Espacio injusto
Ya dec¨ªa can¨®nicamente Roaul Fueillet que el respeto por el espacio esc¨¦nico hab¨ªa que usufructuarlo, no abandonarlo a su suerte. El Teatro Real no es planimetr¨ªa ni proporci¨®n adecuadas para estas miniaturas delicadas, algo egoc¨¦ntricas (hay mucho movimiento in situ en espiral y hacia adentro), lentas y con unas luces cenitales implacables, menos en el solo masculino, que se vuelven protagonistas.
La bailarina a sus 42 a?os se mantiene en forma, sigue mostrando su sentido acrob¨¢tico y llega a repetirse en ocasiones sobre una banda sonora techno hasta saturar como una inasible go-g¨® en su podio. El bailar¨ªn, sin embargo, crea otras satisfacciones; su pose evoca a Halarld Kreutzberg y goza de una severa concentraci¨®n. Lo m¨¢s interesante de la velada fue escuchar el fragmento central de la Serenata para cuerdas de Shirley Thompson, una compositora de ¨¦xito, en cuyo estilo se encuentran ecos est¨¦ticos de Vaughan Williams.
Sylvie Guillem y Russell Maliphant
Push. Coreograf¨ªas: Russell Maliphant; luces: Michael Hulls; m¨²sica: Carlos Montoya, Shirley Thompson y Andy Cowton; vestuario: Ha Van-Volika y Sasha Keir. Teatro Real. Madrid, 31 de marzo.
Es la evidencia de la orfandad en que vive la danza en el principal coliseo del pa¨ªs. Hasta en la biograf¨ªa de Montoya en el programa de mano hay errores como asociarle a La Argentina en vez de a Encarnaci¨®n L¨®pez, La Argentinita; y peor a¨²n, decir que hay "detalles espa?oles" en la primera obra. ?Vaya osad¨ªa!
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