La Espa?a plural televisiva

Resulta sorprendente ver el esfuerzo de los medios de comunicaci¨®n en general, y de la televisi¨®n p¨²blica en particular, en contribuir a orquestar la conciencia ciudadana para que se piense que en este pa¨ªs la pol¨ªtica s¨®lo es posible siguiendo modelos de bipartidismo de otros pa¨ªses, alabados por unos y denostada p¨²blicamente por otros.

Y es que la campa?a publicitaria a que nos hemos visto sometidos, con el presidente espa?ol recientemente, y el jefe del otro partido mayoritario, en un programa muy del tipo americano, y muy acorde con esta visi¨®n de esta Espa?a bipartita, que en lo dem¨¢s (salvo en pol¨ªtica) presume de plural, diversa, multicultural, auton¨®mica (con hechos diferenciales estatutarios ya reconocidos) y solidaria.

As¨ª, en la realidad pol¨ªtica no hay diversidad que valga: ah¨ª, ¨²nica cuesti¨®n en que "el bipartidismo" est¨¢ de acuerdo. Los dos grandes partidos, junto con los medidos de comunicaci¨®n, unidos.

Pero si de verdad somos como presumimos, se deber¨ªa abrir este espacio a otras sensibilidades pol¨ªticas que tengan una representatividad significativa, lo que les permitir¨ªa salir del anonimato a que los tienen sometidos, permitir¨ªa que saliera a la luz la realidad plural pol¨ªtica. Y permitir¨ªa a los ciudadanos tener la oportunidad y el derecho de dirigir sus cien preguntas a otro u otros representantes elegidos democr¨¢ticamente.