Dorada sencillez de amor
Quiz¨¢ nos estemos deshabituando (y no es bueno) a una poes¨ªa tan refinada y tan sencilla. Como en este caso habla de amor, es como si hubi¨¦ramos prescindido de saber rozar o acariciar el tacto de una piel querida... El norteamericano James Laughlin (1914-1997) quiz¨¢ s¨®lo fue conocido como poeta en sus ¨²ltimos a?os, pero nadie que conozca algo del mercado anglosaj¨®n del libro lo ignora. Hijo de una familia rica, que aspir¨®, no a mayor riqueza, sino a la culta pr¨¢ctica del mecenazgo, fue el fundador, desde 1936, y principal impulsor de la editorial New Directions, donde se ha publicado (en ingl¨¦s y traducci¨®n) buena parte de la mejor poes¨ªa universal.
El inquieto Laughlin viaj¨® a Europa en 1934 y tuvo la suerte relativa -dada la ¨¦poca- de encontrar en Rapallo al gran Ezra Pound, que lo tuvo como exclusivo alumno durante un a?o. Si Laughlin (a?os antes) hubiese encontrado al autor de Personae, la vinculaci¨®n hubiese sido perfecta. Pero el joven que quer¨ªa moverse entre tradici¨®n y modernidad, casi a partes iguales, porque consideraba que toda modernidad ha de apoyarse y tomar sentido en la tradici¨®n, se encontr¨® ya con el autor de los Los cantos, muy entregado -adem¨¢s- a estudiar las teor¨ªas econ¨®micas del fascismo. De forma que, dig¨¢moslo, el encuentro fue estupendo y no tanto. La persona adecuada, pero no en el momento oportuno. Pound alab¨® primero la tarea po¨¦tica de Laughlin, pero concluy¨® aconsej¨¢ndole que se dedicara a otra cosa, como "trabajar en una f¨¢brica o en una librer¨ªa". El chico -al retornar a Am¨¦rica- hizo y no hizo caso al maestro, como sabemos. Edit¨® libros (magn¨ªficamente) y sigui¨® escribiendo poemas, aunque o los daba a conocer bajo seud¨®nimo o simplemente los guard¨® hasta sus ¨²ltimos a?os, cuando apareci¨® esta varia colecci¨®n de Poemas de amor, en los que a veces habla un joven y otras -con otra aunque cercana emoci¨®n- un viejo no menos enamorado. Sospechamos as¨ª que son poemas de distintas ¨¦pocas y destinados a varias mujeres, pero que al fin, parecen (quiz¨¢ reelaborados o vueltos a peinar) surgidos casi a la vez -tal es su naturalidad, su frescor- y dirigidos s¨®lo a la ¨²ltima amada: Gertrude.
POEMAS DE AMOR
James Laughlin
Traducci¨®n de Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias
Linteo Poes¨ªa
Ourense, 2007
140 p¨¢ginas. 13 euros
Dice el traductor (la edici¨®n
es biling¨¹e y ha hecho una versi¨®n fina y pulcra) que Laughlin "dice la alta cultura en un ingl¨¦s sencillo, coloquial y entrecortado". Es cierto. Lo entrecortado (como la amplia ausencia de puntuaci¨®n) viene a¨²n de un tributo a la vanguardia, de la modesta necesidad de buscar quiebros y novedades en el ritmo. Es importante. El resto (catuliano, pero no s¨®lo) procede de un poema que busca lo esencial no intelectualizado, el puro y pr¨ªstino sentimiento rico en ra¨ªces culturales -como quiso el primer Pound- despojado de cualquier adorno que no sea el que la misma tradici¨®n filtra. Por eso los poemas propios (los que cantan el abrazo en el sue?o de quienes se aman, la comunicaci¨®n en el silencio del lecho, la renovaci¨®n del amor, "nunca hay nunca en el amor") se estrechan con los que en la segunda parte m¨¢s breve -Poemas cl¨¢sicos de amor- se vuelven incursiones, en la estela de Pound, a los trovadores, Cavalcanti, alg¨²n hind¨², Ovidio, Propercio o los epigramatistas griegos, como Meleagro o Marco Argentario. Claro que hay mucha cultura y una f¨¦rtil intertextualidad en este libro -como en tanta poes¨ªa moderna-, pero aqu¨ª se da sin la menor pedanter¨ªa, s¨®lo como remache de lo evidente. Triunfa y brilla un peque?o cuerpo de poemas amorosos, tan exactos y simples, que a menudo dejan temblando: "Sobre su carne la piel /danza no intentes hablar". O as¨ª: "Ojal¨¢ yo pudiera conversar con tu cuerpo / sin tantas precauciones...". Una fina y fr¨¢gil delicia. Insisto ?habremos olvidado la sencillez? Laughlin -poco vanidoso, sin duda- la hall¨® de nuevo. Un alto poeta menor.
(Curiosamente este librito tantos a?os desconocido -y no s¨®lo en Espa?a- se tradujo tambi¨¦n ya en Argentina, asimismo en edici¨®n biling¨¹e, Los poemas de amor de James Laughlin, versiones, pr¨®logo y notas de Osvaldo Picardo, Fernando Scelzo y Esteban Moore. Editorial Mart¨ªn. Mar del Plata, 2001).
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