El CNI y la polic¨ªa alertan de la creciente actividad de los nuevos aliados de Al Qaeda
Al Qaeda en el Magreb, el nuevo aliado de Osama Bin Laden en el norte de ?frica, est¨¢ presente y activo en Espa?a en el terreno de la financiaci¨®n, el proselitismo y reclutamiento de terroristas para Irak y las nuevas bases de entrenamiento en el Sahel, seg¨²n se?alan los ¨²ltimos an¨¢lisis de los servicios de inteligencia remitidos al Gobierno. Espa?a y Francia son los dos pa¨ªses m¨¢s amenazados y penetrados por este grupo yihadista. Las fiscal¨ªas francesa y espa?ola trabajan en un estudio conjunto sobre su financiaci¨®n.
Espa?a y Francia son los m¨¢s amenazados y penetrados por un grupo argelino que act¨²a aqu¨ª desde hace una d¨¦cada
Las fiscal¨ªas espa?ola y francesa investigan juntas la financiaci¨®n de los salafistas y sus activas redes en Europa
Al Qaeda est¨¢ aglutinando en el Magreb a todos los grupos 'yihadistas' del norte de ?frica, lo que multiplica el peligro
"Hemos impedido m¨¢s atentados, pero eso crea la falsa sensaci¨®n de seguridad"
La polic¨ªa reconoce que sabe muy poco de este grupo y que la prevenci¨®n es dif¨ªcil
Tras la oleada terrorista en el Magreb, este grupo est¨¢ considerado la principal amenaza para Espa?a porque aglutinar¨¢ y absorber¨¢ al Grupo Isl¨¢mico Combatiente Marroqu¨ª (GICM), al Grupo Isl¨¢mico Combatiente Libio, a los movimientos tunecinos y a otros sat¨¦lites, seg¨²n pronostican los analistas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la polic¨ªa. En su opini¨®n esa alianza en una "corriente ¨²nica" multiplicar¨¢ su peligro.
La uni¨®n es una de las obsesiones de los salafistas argelinos, seg¨²n destac¨® su dirigente Abu Musab Abde I Wadud el pasado 13 de septiembre. "Quedarse fuera de esta alianza no tiene disculpa... La umma [comunidad] isl¨¢mica no puede vencer a sus enemigos si no es capaz de renunciar a sus diferencias y de apreciar el valor que posee la uni¨®n frente al enemigo... De ellos [los muyahidin] debe partir la uni¨®n... ?Es razonable que los muyahidin permanezcan dispersos?".
El reciente comunicado de los yihadistas argelinos en el que se atribuyeron la matanza del pasado d¨ªa 11 en Argel a?ade un nuevo factor de riesgo, la posibilidad de que este grupo transforme su retaguardia espa?ola en vanguardia de ataque. "No pararemos hasta liberar la tierra del islam desde Palestina a Al Andalus", se?alaron en el comunicado colgado en sus p¨¢ginas en Internet. Ayman al Zahawiri, el n¨²mero dos de Al Qaeda, ha citado a Espa?a como objetivo en sus ¨²ltimos cuatro comunicados.
?Significa esta frase que el antiguo Grupo salafista para la Predicaci¨®n y el Combate (GSPC) va a atentar en Espa?a? Los informes del CNI y la polic¨ªa son prudentes, no descartan ninguna posibilidad, alertan del riesgo, pero aseguran que no se han detectado planes concretos de este movimiento yihadista para atacar en territorio espa?ol. "El peligro est¨¢ en que la gente del GSPC se desplace aqu¨ª para atacar. Que decidan atentar aqu¨ª. Esa es la inc¨®gnita", advierte un jefe policial antiterrorista.
El Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate, reci¨¦n rebautizado como Al Qaeda en el Magreb, est¨¢ activo en Espa?a desde hace una d¨¦cada y hasta ahora su actividad se ha centrado en la financiaci¨®n, el proselitismo y la captaci¨®n de muyahidin (combatientes) para Bosnia, Chechenia, Afganist¨¢n e Irak. Pero su alianza con Bin Laden, la rotundidad del ¨²ltimo comunicado y la reciente detenci¨®n en Reus (Tarragona) de un profesor de taekwondo de aspecto inofensivo y saludable muestran perfiles preocupantes.
"El verdadero peligro de lo ocurrido este mes en el Magreb es el GSPC argelino. Hac¨ªa ¨¦l tenemos puestas todas las miradas. Los suicidas marroqu¨ªes son gente aislada que todav¨ªa no ten¨ªan objetivos definidos. Son un peligro, pero diferente y menos organizado. Los ataques en Argel producen v¨¦rtigo. Son obra de profesionales. Ah¨ª est¨¢ Al Qaeda en estado puro" asegura el jefe policial. Se sospecha que emires (jefes) formados en Afganist¨¢n ayudan desde hace meses al GSPC en su nueva etapa de expansi¨®n.
Mbar el Jaafari, militante marroqu¨ª de este grupo, detenido el pasado mes febrero en Reus se ha convertido para la polic¨ªa en una verdadera caja de sorpresas. Las que no han trascendido son inquietantes y las conocidas no son balad¨ªes: envi¨® desde Catalu?a a 35 yihadistas a Irak y gui¨® a otros radicales hasta los nuevos campos de entrenamiento en el Sahel, una tierra des¨¦rtica de fronteras difusas y Gobiernos d¨¦biles, donde los argelinos entrenan a sus hombres en armas pesadas, qu¨ªmicas, morteros y misiles. Su alianza con bandoleros tuaregs en Tumbuct¨² y Gao (Mal¨ª) les ha servido para escapar de la presi¨®n del ej¨¦rcito argelino.
C¨¢ndido Conde-Pumpido, fiscal general del Estado, se reuni¨® la pasada semana con Alberto Saiz, el director del CNI, y horas despu¨¦s declar¨® en el Club Siglo XXI que "estamos muy cerca de una situaci¨®n peligrosa". Ahora lo explica as¨ª: "Nuestra situaci¨®n geogr¨¢fica, la excarcelaci¨®n (en Argelia) de terroristas yihadistas, la amplia colonia magreb¨ª en Espa?a, la alianza del GSPC y otros factores son un peligro ascendente. Hemos conseguido impedir que se produzcan m¨¢s atentados, pero esto puede crear una falsa sensaci¨®n de seguridad". El fiscal general tambi¨¦n augura que los grupos m¨¢s aislados "se integrar¨¢n" en el nuevo aliado de Al Qaeda en ?frica.
Javier Zaragoza, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, tiene un diagn¨®stico similar. "Est¨¢n aqu¨ª al lado, los atentados se van a reproducir con m¨¢s frecuencia y hay factores que acrecientan el riesgo de que pueda pasar algo".
"No necesito a un ej¨¦rcito, s¨®lo dos personas con cerebro, entrenadas y con nada que perder. Ellas extender¨¢n el gas y dir¨¢n adi¨®s. Dios est¨¢ con nosotros". Esta frase del tunecino Essid Sami Ben Khemais, residente en Mil¨¢n (Italia), la pronunci¨® hace siete a?os poco antes de viajar a Pamplona y Valencia para visitar a sus "hermanos" espa?oles. Despu¨¦s de aquel viaje fue detenido.
La actividad del GSPC en Europa es antigua y su penetraci¨®n en Espa?a alcanza un nivel alarmante. En 2001 la Divisi¨®n de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales (Digos) de la comisar¨ªa de Mil¨¢n elabor¨® un informe en el que concluy¨® que el territorio espa?ol es "el anillo final" del salafismo porque otros radicales del GSPC como Ben Khemais que hu¨ªan de redadas en toda Europa eleg¨ªan el territorio espa?ol como refugio. Hassan Hattab, fundador del grupo hace una d¨¦cada, y otros dirigentes del GSPC de aquella ¨¦poca atentaron contra el metro y oficinas de correos en Par¨ªs y crearon c¨¦lulas en Italia, B¨¦lgica y Alemania que fueron desarticuladas antes de que ejecutaran sus ataques.
Pese a esas ra¨ªces y a la semilla sembrada por este grupo en muchas ciudades espa?olas, la polic¨ªa reconoce que sabe muy poco del nuevo Al Qaeda en el Magreb. "Es dif¨ªcil atacar a esta gente. Es dif¨ªcil elaborar una acci¨®n preventiva. No tienen una organizaci¨®n con estructura y jerarqu¨ªa. Son c¨¦lulas sin conexi¨®n salvo la relaci¨®n personal de sus miembros. No tenemos acceso a la informaci¨®n", admite un responsable de la polic¨ªa.
Todos los jefes de la lucha antiterrorista consultados admiten que la actividad de este grupo es creciente. Primero captaban fondos, la Guardia Civil desarticul¨® en M¨¢laga a una c¨¦lula que asaltaba chal¨¦s, luego reclutaron militantes y ahora env¨ªan combatientes a Irak y a los campos de entrenamiento en el Sahel. ?Cu¨¢l ser¨¢ el siguiente paso? ?Un atentado?
Los suicidas de Casablanca se observan desde aqu¨ª con extraordinario inter¨¦s y preocupaci¨®n, por la proximidad de Ceuta y Melilla, pero el diagn¨®stico es diferente. "No ten¨ªan objetivos definidos, son todos del mismo barrio y, por lo que nos comunican los marroqu¨ªes, no tienen v¨ªnculos con Espa?a ni relaci¨®n con los atentados de Argel. No hubo coordinaci¨®n entre los dos ataques", asegura un experto antiterrorista. Y a?ade un dato pintoresco: "Se colocan el cintur¨®n de explosivos caseros desde el instante mismo en que entran en la c¨¦lula. Viven y duermen con el cintur¨®n durante semanas o meses por si aparece la polic¨ªa a detenerlos. As¨ª han logrado asesinar a un agente".
La coordinaci¨®n policial y judicial con Marruecos est¨¢ en su apogeo desde que la noche del pasado 11 de marzo, aniversario del ataque contra los trenes de Atocha, un yihadista marroqu¨ª se suicid¨® en un cibercaf¨¦ de Casablanca. "La confianza y eficacia es cada vez mayor", asegura ?ngel Llorente, el juez de enlace en Rabat. Zaragoza ha convocado en Madrid para los d¨ªas 16 y 17 de mayo a Hassan El Oufi, fiscal jefe de la Corte de Apelaci¨®n de Rabat, y a Yahi Al Hassan, fiscal antiterrorista, para analizar la situaci¨®n. Ambos hablan un perfecto espa?ol.
La polic¨ªa ha iniciado una nueva etapa de colaboraci¨®n con Argelia, todav¨ªa reticente a colaborar con Marruecos, y en Madrid se recibi¨® antes que en Par¨ªs la lista de los 2.700 yihadistas a los que el presidente Abdelaziz Buteflika amnisti¨® en 2006 en busca de la reconciliaci¨®n nacional. "Despu¨¦s de Francia tenemos la mayor colonia argelina de Europa y en proporci¨®n hemos detenido a m¨¢s personas de esa nacionalidad que a marroqu¨ªes", destaca un especialista. Desde el 11-M se ha detenido a 325 personas, de las que 148 est¨¢n en prisi¨®n. "Es la cifra m¨¢s elevada de Europa", incide Conde-Pumpido.
"?Hasta cu¨¢ndo nuestros hijos, hermanos y virtuosas y puras mujeres abarrotar¨¢n sus c¨¢rceles?", se preguntaba el emir del GSPC en su manifiesto de alianza con Bin Laden. De esas 325 personas detenidas, varias decenas son miembros del nuevo Al Qaeda en el Magreb. "?Hasta cu¨¢ndo permanecer¨¢n las tierras de los musulmanes siendo pasto de las tropas jud¨ªas, cristianas y ap¨®statas?", a?ad¨ªa su jefe Abu Musab en otra referencia que tambi¨¦n afecta a Espa?a. La presencia de nuestras tropas en Afganist¨¢n y L¨ªbano es otro riesgo que aparece en todas las evaluaciones de amenaza, en especial desde las advertencias de Al Zawahiri a los "ej¨¦rcitos de ocupaci¨®n".
"Golpearemos por Al¨¢ a qui¨¦n ¨¦l [Bin Laden] desee y cuando quiera", anunci¨® hace ocho meses el emir argelino. Nadie sabe hasta donde llegar¨¢ la fidelidad de este grupo, aunque los analistas del CNI creen que ser¨¢ total. Un movimiento internacional que ya ha captado a militantes de seis pa¨ªses distintos. ?Qu¨¦ hacer? "Prevenci¨®n, prevenci¨®n y prevenci¨®n", espeta un mando policial.
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