Una energ¨ªa que no todos pueden seguir
Hace apenas unas semanas llegu¨¦ a Berl¨ªn, donde permanecer¨¦ un a?o. Para el viaje dispuse de 50 libros que habr¨ªan de acompa?arme en la aventura: ensayos, novelas que acumulan sobre s¨ª varias lecturas, relatos de escritores alemanes (para ejercer la hipocres¨ªa) y ninguna obra de Roberto Bola?o. Mis amigos que a su vez son escritores mexicanos discuten acerca de Bola?o, a unos les parece que se ha hecho una tormenta en un vaso de agua, es un buen escritor dicen, pero nada m¨¢s. En cambio, otros lo consideran un Dios de talento no s¨®lo evidente, sino indiscutible. Aunque he le¨ªdo buena parte de la obra del escritor chileno me he mantenido fuera de la contienda. ?Con qu¨¦ se queda uno despu¨¦s de leer una novela? Acaso con un vaso roto y un conjunto de maldiciones, nadie lo sabe. Yo creo que Bola?o era un gran escritor: incontenible en su producci¨®n e impredecible en sus historias. Adem¨¢s es simp¨¢tico, es decir, que su relatar tiene gracia, humanidad. Cu¨¢ntos escritores conocemos sin una sola de gota de gracia. ?Los contamos? No acabar¨ªamos en varios d¨ªas. Me sorprende de varios escritores su furia narrativa: no saben detenerse. Me imagino que tambi¨¦n le sucedi¨® a Bola?o, pero su caso es distinto porque casi siempre sali¨® bien librado. ?A qu¨¦ se debe eso? Ojal¨¢ lo supiera, pero sospecho que su poder de fabulaci¨®n extraordinario sumado a un talento para hacer de cualquier hecho un acontecimiento narrativo lo ponen del lado de los buenos. Los detectives salvajes me parece por mucho una obra m¨¢s que importante, pese a que me arrastr¨¦ para llegar a la ¨²ltima p¨¢gina. Y es que Bola?o tiene esa energ¨ªa de escritor ni?o al que no todos pueden seguir. Y bueno, el entusiasmo se acaba: en sus relatos me siento bastante m¨¢s c¨®modo, pero menos emocionado.
La discusi¨®n a la que alud¨ª l¨ªneas atr¨¢s no tiene mayor sentido: cuando un escritor va m¨¢s all¨¢ del mero oficio de narrar y crea un mundo desconocido, imposible, capaz de hacer de la imaginaci¨®n de sus lectores un campo de batalla, estamos frente a un escritor de verdad. Y Bola?o lo era de sobra. (Ahora bien, mis cincuenta libros son intocables).
Guillermo Fadanelli (M¨¦xico, 1963) es autor de Lodo y Educar a los topos.
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