El Supremo de EE UU niega los derechos constitucionales a los presos de Guant¨¢namo
La decisi¨®n, criticada por los grupos de derechos humanos, significa una victoria para Bush
En una indiscutible victoria para el presidente George Bush y sus m¨¦todos de lucha contra el terrorismo, el Tribunal Supremo de EE UU rechaz¨® ayer el derecho de los presos en Guant¨¢namo a recurrir su situaci¨®n ante los tribunales norteamericanos, un derecho esencial consagrado en la Constituci¨®n, pero que se les niega a los detenidos de Guant¨¢namo por considerarlos combatientes extranjeros irregulares. Se trata de una decisi¨®n crucial, desalentadora para los presos y para las organizaciones de derechos humanos que hab¨ªan batallado durante a?os contra la irregularidad de la prisi¨®n.
La Casa Blanca tratar¨¢ de acelerar las comparecencias ante las comisiones militares
El rechazo del Tribunal Supremo cierra las puertas de la justicia ordinaria norteamericana -al menos por ahora- a los cerca de 400 detenidos en esa base militar estadounidense en la isla de Cuba, de los que apenas una decena han recibido cargos en su contra.
Seis de los nueve miembros del Supremo rechazaron la admisi¨®n de dos recursos presentados por los abogados de 40 de los detenidos despu¨¦s de que un tribunal federal se pronunciase ya el pasado mes de febrero en contra de la revisi¨®n del h¨¢beas corpus de los presos de Guant¨¢namo. El Supremo no descarta volver a pronunciarse en el futuro si la situaci¨®n legal de los presos se deteriora m¨¢s a¨²n.
De momento, los presos tendr¨¢n, por tanto, que defender su situaci¨®n, primero, ante unas comisiones militares especiales encargadas de dictaminar la legalidad de su detenci¨®n, y, posteriormente, ante otros tribunales castrenses, que los juzgar¨¢n.
Los abogados de los detenidos consideran que, aunque no se encuentren f¨ªsicamente en territorio norteamericano -Guant¨¢namo es, formalmente, de soberan¨ªa cubana-, est¨¢n bajo custodia de personal militar norteamericano y en una base de la que es propietaria EE UU, por lo que deber¨ªan ser protegidos por los mismos derechos que cualquier otro ciudadano norteamericano o extranjero en este pa¨ªs.
La mayor¨ªa del Supremo, sin negar expl¨ªcitamente esa argumentaci¨®n, consider¨® ayer que el Gobierno est¨¢ legitimado a tratar a los presos como combatientes extranjeros y a mantener, por tanto, el procedimiento de comisiones militares de acuerdo con la ley antiterrorista aprobada al a?o pasado por el Congreso -todav¨ªa entonces de mayor¨ªa republicana- para autorizar, espec¨ªficamente, ese modelo de tribunales. En realidad, no se trata de un pronunciamiento expreso sobre esa legitimidad, pero ¨¦sta se da por reconocida al haberse negado la m¨¢xima instituci¨®n judicial a discutir el recurso.
"Se trata de una decisi¨®n decepcionante e injusta que respalda una iniciativa del Parlamento que claramente sorteaba la ley", declar¨® ayer, tras conocerse la noticia, Michael Ratner, presidente del Centro por los Derechos Constitucionales, uno de los grupos que ha dirigido la batalla legal por los presos de Guant¨¢namo.
La decisi¨®n de ayer es la ¨²ltima de una larga disputa legal entre la Administraci¨®n y el Supremo acerca de Guant¨¢namo que todav¨ªa podr¨ªa conocer algunos episodios en el futuro. En dos ocasiones, desde 2004, el m¨¢s alto tribunal se pronunci¨® en contra de la legalidad de los tribunales militares creados por el Gobierno para los llamados combatientes irregulares. Y en dos ocasiones, el Gobierno consigui¨® modificar la ley en el Congreso para incluir sus prop¨®sitos sobre los juicios en Guant¨¢namo, hasta que, finalmente, ha conseguido una decisi¨®n del Supremo a su favor.
De esta forma, la Administraci¨®n intentar¨¢, a partir de ahora, acelerar la comparecencia de los presos ante las comisiones militares con el objeto de establecer un status legal definitivo en Guant¨¢namo y evitar nuevas acciones judiciales en contra.
Eso no representa, no obstante, una garant¨ªa plena de que el asunto de Guant¨¢namo quede ya cerrado. Por un lado, el Supremo seguramente tendr¨¢ que pronunciarse en el futuro sobre otros recursos similares procedentes de otros tribunales. Es probable que la posici¨®n no sea diferente en esos casos. Pero otra cosa podr¨ªa ser la revisi¨®n de la ley por parte del Congreso.
Dos de los jueces que ayer se pronunciaron contra la aceptaci¨®n del recurso observaron que tomaban esa decisi¨®n basados ¨²nicamente en objeciones de procedimiento. La teor¨ªa del Supremo parece establecida, sobre la base de los dos pronunciamientos anteriores, en el reconocimiento de que los presos de Guant¨¢namo est¨¢n amparados por las leyes de EE UU, pero no quiere oponerse a los procedimientos judiciales regulados por el Legislativo.
Esto significa que el Congreso, ahora de mayor¨ªa dem¨®crata, podr¨ªa revisar la ley que permit¨ªa y regulaba las comisiones militares para Guant¨¢namo, de tal manera que desaparezca el respaldo legal con que ahora mismo cuenta el Gobierno para esos procedimientos. Eso crear¨ªa una situaci¨®n nueva en la que la actuaci¨®n de los jueces podr¨ªa tambi¨¦n producir resultados diferentes.
Aunque varios congresistas dem¨®cratas han expresado su deseo de acabar con Guant¨¢namo y con las leyes que lo protegen, todo esto supone un dif¨ªcil y largo proceso durante el que los presos ser¨¢n tratados y juzgados de acuerdo con las normas actuales.
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