de n¨²mero (as¨ª se llaman los que tienen una letra) y sus acad¨¦micos correspondientes: s¨®lo con el aporte gen¨¦tico de todos ellos, el futuro del espa?ol est¨¢ garantizado.
En lo cuantitativo. Lo cualitativo es otro cantar. Podemos verlo, podemos o¨ªrlo, en las frecuentes reuniones que se hacen para discutir sobre la lengua. As¨ª, por ejemplo, al presidente de Colombia, ?lvaro Uribe, no le tembl¨® la voz para saludar a los participantes en la XIII Reuni¨®n de la Asociaci¨®n de Academias de la Lengua, que acaba de terminar en Medell¨ªn, con las siguientes palabras:
"Visiten a Medell¨ªn. Es un gran apoyo a Colombia. Es una gran reafirmaci¨®n con nuestro idioma".
Y la de Medell¨ªn no era sino una reuni¨®n preparatoria para otra: el Cuarto Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola convocado en Cartagena de Indias, en el cual, a juzgar por los que lo precedieron, los pol¨ªticos se adue?ar¨¢n de la palabra para hacer con ella ret¨®rica pol¨ªtica. As¨ª ha sido desde que en el Primero, reunido en Zacatecas en 1997, el presidente mexicano Ernesto Zedillo aprovech¨® la circunstancia de ser el anfitri¨®n para echar un discurso "entra?ablemente mexicano" a la par que "representativo de la cultura que nos une". En el de Valladolid, en 2001, el presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang intervino para anunciar que su gobierno "hab¨ªa apostado por la creaci¨®n de una Academia para la lengua espa?ola". Y en el de Rosario, en 2004, recomend¨® a los participantes el presidente argentino N¨¦stor Kirchner:
"Hoy es un buen d¨ªa para que realicen vuestro trabajo".
El desbarrancamiento final de nuestra sufrida lengua vino de la boca de la presidenta honoraria del Congreso, la senadora Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, esposa del presidente argentino y su sucesora in p¨¦ctore:
"Quiero no hablar del valor de las palabras desde los lugares que ya se han hecho...".
En eso estamos, por ahora. Pero el futuro pinta todav¨ªa m¨¢s negro, a juzgar por el llamado Congresito de la Lengua que se realiz¨® en Medell¨ªn entre la reuni¨®n de las Academias y el Congreso de Cartagena, bajo el lema Los ni?os y las ni?as tienen la palabra. Un lema que, en s¨ª mismo, es una pu?alada por la espalda al genio propio de la lengua espa?ola. Porque en otras esa reverencia ante la correcci¨®n pol¨ªtica de g¨¦nero puede tener alg¨²n sentido: boys and girls, o filles et gar?ons. Pero en espa?ol no s¨®lo resulta pleon¨¢stica sino, sobre todo, ?o?a: el pecado que no tiene perd¨®n.
Ahora: los ni?os (y las ni?as) no se dejan. Puestos por los acad¨¦micos y sus amos los pol¨ªticos a escoger en "la palabra m¨¢s querida" de la lengua espa?ola, escogieron "chocolate". Que es una palabra n¨¢huatl. De manera que todav¨ªa hay esperanza.
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