Recuerdos de un espadach¨ªn
Don Diego Duque de Estrada fue uno de esos aventureros que marcaron el pulso de la Espa?a del siglo XVII. Nacido en 1589, escribi¨® sus memorias a una edad madura, cuando estaba enclaustrado en un convento de Cerde?a. Sus memorias han sido reeditadas en Sevilla por Espuela de Plata. El libro devuelve a la luz una obra dif¨ªcil de encontrar que est¨¢ en la l¨ªnea de las memorias de Alonso de Contreras, el aventurero del Siglo de Oro que inmortalizara Jos¨¦ Ortega y Gasset en un pr¨®logo memorable.
Don Diego Duque de Estrada era hijo de una familia hidalga. Conoci¨® a Lope de Vega, a Quevedo, a Villamediana... A la vez que med¨ªa su talento con otros poetas, Duque de Estrada visitaba tabernas y garitos para jugar a los dados o mejorar sus estocadas. Sus padres lo reclamaron y volvi¨® a Toledo. Unos amores con una hermanastra acabaron en tragedia tras sorprender a la chica con otro. Con dos muertes en su conciencia, Duque de Estrada huy¨® del lugar de los hechos.Su vida fue a partir de entonces una sucesi¨®n de aventuras, batallas y lances.
MEMORIAS
Don Diego Duque de Estrada
Ediciones Espuela de Plata
528 p¨¢ginas / 20 euros
El escritor Segundo Serrano Poncela, autor de uno de los dos pr¨®logos del libro, se interes¨® por estas memorias, a las que califica como "un documento de primer orden para entender la psicolog¨ªa del espa?ol, durante los siglos grandes".
"Mucho se ha escrito sobre soldados, aventureros y p¨ªcaros y sobre lo que, en sustancia, estos modos azarosos de comportamiento social significaron para las gentes de la Espa?a del siglo XVII. Fauna plural y variada en gustos, cubr¨ªa toda la escala de la sociedad desde el arist¨®crata hasta el estudiante; se nutr¨ªa de hidalgos empobrecidos; capitanes de fortuna, sirvientes y lacayos, aventureros desenga?ados, beatos, gente de iglesia, rufianes, ermita?os y los ciento cincuenta mil vagabundos que a fines del siglo XVI circulaban por Espa?a. Inclusive los propios escritores se dejaban, a veces, arrastrar por tan gustosas ocupaciones. Algunos de estos sujetos escribieron acerca de s¨ª mismos mezclando la realidad con la fantas¨ªa, esta ¨²ltima con caracteres de ret¨®rica adjetiva cuya excrecencia percibe el lector", se?al¨® Serrano Poncela.
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