'Trist¨¢n e Isolda', hacia la modernidad
Ma?ana se entrega con EL PA?S, por 9,95 euros, la ¨®pera m¨¢s arriesgada y genial de Richard Wagner
Cuando alg¨²n aspirante a escritor con pocas luces le pidi¨® una vez a Camilo Jos¨¦ Cela que le prestara un argumento para una novela, el escritor gallego le contest¨®: "Un hombre y una mujer se aman, con talento le puede salir a usted La cartuja de Parma". A Richard Wagner le faltaban muchas cosas, entre otras, humildad, respeto por la especie y catadura moral, pero le sobraban otras tantas, como, por ejemplo, talento. As¨ª que cuando este m¨²sico ambicioso, que se empe?¨® desde muy joven en cambiar el rumbo de la historia de la ¨®pera, decidi¨® desarrollar el desquiciado argumento que Cela propuso a aquel zangolotino, ¨¦ste se la jug¨® a fondo y conscientemente creando Trist¨¢n e Isolda, la ¨®pera que estaba llamada a llevar consigo la historia de amor m¨¢s revolucionaria de todos los tiempos.
No s¨®lo su formato es grandioso. En esa intenci¨®n formal ya lleva impl¨ªcita su propia ambici¨®n. Siempre suena mejor con m¨¢s de 100 m¨²sicos y el reto para las voces es digno de superh¨¦roes en un arte ya de por s¨ª exigente. Pero es mucho mayor el reto est¨¦tico y musical que plantea. Un desaf¨ªo que est¨¢ en perfecta consonancia con la filosof¨ªa, con el esp¨ªritu que impregna toda la historia de este amor imposible, que se adelanta en sus planteamientos atemporales a las palpitaciones de la modernidad.
Cuando Wagner compone Trist¨¢n e Isolda rompe los moldes de manera muy consciente. Es algo innato en su ¨¢nimo y que seguir¨¢ haciendo hasta el final con la trascendente Parsifal y por supuesto en lo que ¨¦l consideraba su mayor trabajo, la tetralog¨ªa de El anillo del nibelungo: cuatro ¨®peras que plantean una filosof¨ªa de obra de arte total, con todo lo que ello implica en cuestiones formales, est¨¦ticas y morales.
Pero quiz¨¢ ha sido su Trist¨¢n e Isolda la apuesta m¨¢s seguida por quienes vinieron despu¨¦s. Con esta propuesta viv¨ªsima y vigente, Wagner inicia un camino que muchos seguir¨¢n hasta desembocar en la ruptura total de la Escuela de Viena y tambi¨¦n a los planteamientos de Richard Strauss, la siguiente v¨¦rtebra de la columna vertebral de la historia de la ¨®pera.
Las voces de los dos enamorados nos transportan directamente a la Lul¨², de Alban Berg, y a la Electra, de Strauss. El maestro alem¨¢n plantea la inc¨®gnita en los primeros acordes, en las cuatro primeras notas de la Obertura. Es ah¨ª donde rompe las expectativas y es as¨ª como plantea lo que va a desarrollar todo lo que acontece y suena despu¨¦s.
As¨ª, la ¨®pera se convierte en una sucesi¨®n de frustraciones, de desencuentros, de coitos interruptus, de impedimentos y barreras constantes para el amor que van creando una inquietante y asfixiante ansiedad. En medio de una historia con aires de leyenda, de cuento art¨²rico, Wagner lleva hasta sus ¨²ltimas consecuencias el romanticismo, mucho m¨¢s all¨¢ de lo que hab¨ªa hecho en El holand¨¦s errante y abre, tambi¨¦n como autor del libreto, interrogantes sin respuesta que colgar¨¢n siempre en el seno interior de todos los amantes. "?Qu¨¦ fue antes, el deseo o el amor?".
EL GRAN F?RTWANGLER
La versi¨®n de Trist¨¢n e Isolda nos llega en una grabaci¨®n hist¨®rica dirigida por uno de los maestros m¨¢s grandes de todos los tiempos: Wilhelm Furtw?ngler
El que fuera director de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn se hace cargo de la orquesta y coro de Covent Garden con unos fant¨¢sticos Ludwig Suthaus y Kirsten Flagstad como Trist¨¢n e Isolda en un reparto en el que tambi¨¦n destaca el gran bar¨ªtono Dietrich Fischer-Dieskau como Kurwenal
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