Mitos y leyendas del Impuesto de Sociedades
Afirma el autor que la posible existencia de tipos diferentes en el Impuesto de Sociedades es m¨¢s un problema pol¨ªtico que econ¨®mico.
En el debate sobre la posibilidad de que Guip¨²zcoa tenga un tipo diferente en el Impuesto de Sociedad (IS) respecto a los otros dos territorios se han entremezclado diversas cuestiones, que van desde las tendencias fiscales en Europa hasta los efectos del impuesto sobre la competitividad, pasando por los efectos de la diferenciaci¨®n de tipos sobre la cohesi¨®n territorial y la eficiencia global de la Comunidad Aut¨®noma del Pa¨ªs Vasco (CAPV). En este punto, quiz¨¢ sea conveniente reflexionar un poco sobre la incidencia e importancia real del IS para las empresas, la competitividad y el nivel de actividad econ¨®mica.
En la UE, desde hace m¨¢s de 20 a?os hay una clara tendencia a reducir los tipos del IS y, al mismo tiempo, eliminar deducciones y bonificaciones a las empresas. El resultado es que, en general, la recaudaci¨®n por el impuesto no ha disminuido, sino que incluso ha aumentado en muchos pa¨ªses. En las reformas que realizan actualmente los territorios hist¨®ricos de la comunidad aut¨®noma, los tipos se reducen, pero las bonificaciones y deducciones se transforman sin llegar a reducirse de forma n¨ªtida.
En 2004, con un tipo del 32,5%, las empresas guipuzcoanas pagaron de media el 14,6%
En Euskadi se recauda con este impuesto entre un 35% y un 50% menos que en territorio com¨²n
En todo caso, incluso si nos fijamos exclusivamente en los tipos, hay que se?alar que, siendo cierto que en la UE hay algunos pa¨ªses con tipos inferiores al 28% (significativamente Irlanda, que tiene un 12,5%), hay bastantes pa¨ªses con tipos por encima del 30%, como Alemania, (m¨¢s del 38%), Francia (33,33%), Italia (33%) o B¨¦lgica (casi el 34%). Fuera de la UE, en los Estados Unidos por ejemplo, el tipo puede llegar al 40%.
M¨¢s importante que los tipos, es la recaudaci¨®n efectiva. Despu¨¦s de todo, si las deducciones son generosas o, simplemente, si hay un fraude sustancial, da igual que los tipos nominales sean muy altos, porque se acabar¨¢ pagando poco. Actualmente, en promedio, el IS recauda en torno al 3,2% del PIB en la UE-15 (toda la Uni¨®n excluyendo los nuevos estados miembros). En el Pa¨ªs Vasco, se recauda algo m¨¢s del 2%. Esto es, casi un 30% menos. En el resto del Estado, por el contrario, la recaudaci¨®n supera al promedio de la UE.
La comparaci¨®n con el Estado aporta un buen indicador de lo que est¨¢n recibiendo los empresarios de la comunidad aut¨®noma como ayudas fiscales. Desde hace m¨¢s de 25 a?os, el IS recauda en la CAPV (en porcentaje del PIB) entre un 35% y un 50% menos que en territorio com¨²n. Por ejemplo, en 2003 la CAPV recaud¨® un 45% menos que el Estado. Este es un indicador de la generosidad de las normas vascas del IS. Una segunda cuesti¨®n relevante es la de los efectos del IS sobre la competitividad. La evidencia disponible es muy poco concluyente, aunque la presunci¨®n dominante es que el IS juega un papel menor en la competitividad frente a otros factores de coste (coste de la mano de obra, regulaciones laborales y medioambientales, etc.) y de productividad (capacidad de innovaci¨®n, calidad de la producci¨®n, agresividad comercial, etc.). Tambi¨¦n, es m¨¢s que probable que los efectos del IS sobre la deslocalizaci¨®n de empresas sean, si acaso, de segunda o tercera magnitud. Las empresas no se van a los pa¨ªses del Este o al Tercer Mundo por el IS, sino porque el coste salarial y los requisitos legales (laborales y de otro tipo) son menores.
En todo caso, es evidente que una diferencia de dos puntos en el IS (el 28% sobre el 30%) no puede tener ning¨²n efecto econ¨®mico significativo. Ciertamente, es en el inter¨¦s de los empresarios decir que lo tiene, porque si logran convencer a la sociedad y se les rebaja el IS, eso que ganan. Pero que lo digan no significa que sea cierto.
M¨¢s a¨²n, lo que los empresarios pagan por el IS dista mucho del tipo nominal. As¨ª, por ejemplo, en 2004, el tipo que realmente se aplic¨® (el llamado tipo efectivo) a las empresas que segu¨ªan las normas de Guip¨²zcoa y pagaban algo por el impuesto (m¨¢s de la mitad de las empresas declarantes dec¨ªa tener p¨¦rdidas y, por tanto, no pagaba nada) era el 14,6%. Algo muy lejos del tipo nominal vigente, que era el 32,5%. Y lo mismo ocurre en los otros dos territorios. A modo de comparaci¨®n se puede se?alar que en territorio com¨²n, el tipo efectivo supera el 24%.
En realidad, incluso la cuant¨ªa del tipo efectivo es una sobreestimaci¨®n para muchas empresas, porque habr¨ªa que reducirlo por la ocultaci¨®n que hacen de ingresos, la sobreestimaci¨®n de gastos (incluyendo, a veces, los personales de los propietarios de las empresas), las ayudas p¨²blicas que reciben o, incluso, por la parte del IS que se devuelve a los propietarios en la declaraci¨®n del IRPF.
De hecho, la mayor¨ªa de los empresarios paga poco o nada por el IS. De las m¨¢s de 19.000 empresas que declararon en Guip¨²zcoa en 2004, m¨¢s de 10.000 dec¨ªan tener p¨¦rdidas. Entre s¨®lo 69 empresas (el 0,3% del total) pagaban m¨¢s del 35% de lo recaudado y entre poco m¨¢s de 500 (el 2,9% del total), casi el 75% de lo recaudado. M¨¢s a¨²n, el 70% de los que pagan algo, no llega a los 9.000 euros de promedio. Esto sugiere que son las empresas muy grandes quienes realmente pagan por este impuesto.
La conclusi¨®n para el debate sobre le tipo del IS es clara. Que Guip¨²zcoa pueda tener un tipo algo m¨¢s alto puede ser para algunos un problema pol¨ªtico porque piensan que, por principios, los sistemas fiscales de los tres territorios deben ser iguales. Pero ciertamente no es un problema econ¨®mico. Ni va a suponer un peligro para la competitividad de las empresas de Guip¨²zcoa, ni va a perjudicar a la unidad econ¨®mica del Pa¨ªs Vasco, ni va a crear ning¨²n tipo de deslocalizaci¨®n. Es m¨¢s, podr¨ªa haber diferencias m¨¢s amplias que los dos puntos que se debaten, sin que se produjeran efectos econ¨®micos adversos para Guip¨²zcoa o para el conjunto de la CAPV. De hecho, a la vista de los datos, si la diferencia de tipos en el IS fuera realmente importante a la hora de competir, probablemente las empresas vascas deber¨ªan ser las due?as de todos los mercados de Espa?a. Incluso de parte de los de Europa.
Todo lo anterior sugiere que los empresarios de la CAPV ya est¨¢n disfrutando de unas reducciones fiscales notables a expensas del resto de los contribuyentes, que o bien pagan m¨¢s o reciben menos prestaciones de gasto. Y que quiz¨¢ fuera mejor que, en vez de buscar aumentar sus beneficios pidiendo a¨²n m¨¢s reducciones fiscales, se preocuparan de ser m¨¢s innovadores y m¨¢s eficientes, de buscar nuevos mercados, etc. Porque si para que una empresa sea rentable para su propietario necesita no pagar impuestos, quiz¨¢ es que se trata de una empresa sin una actividad que justifique su existencia.
Ignacio Zubiri es catedr¨¢tico de Hacienda P¨²blica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco.
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