Bodas, bautizos y demoliciones

Antes de que finalice el mes de abril, el Ayuntamiento de Tarragona deber¨¢ comenzar el derribo del emblem¨¢tico restaurante Fort¨ª de la Reina. As¨ª lo estipula un auto del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC), que el consistorio ha recurrido, pero que ha puesto en peligro la celebraci¨®n de centenares de bodas, bautizos, comuniones y celebraciones en general que el local tiene reservados. Primavera y verano, la temporada alta de los enlaces matrimoniales, comenzar¨¢ con la duda de si pueden llevarse a cabo las 140 reservas que acumula el restaurante hasta octubre. "Desde noviembre les explicamos la situaci¨®n a todos los clientes, y la mayor¨ªa se asustan y se van", explican fuentes del Fort¨ª de la Reina.

Los tribunales avisan de que impondr¨¢n una multa si el alcalde no cumple la sentencia

En noviembre pasado el Tribunal Constitucional ratific¨® el derribo de este restaurante, al estar construido en una zona verde, encima de un acantilado en la playa del Miracle de Tarragona. Sin embargo, el proceso judicial que contra el restaurante emprendi¨® una particular tarraconense ha sido tan largo que son muchos los clientes que han seguido reservando mesa. "Es como la historia de Pedro y el lobo", comentan desde el Fort¨ª.

Y no lo dicen por decir. El caso arranc¨® con una denuncia en 1990, y desde entonces el restaurante ha ocupado innumerables titulares de prensa. Y m¨¢s en 1996, cuando el TSJC dio la raz¨®n a la demandante y orden¨® el derribo de este antiguo fort¨ªn militar que usaron los partidarios del Archiduque de Austria en la Guerra de Sucesi¨®n (1702-1714) para defender Tarragona en una contienda que termin¨® con la victoria del Borb¨®n Felipe V y la anulaci¨®n de todas las instituciones auton¨®micas catalanas con el Decreto de Nueva Planta.

El restaurante tiene reservas hasta 2008. "Los que tengan reservadas bodas para ese a?o seguramente podr¨¢n cambiar de sitio, pero sin duda los de 2007 no encontrar¨¢n lugar", indica la direcci¨®n del restaurante. Estos compromisos en peligro son precisamente el principal argumento del recurso que ha presentado el Ayuntamiento de Tarragona contra el ¨²ltimo auto del TSJC, de 27 de marzo, que por primera vez a lo largo de esta odisea judicial ha fijado plazos para el cumplimiento de la sentencia.

Si el consistorio no cumple, el TSJC impondr¨¢ una multa de 1.500 euros al alcalde, Joan Miquel Nadal (CiU), y otras sanciones de 1.500 euros por cada 20 d¨ªas que transcurran hasta el final de unas obras de derribo que tampoco ser¨¢n sencillas. Los muros perimetrales del restaurante son en parte los originales del siglo XVIII, declarados bien cultural protegido. Por tanto, el derribo deber¨¢ respetar estos elementos y ning¨²n t¨¦cnico, ni municipal ni de la Generalitat, se ha desplazado in situ al Fort¨ª de la Reina para elaborar un informe.

Al margen de las bodas y las ruinas, el derribo del restaurante pone en peligro al menos 30 puestos de trabajo directo. Se trata de los cocineros, camareros, personal de administraci¨®n y limpieza, que desde el pasado mes de noviembre viven en una permanente situaci¨®n de preocupaci¨®n. "A¨²n tenemos optimismo", asegura la direcci¨®n del restaurante.

La ¨²nica esperanza que les queda, ante un derribo que ya ven inevitable, es dilatar al m¨¢ximo la ejecuci¨®n de la sentencia para lo cual los propietarios disponen de la colaboraci¨®n inestimable del Ayuntamiento de Tarragona y del consenso de todos los grupos pol¨ªticos.