Messi, la versi¨®n moderna de Maradona

Larga y pesada como se ha puesto la Liga, hay que entregarse a la Copa, un torneo divertido por cambiante, propicio para la ¨¦pica, siempre generoso con la hinchada, que se sorprende a cada partido con goles de todos los colores y sabores, dulcemente emocionante. La fiebre de la Copa favorece actuaciones solemnes como la que anoche tuvo Messi, genio y figura, protagonista de un gol que evoc¨® al que Maradona meti¨® a Inglaterra en el Mundial de M¨¦xico-86. La jugada de la pulga le consagra como el heredero del Pelusa.

Viva Messi, viva el tango, viva el f¨²tbol de calle en tiempos de playa

Reapareci¨® la mejor versi¨®n de Messi para suerte del Bar?a, que tuvo una pegada escalofriante en las botas de sus delanteros y una direcci¨®n brillante en la cabeza de Xavi. Aunque jam¨¢s dimiti¨®, ni ante el gol disuasorio de Messi, el Getafe firm¨® la goleada como quien se siente el invitado de piedra de una fiesta en honor de un jugador ¨²nico en el mundo.

Hay partidos que enga?an desde la alineaci¨®n, y el de ayer fue uno m¨¢s. Aunque la afici¨®n aguardaba a Saviola, una soluci¨®n individual a los problemas de equipo, Rijkaard recuper¨® a Gudjohnsen, tan olvidado ¨²ltimamente en el Camp Nou que se le supon¨ªa camino de Manchester o de cualquier otro club ingl¨¦s que necesite de un futbolista multiusos. No parec¨ªa la mejor soluci¨®n. Gudy, adem¨¢s, se intercambiaba el puesto con Eto'o, que part¨ªa inicialmente desde la izquierda, circunstancia que redundaba en la sensaci¨®n de que faltaba un extremo. El entrenador, al fin y al cabo, se hab¨ªa plegado a la demanda de Messi, empe?ado en atacar desde la banda derecha despu¨¦s que el domingo se aburriera en el costado opuesto por m¨¢s zurdo que sea de nacimiento. Messi reclam¨® que el encuentro pasara por sus pies y su mon¨®logo result¨® celestial desde que Jorquera le sacara un remate de gol a Casquero nada m¨¢s comenzar la contienda.

A Messi le gusta jugar de fuera hacia adentro, regatear y recortar para encarar la porter¨ªa, y no para combinar o abrir el campo. No es que sea un ego¨ªsta. Puede jugar solo o en equipo. As¨ª qued¨® constatado en el gol de Xavi, que se apoy¨® en el argentino para tirar una pared y batir a Luis Garc¨ªa con un remate tan preciso como exquisito porque con un solo movimiento realiz¨® tres maniobras distintas: control orientado, giro y definici¨®n. Por un momento, la jugada pareci¨® incluso insuperable, m¨¢s que nada porque al Bar?a no s¨®lo le costaba marcar goles en los ¨²ltimos partidos sino que apenas generaba ocasiones. Falsa impresi¨®n. A la media hora, y en un partido de Copa entre semana, con un rival especialmente elogiado por su capacidad para competir con los mejores, Messi decidi¨® reencarnarse definitivamente en Maradona y actualizar el gol del Pelusa en M¨¦xico-86. Messi es la versi¨®n moderna de Maradona.

Arranc¨® Messi desde su campo y en doce segundos elimin¨® a Paredes y a Nacho, a ¨¦ste con un ca?o, recort¨® a Alexis y a Belenguer, y cruz¨® la pelota con la derecha hacia el fondo de la porter¨ªa ante la impotencia de Cort¨¦s. Una jugada excepcional por su dificultad en la concepci¨®n y facilidad en la expresi¨®n. La conducci¨®n fue tan solemne como la aceleraci¨®n por m¨¢s que la definici¨®n resultara de una plasticidad sobrecogedora, imposible para cualquier rival. Origen y final de la jugada, Messi progres¨® con un cambio de ritmo y una velocidad incontestable para rematar sin ¨¢ngulo con la derecha despu¨¦s de sentar al meta con la zurda. Igualmente bello fue el tercer tanto porque Messi recogi¨® el centro de Deco con la derecha y se gan¨® el disparo con la zurda. Una nueva acci¨®n terminal que, sin embargo, pareci¨® poca cosa despu¨¦s del que Messi dedic¨® a Maradona.

Aunque el impacto del gol de la pulga azulgrana era incontestable, el Getafe se sobrepuso de manera excelente y cont¨® dos tantos en un abrir y cerrar de ojos ante el desespero de Rijkaard, que no entendi¨® la dimisi¨®n defensiva de su equipo, entregado a Messi. G¨¹iza no es Messi, pero sus remates son dinamita. Muy permeable, el Barcelona no atin¨® a contrarestar el juego del ariete visitante y su triunfo se vio seriamente cuestionado hasta que reaccionaron los delanteros. Gudjhonsen y posteriormente Eto'o aprovecharon las concesiones defensivas del Getafe, fuerte en el ¨¢rea rival y accesible en la propia. Ausente Ronaldinho, habr¨ªa sido imperdonable para el Barcelona que se le escapara la victoria despu¨¦s de un gol de Messi tan bello que compite con el mejor que meti¨® Maradona por m¨¢s que se sepa que una ronda de Copa nunca competir¨¢ con un partido de un Mundial. Viva Messi, viva el tango, viva el f¨²tbol de calle en tiempos de playa.

Messi (2-0, 28')