Melilla: alerta, no p¨¢nico

Dicen que Melilla es un potencial objetivo terrorista de los fan¨¢ticos de Al Qaeda, varios de los cuales se inmolaron la pasada semana en Casablanca. Dicen que los l¨ªderes de la organizaci¨®n han hecho un llamamiento a la "reconquista" de esta ciudad de unos 66.000 habitantes, el 40% de ellos, musulmanes. Dicen que su ¨ªntima proximidad con Marruecos hace que el peligro sea mayor en este pedazo de tierra que en otras ciudades de Espa?a. Todo eso dicen. Pero un recorrido por los 12 kil¨®metros cuadrados que conforman Melilla no denota sensaci¨®n de inseguridad ni un sentimiento de agobio entre sus vecinos.

Lo m¨¢s visible del supuesto reforzamiento de la vigilancia se traduce en unas patrullas de la Guardia Civil que hacen controles aleatorios, y en el cierre reciente, mediante vallas y camiones, del per¨ªmetro de la Comandancia General y alguna otra instalaci¨®n oficial. Al caer la noche, los centinelas de la Polic¨ªa Militar miran con cierto recelo a los transe¨²ntes que se aproximan a alguno de estos edificios. Poco m¨¢s.

El director de la Guardia Civil cree que la plantilla policial es adecuada, pero con aspectos a mejorar

La colaboraci¨®n con Marruecos es r¨¢pida y fluida, y permite tener informaci¨®n sobre sospechosos

"Aqu¨ª en Melilla hay el mismo riesgo de atentado islamista que en Madrid o Barcelona", comenta un mando policial. "?Por qu¨¦ va a ser mayor el peligro? ?Porque diariamente entran desde Marruecos unas 20.000 personas y entre ellas pudiera colarse alg¨²n terrorista? Es posible. ?Pero cu¨¢ntos miles de musulmanes viven en Madrid o en Barcelona?", prosigue el mismo funcionario.

M¨¢s o menos lo mismo vino a decir el pasado mi¨¦rcoles el director general de la Polic¨ªa y la Guardia Civil, Joan Mesquida, quien asegur¨® en Melilla que no se deber¨ªa crear alarmismo entre la poblaci¨®n "porque entonces los terroristas estar¨ªan consiguiendo su objetivo". Mesquida confirm¨® que en esta ciudad norteafricana hay decretado el nivel de alerta 2, "que es importante, pero es intermedio", y que eso no significa m¨¢s que "una medida preventiva" que s¨®lo entra?a una mayor vigilancia en los pasos fronterizos con Marruecos.

Mandos de la Guardia Civil agregan que la colaboraci¨®n con las autoridades marroqu¨ªes es ahora "r¨¢pida" y "fluida", lo que permite disponer de informaci¨®n sobre movimientos de personas sospechosas de tener relaci¨®n con grupos islamistas.

Quiz¨¢ el temor es mayor, pero se intenta alarmar a la poblaci¨®n. Quiz¨¢ la vigilancia estriba m¨¢s en agentes de polic¨ªa, Guardia Civil y CNI, discretos y de paisano, que ejercen un control invisible. Qui¨¦n sabe...

Cada d¨ªa, a primera hora, unos 20.000 marroqu¨ªes cruzan a pie los puestos fronterizos con Melilla. La mayor¨ªa llegan cargados de fardos y paquetes de mercanc¨ªas para vender. Cuando regresan horas despu¨¦s lo hacen tambi¨¦n cargados de productos. La Guardia Civil y la polic¨ªa han incrementado los controles. "?Que si puede colarse alg¨²n terrorista por aqu¨ª? Lo vemos dif¨ªcil", comenta un guardia, que duda de que el peligro llegue por esta v¨ªa. La convivencia entre marroqu¨ªes y melillenses es estrecha y los melillenses musulmanes est¨¢n integrados.

En la ciudad conviven personas de cuatro religiones (cristiana, musulmana, hebrea e hind¨²) sin aparentes roces. No obstante, los vecinos de un barrio han pedido al im¨¢n de una mezquita que baje el volumen de la llamada a la oraci¨®n, porque les molesta. Y el im¨¢n les ha hecho caso. En Melilla apenas se escucha el canto del almu¨¦dano. Varios musulmanes vestidos a la occidental, congregados alrededor de un tetera en una c¨¦ntrica cafeter¨ªa, asegura que no perciben ning¨²n recelo. "?Por qu¨¦ nos van a tener miedo?", se pregunta uno de ellos.

Hace 10 meses, dos subsaharianos murieron al intentar saltar la alambrada espinosa que separa Melilla de Marruecos. Murieron por disparos de kal¨¢shnikov de la polic¨ªa marroqu¨ª, seg¨²n un oficial de la Guardia Civil. Desde entonces, los incidentes se han reducido al m¨ªnimo. "Los datos de los ¨²ltimos tiempos ponen de manifiesto unos resultados espectaculares; no s¨®lo por el refuerzo de la valla, sino por las buenas relaciones con Marruecos", afirmaba Mesquida, seg¨²n el cual la plantilla policial de la ciudad aut¨®noma es "adecuada", aunque hay aspectos "que conviene reforzar".

De vez en cuando suena una sirena policial. Nadie le da importancia. Posiblemente es un patrullero que se dirige a solventar un peque?o incidente callejero. Lo mismo sucede cuando una patrulla militar corta la circulaci¨®n para permitir el paso de tres carros blindados que salen de un acuartelamiento. Nadie se extra?a. "Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa nos pongan una bomba los terroristas de Al Qaeda. Sabemos que hay una amenaza espec¨ªfica sobre esta ciudad, pero no vamos a vivir aterrados", comenta una diputada socialista, originaria de Castilla y Le¨®n, que lleva m¨¢s de 20 a?os afincada en Melilla.