'Crack' Villa
Un partidazo del Guaje resucita al Valencia ante un Sevilla que se hundi¨® en el segundo tiempo
Villa contra todos. Contra el Sevilla, contra el cansancio, contra la depresi¨®n que hab¨ªa postrado a su equipo. Es lo que tienen los cracks: que resucitan a un muerto. Lo recordaba Xavi en este peri¨®dico: Ronaldinho levant¨® al Bar?a de sus cenizas. Pues bien, eso mismo hizo ayer El Guaje, que rescat¨® a su equipo de los desperfectos devastadores que hab¨ªa causado el hurac¨¢n Chelsea. La primera media hora anunciaba un paseo triunfal del Sevilla, conjunto cuajado, redondo, que mostraba una jerarqu¨ªa absoluta en el centro del campo. Hasta que quiso Villa.
Si no hay nada que comer, ¨¦l sale a la calle a buscarlo. Y hurga hasta en la basura. De ella extrajo ayer un lingote de oro. Barri¨® todo el frente de ataque, puesto que no llegaba nada en condiciones. En una misma jugada corri¨® hasta cinco sprints como ¨²nica manera de conquistar un espacio de gol. Lo vio Marchena. Le envi¨® un pase perpendicular al ¨¢rea grande. La duda era c¨®mo llegar¨ªa el Guaje al instante decisivo: ?con o sin ox¨ªgeno? Bien, la respuesta la obtuvo de inmediato Cobe?o. Con un toque de zurda sutil¨ªsimo, de clase insuperable, Villa elev¨® y cruz¨® la pelota al palo alejado del portero. El Valencia, una vez m¨¢s, se dio cuenta de que necesita muy poco para marcar. Necesita que se pongan en marcha sus dos extraordinarios goleadores. O uno de los dos.
VALENCIA 2- SEVILLA 0
Valencia: Ca?izares; Miguel, Albiol, Ayala, Moretti; Joaqu¨ªn, Marchena, Hugo Viana, Silva; Villa y Morientes. No utilizados: Butelle, Del Horno, Angulo, Jorge L¨®pez, Curro Torres, Pallard¨® y Guerra.
Sevilla: Cobe?o; Hinkel, Javi Navarro, Dragutinovic, David; Dani Alves, Renato, Maresca, Adriano (Puerta, m. 82); Jes¨²s Navas y Luis Fabiano. No utilizados: Varas, Kerzhakov, Escud¨¦, Mart¨ª, Ocio y Alfaro.
Goles: 1-0. M. 27. Pase de Marchena a Villa, que eleva ante Cobe?o.
?rbitro: Clos G¨®mez. Amonest¨® a Javi Navarro y expuls¨® con roja directa a Hinkel por penalti a Villa.
Unos 45.000 espectadores en Mestalla.
Hasta el gol, la inferioridad del cuadro de Quique hab¨ªa sido sonrojante. El p¨²blico afilaba sus garras contra todos, Ca?izares incluido. B¨¢sicamente, y tal y como acaeci¨® el martes ante el Chelsea, porque el centro del campo local, all¨ª donde laten las constantes vitales, se hab¨ªa convertido en un p¨¢ramo. Lo aprovech¨® el Sevilla para tocar y tocar, siempre con criterio, y ver correr a sus adversarios. Renato y Maresca, dos suplentes habituales, se sent¨ªan emperadores en Mestalla. Obligado por las bajas de White Hart Lane, Juande recompuso el mapa con Navas de media punta. Y result¨® un acierto. M¨¢s que nada porque el chico m¨¢s que correr, flota. Se meti¨® entre l¨ªneas y se encontr¨® con un oasis, sin nadie que le siguiera la pista. No porque no quisieran sino porque no pod¨ªan: era una sombra.
As¨ª se origin¨® el penalti que le infligi¨® Miguel. La oportunidad sevillista de confirmar su f¨²tbol de alta escuela. Lleg¨®, sin embargo, un invitado inesperado: el psicol¨®gico. Justo antes de lanzar Maresca el penalti, su compatriota Moretti puso las manos de altavoz y le grit¨® algo a Ca?izares. Maresca gir¨® el cuello hacia su derecha para averiguar de qu¨¦ se trataba. En ese momento hab¨ªa perdido ya la batalla. Su disparo enroscado lo desvi¨® lo justo Ca?izares para que diera en el palo. ?Era eso lo que avis¨® Moretti?
Antes del descanso, el Valencia hall¨® un tal¨®n de Aquiles en el Sevilla: Javi Navarro. Probablemente agotado por el esfuerzo ante el Tottenham, el central le dio el codazo de la impotencia a Villa ante la miop¨ªa del ¨¢rbitro y, m¨¢s grave, de su asistente. Lo que qued¨® claro es que se le iba Villa. Y, un minuto despu¨¦s, le dio esquinazo Silva. El conjunto de Quique, en definitiva, encontr¨® un camino hacia la victoria. Y Villa m¨¢s que nadie, claro. Volvi¨® a esfumarse al inicio del segundo periodo para recibir otro excelente servicio de Joaqu¨ªn. El Guaje sac¨® entonces del ba¨²l su disfraz de jugador ratonero y esper¨® que llegara Hinkel, que lo toc¨® levemente. El premio era doble: expulsi¨®n y penalti. Naturalmente, lo transformar¨ªa Villa, suave a la izquierda de Cobe?o. Joaqu¨ªn reivindic¨® con ese pase, y con un repertorio infinito de regates maravillosos, su dulce momento de forma, no acompa?ado hasta la fecha de beneficios contables para su equipo. Hasta ayer. Tocaba disfrutar y el Guaje ense?¨® un ca?o de espuela. Respondi¨® Joaqu¨ªn con la en¨¦sima burla a David. Y lo agradeci¨® Mestalla con una merecid¨ªsima ovaci¨®n a Silva, que es el descubrimiento del curso para el Valencia.
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