La reventa taurina, por las nubes
En la Maestranza no quedan entradas de tendidos de sombra para toda la Feria de Abril
Cuando llega la Feria de Abril, uno de los asuntos recurrentes de esta ciudad es la reventa de la entradas para las corridas de toros. En las taquillas no hay un solo billete para los tendidos de sombra. En la calle, s¨ª, y a precios bajos, altos o desorbitados, seg¨²n la fecha y la expectaci¨®n que despierta cada festejo. Como ejemplo, ayer se pod¨ªan comprar a 100 euros entradas en tendido sol para el d¨ªa 25, cuando el precio en taquilla es menos de la mitad.
Seg¨²n cuenta Ram¨®n Valencia, uno de los dos gerentes de la plaza de toros de Sevilla, el abono vendido alcanza algo m¨¢s del 40% de la capacidad del coso: casi 6.000 localidades de las 12.500 existentes. Este abono ocupa todos los tendidos de sombra y sol y sombra, y buena parte de los tendidos de sol n¨²meros 8 y 11. Adem¨¢s, este a?o unas doscientas personas se han convertido en nuevos abonados. Estos simples datos explican que en las taquillas no est¨¦n a la venta entradas "buenas". Sencillamente, porque est¨¢n en manos de los abonados.
La plaza tiene dos tipos de clientes: el privado y el reventa oficial. De este segundo grupo forman parte 30 ¨® 40 abonados (Ram¨®n Valencia dice no recordar exactamente el n¨²mero) que cuentan con un permiso de la autoridad para revender las entradas con un 20 por ciento de aumento sobre el precio de taquilla. M¨¢s o menos, 600 localidades de la plaza est¨¢n en manos de estos reventas, que las venden en 12 puntos de la ciudad situados en locales fijos y autorizados por el Ayuntamiento. Esta es la reventa legal que, seg¨²n reconoce Demetrio P¨¦rez, delegado de la Junta de Andaluc¨ªa en Sevilla, "es un tradici¨®n justificada jur¨ªdicamente". Dicho de otro modo, consiste en darle soporte jur¨ªdico a una costumbre que contradice la legalidad.
Por otra parte, muchos clientes de la plaza son titulares de uno o varios abonos y los revenden cada a?o a particulares o reventas oficiales. Otros los reciben en herencia -gracias a un favor especial de la empresa una vez fallecido el titular- y, mediante su venta, consiguen un sustancioso beneficio para la familia.
Y el misterio para el final: ?qui¨¦n pone, entonces, las entradas en la calle muy por encima de su valor?
En pura l¨®gica, las ponen quienes las poseen, aunque nadie tira la primera piedra ante la falta de pruebas. Para Ram¨®n Valencia, no existe explicaci¨®n y delega en la autoridad la persecuci¨®n del fraude. Demetrio P¨¦rez tampoco tiene respuesta e insiste en que su responsabilidad es que desaparezca esta pr¨¢ctica.
Pero, al final, el tal fraude callejero es de peque?a factura. Seg¨²n los datos de la Delegaci¨®n de Gobernaci¨®n, en 2005 se incoaron 12 expedientes; 18 en 2006, y 9 en lo que va de 2007, con 31 localidades incautadas. Es decir, la reventa, sea cual sea su denominaci¨®n, se produce en los locales autorizados y en los acuerdos personales que aumentan de precio en funci¨®n de la oferta y la demanda.
Fuentes de la reventa -se desconoce si legal o ilegal- aseguran, por su parte, que ellos hacen un desembolso econ¨®mico muy importante, y asumen un riesgo directamente relacionado con la marcha de la feria, las inclemencias meteorol¨®gicas e, incluso, las retransmisiones de Digital+. A?aden que la reventa existe desde que se cre¨® el primer espect¨¢culo p¨²blico, que tienen clientes fijos de toda la vida que no est¨¢n dispuestos a guardar cola frente a las taquillas, y que su negocio prospera en la medida que aumenta el bienestar econ¨®mico de la sociedad.
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