Alain Etchegoyen, fil¨®sofo y ¨²ltimo comisario del plan
Public¨® 'Los diez temas a los que no podr¨¢ escapar el pr¨®ximo presidente'
Alain Etchegoyen ten¨ªa una s¨®lida formaci¨®n cient¨ªfica y cristiana, no en vano hab¨ªa estudiado en los jesuitas. Nacido en 1951 en Lille, pero de madre vasca -los extremos norte y sur de Francia-, Etchegoyen se hab¨ªa empe?ado en reconciliar en su trabajo empresa y trabajadores -su libro L'Entreprise a-t-elle une ?me? hab¨ªa renovado el discurso del cristianismo social-, derecha e izquierda -hab¨ªa sido alto funcionario con Gobiernos socialistas o con Jean Pierre Raffarin-, cultura de ¨¦lite y cultura de masas -daba clases de filosof¨ªa por televisi¨®n-.
Autor de una veintena de libros, algunos meramente de oportunidad, otros largamente reflexionados, Alain Etchegoyen ha fallecido a los 55 a?os, en su casa de los alrededores de Par¨ªs, v¨ªctima de un c¨¢ncer. Durante a?os hab¨ªa colaborado en el semanario Le Nouvel Observateur aportando un punto de vista cristiano a una publicaci¨®n de orientaci¨®n socialista y muy marcada por los problemas pol¨ªticos ligados a la existencia del Estado de Israel.
Hab¨ªa colaborado con la ministra Martine Aubry y actual alcaldesa de Lille creando una asociaci¨®n -Agir- que luchaba contra la exclusi¨®n, hab¨ªa sido consejero de la titular de la cartera de Justicia del Gobierno de Jospin y el conservador Raffarin le nombr¨® comisario del Plan en 2002. Era un encargo ins¨®lito pero digno de un fin de carrera. El Plan, el ministerio del Plan, era un invento gaullisto-comunista que durante a?os puso de moda la llamada "planificaci¨®n indicativa", es decir, unos planes quinquenales, pero sin la obligaci¨®n de cumplirlos. Con el tiempo, con la liberalizaci¨®n de la econom¨ªa francesa, el Plan fue perdiendo importancia y quedando m¨¢s como un gabinete de estudios y algo as¨ª como una sinecura administrativa.
Dominique de Villepin, que sin duda toleraba mal que en su Gobierno hubiera otro escritor que ¨¦l, ces¨® a Etchegoyen en cuanto accedi¨® al cargo de primer ministro, cese que Etchegoyen vivi¨® como una afrenta personal. Antes, en sus sucesivas visitas a la Administraci¨®n p¨²blica como alto funcionario, ya hab¨ªa topado con otro ministro, concretamente con S¨¦gol¨¨ne Royal, entonces ministra delegada para cuestiones de ense?anza escolar. Su recuerdo de la actual candidata socialista a las presidenciales era poco amable.
Fil¨®sofo, divulgador, empresario, profesor, columnista y cient¨ªfico -su tesis era sobre termodin¨¢mica-, Alain Etchegoyen hab¨ªa publicado muy recientemente una novela policiaca y pocos meses atr¨¢s un peque?o ensayo sobre Los diez temas a los que no podr¨¢ escapar el pr¨®ximo presidente. No ser¨¢ ¨¦l quien le examine.
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