Hermano mayor

EL SCOOPY SALI? en 1984 y sus ruedas altas (16 pulgadas) cambiaron el concepto cl¨¢sico de los esc¨²teres. En cambio, su est¨¦tica poco convencional no despert¨® tanto entusiasmo. El camino hacia el ¨¦xito empez¨® en Barcelona, donde desbanc¨® a los esc¨²teres de toda la vida, y poco a poco se extendi¨® a otras ciudades para convertirse en un icono del paisaje urbano.

El esc¨²ter de Honda ha evolucionado t¨¦cnicamente, manteniendo intacta su filosof¨ªa: sencillez, comodidad, econom¨ªa, fiabilidad y un toque elegante. Las grandes ruedas mejoran la seguridad, porque es m¨¢s estable que los modelos de rueda peque?a. Sus virtudes y personalidad han logrado que sea un modelo pionero y un estandarte imitado por la competencia, como confirman las ventas: hay m¨¢s de 75.000 circulando en Espa?a.

El Scoopy 300i sigue fielmente las l¨ªneas de sus hermanos, pero es m¨¢s grande y avanzado, y ofrece m¨¢s espacio para piloto y pasajero. Cuesta 4.699 euros y aspira a triunfar en las cilindradas medias, igual que han hecho las versiones peque?as en las inferiores.

MEC?NICA EFICIENTE El motor del Scoopy 300i es un nuevo monocil¨ªndrico de cuatro tiempos y cuatro v¨¢lvulas con refrigeraci¨®n l¨ªquida y una moderna inyecci¨®n electr¨®nica que rinde 27,2 CV a 8.250 vueltas. Incluye cambio autom¨¢tico con variador y embrague centr¨ªfugo, cumple las normativas de emisiones m¨¢s exigentes y sorprende por su ajustado consumo.El bastidor es multitubular, est¨¢ fabricado en acero y monta un c¨¢rter que hace de basculante, como es habitual en los esc¨²teres. La suspensi¨®n delantera incluye una horquilla convencional y la trasera lleva dos amortiguadores hidr¨¢ulicos. Los frenos son de disco en ambos ejes y act¨²an de forma coordinada. La pinza delantera tiene tres bombines y si se pulsa la maneta izquierda, frenan las dos ruedas, pero en la delantera s¨®lo act¨²a un bomb¨ªn. En cambio, al apretar la maneta derecha, s¨®lo act¨²a el freno delantero con los dos bombines restantes.

BUEN COMPORTAMIENTO

El 300i conserva la posici¨®n del Scoopy, muy natural, con los brazos muy c¨®modos, las piernas poco flexionadas y un suelo plano muy pr¨¢ctico para llevar objetos. El motor es de una suavidad y finura exquisitas, suena muy poco y apenas vibra. Responde con una aceleraci¨®n constante y en¨¦rgica al salir en los sem¨¢foros, pero es siempre muy progresivo. Y si hay que frenar fuerte por alg¨²n imprevisto, responde de maravilla. Adem¨¢s, se desenvuelve con una agilidad sorprendente entre los coches, gracias a una direcci¨®n muy precisa y un radio de giro ajustado.

Cuando se sale de la ciudad no se queda corto y exige ir atento al veloc¨ªmetro porque puede mantener ritmos que superan de largo los l¨ªmites legales. Responde con br¨ªo al adelantar y tiene una estabilidad sobresaliente en terrenos virados, en parte por el buen funcionamiento de las suspensiones. Pero lo mejor es cuando se llena el dep¨®sito, porque siempre sorprende que gaste tan poco, apenas cuatro litros cada 100 kil¨®metros.

El Scoopy 300i re¨²ne muy buenos argumentos para conquistar su hueco en el mercado, pero presenta tambi¨¦n algunas carencias. La capacidad de carga es muy justa y en el hueco del casco s¨®lo cabe uno tipo jet y por los pelos. Y tiene una protecci¨®n aerodin¨¢mica mejorable. Al menos, su completa lista de accesorios permite resolver estos fallos e incluye una pantalla alta y un ba¨²l de carga muy espacioso.