En la estela de Pujol

La avalancha de inauguraciones de los ¨²ltimos d¨ªas viene a demostrar que todo est¨¢ inventado en el terreno de la autopromoci¨®n institucional. Los 23 a?os de pujolismo marcaron todo un hito en este sentido. Una de las mayores demostraciones de saber hacer inaugurativo se dio con el Eix Transversal, la v¨ªa r¨¢pida de 150 kil¨®metros entre Girona y Lleida, que vio la luz tras la friolera de 12 inauguraciones. El ¨²ltimo de estos festejos, presidido por Jordi Pujol en 1997, cont¨® con 2.000 invitados y una muestra gastron¨®mica de productos de la zona. Hasta fue retransmitida en directo por los medios dependientes de la Generalitat. Como medida de protesta ante tanta fastuosidad, los alcaldes socialistas de las comarcas afectadas por el Eix no asistieron al acto.

No menos desapercibida pas¨® otra inauguraci¨®n de Pujol en plena campa?a electoral de las municipales de 1999. Fue en Olot, en un acto solemne, y con motivo de la remodelaci¨®n de la plaza de Catalunya de la capital de la Garrotxa. El ¨²nico fallo de la inauguraci¨®n fue que las obras de la citada plaza estaban a medias.

Tan evidente era la precariedad de la obra que el mismo presidente tuvo que cambiar sobre la marcha el discurso que ten¨ªa previsto. Lo que estaba anunciado como inauguraci¨®n acab¨® siendo una simple "visita de obras" en palabras de Pujol.