Cinco horas al sol
Los tripulantes juegan al ajedrez, leen o comen helados para no aburrirse
?C¨®mo se soportan cinco horas al sol esperando que sople el viento? Tumbados o sentados con las piernas fuera del barco, los tripulantes combaten el aburrimiento de formas diversas mientras esperan un gesto del dios Eolo. "Es aburrido. Est¨¢s todo el rato mirando las nubes y las olas buscando cualquier indicio de viento", cuenta Guillermo Altadill, trimmer del Team Germany. Mientras tanto, cada uno se distrae con lo que puede. En el equipo alem¨¢n, alguien subi¨® ayer a bordo un ajedrez port¨¢til que entretuvo al equipo. Otros aprovechan para leer. O charlar con las embarcaciones cercanas. Y muchos, la mayor¨ªa, para comer.
"Un d¨ªa normal siempre sobra comida al volver a la base. Ahora no sobra nada. Lo ¨²nico que hacemos es comer y mirar los barcos", explica Pepe Ribes, proa del Victory Challenge. En el equipo sueco varios regatistas escuchaban m¨²sica en sus ipods. "Conozco a mucha gente en el campo de regatas y hablo mucho con ellos", a?ade Ribes. "Lo que hacemos mucho es comer. Y claro, como no quemas nada, subes de peso", reconoce Altadill. "Llegan barcos de invitados y de vips y les dan bandejas de canap¨¦s. Creen que ayudan y no es as¨ª. Despu¨¦s de tres d¨ªas de regatas, algunos suben entre medio kilo y un kilo", comenta Pablo D¨ªaz Mun¨ªo, m¨¦dico del Desaf¨ªo Espa?ol. Sus rivales del Mascalzone Latino fueron m¨¢s lejos. Aprovechando el paso de una lancha de espectadores, encargaron helados para toda la tripulaci¨®n. "No les permitimos grandes excesos. Cuando empiecen a navegar, lo queman enseguida", agrega el m¨¦dico espa?ol.
El Desaf¨ªo, por si acaso, lleva a cabo un plan de preparaci¨®n f¨ªsica para mantener en forma a los navegantes. Cada d¨ªa, al regresar del mar, cumplen una hora de gimnasio. "Hemos acumulado tres d¨ªas suaves y se pierde la chispa", cuenta el m¨¦dico espa?ol. El plan incluye pesas, bicicleta est¨¢tica, remo y salto a la comba. Los navegantes del Desaf¨ªo tienen a bordo dos neveras en las que guardan barritas energ¨¦ticas y fruta. "No les puedo dar 400 gramos de arroz porque no los asimilan. La alimentaci¨®n no ha cambiado. El cuerpo est¨¢ acostumbrado a comer a las mismas horas", afirma D¨ªaz Mun¨ªo. El equipo sale a las 12.00 y una hora m¨¢s tarde come: legumbres, pasta, yogur y frutos secos. "El problema principal es el aburrimiento. Tienen los deberes hechos y no pueden competir. Uno duerme, otro charla y otro hace bromas", dice el m¨¦dico. El argentino Juan Pablo Cadario mat¨® las horas leyendo bajo el sol una novela, y el italiano Carlo Castellano ech¨® un vistazo a la prensa de su pa¨ªs.
"Estoy acostumbrado a esperar, pero no tantos d¨ªas", apunta Altadill, el regatista en activo con m¨¢s vueltas al mundo, seis. "En las regatas transoce¨¢nicas navegas igual si hay dos o 20 nudos", explica. Como comentaba un veterano cronista italiano: "La vela es un deporte de paciencia y la Copa del Am¨¦rica a¨²n m¨¢s. Estamos acostumbrados a esperar. S¨®lo los novatos se ponen nerviosos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.