El castillo y el telef¨¦rico
La Junta Electoral de Zona ha incoado expediente sancionador al alcalde de Alcal¨¢ de Guada¨ªra por considerar que ha podido existir un exceso electoralista en el acto de cesi¨®n del castillo de Alcal¨¢. El acto, sometido a censura por el PP, consisti¨® en que hace unos d¨ªas el alcalde de Sevilla, en representaci¨®n de esta ciudad y como propietaria del castillo desde la Reconquista, ha cedido su titularidad a favor de la ciudad de Alcal¨¢ que, en este acto, estaba representada por su alcalde. Pues, bien, parece ser, a la vista de estas aperturas, que en tiempos preelectorales alcaldes uno y otro, y castillo tambi¨¦n, deben esperar a que pasen las elecciones, y no realizar excesos. Adem¨¢s, un castillo no es una vivienda de VPO, y no est¨¢ sometido a ninguna clase de urgencias. Un castillo puede esperar un poco m¨¢s para cambiar de due?o.
Y lo cierto es que no veo mal que pol¨ªticos, de uno y otro signo, fueran m¨¢s prudentes y no se emplearan tan a fondo en inaugurar en dos meses lo que no han inaugurado en cuatro a?os. Ya est¨¢ bien de teofilizar los procesos electorales; bastante hay con C¨¢diz.
Sin embargo, hay ocasiones, en que me pregunto si no ser¨ªa mejor un cambio de Ley; y respondo que s¨ª. El cambio legal, que no implica que HB se presentara a las elecciones municipales aunque algunos m¨¢s pepistas que el PP pudieran verlo, permitir¨ªa a los pol¨ªticos inaugurar, entregar castillos y torreones sin l¨ªmite. A cambio les estar¨ªa prohibido decir sandeces. En estos casos, es decir en el de las sandeces, las juntas electorales, de oficio y sin esperar denuncia alguna, abrir¨ªan expediente sancionador. Y digo que mejor este cambio porque es m¨¢s grave la tontuna de decir que se va a montar un telef¨¦rico que la de ceder un castillo que, adem¨¢s, es suyo. Y aqu¨¦lla es la ocurrencia que, en una inspiraci¨®n o dos, le ha llegado al candidato a la alcald¨ªa a Tomares. Un candidato que debe haber so?ado y, en un abrir y cerrar de ojos con sue?o incluido, ha solucionado los atascos que sufrimos qui¨¦nes vivimos en el Aljarafe. Total montas una de telef¨¦rico y problema resuelto. Es dif¨ªcil o¨ªr sandeces superiores. No es posible en buena l¨®gica y raz¨®n, y se puede entender aunque no seamos ingenieros, identificar la problem¨¢tica que tiene Granada con Sierra Nevada, y sus soluciones, con Tomares. El telef¨¦rico granadino, desde hace a?os, viene anunci¨¢ndose como una soluci¨®n a los graves problemas que plantea la Sierra; es una respuesta tur¨ªstica y medioambiental. No es el caso de Tomares. Menos a¨²n hacerse eco y copiar la soluci¨®n granadina hasta en el n¨²mero de pasajeros por cabina -3.600 en Granada y 3.600 en Tomares-, como si fuera lo mismo ir del Mulhac¨¦n a la Alhambra que darte una de blac jack en el casino de Tomares, y en ocho minutos tomarte una de anchoas en Blas Infante. M¨¢s peor: el candidato Zoido, por Sevilla y por el PP, le sigue la corriente al de Tomares. Total que se olvidan del Metro y plantean, como soluci¨®n a los problemas del transporte en el mundo mundial, el telef¨¦rico. En fin que en estas salvas, y en estas sandeces, se gastan algunos del PP en su intento de sacar votos.
Tal vez, quiero pensar, que estas tontunas son de buena fe, lo que no las hacen menos tontas, y lo que no quiere decir que pudieran no serlo. Despu¨¦s de todo, si el secretario Acebes se saca una de formularios para voto por correo por Internet, aqu¨ª se pueden sacar una de telef¨¦rico. Un telef¨¦rico que sirva para no hablar de Tablada; para no comprometerse p¨²blicamente y decir el candidato Zoido si apuesta por una Tablada verde o por una Tablada con miles de viviendas. No les viene mal que, de vez en cuando, salga un telef¨¦rico. Hay, pues, ocasiones en que se hecha de menos una ley que permita a las juntas electorales ense?ar las verg¨¹enzas de estos bobos, y no tanto, que con opciones irreales e inconscientes y con silencios conscientes quieren no mostrar la patita o el ladrillo debajo de la puerta. En estas veces, que ya son tantas, prefiero que me den una de castillo, que no una de telef¨¦rico.
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