Sant Jordi convierte el lunes en una gran fiesta

"Nunca se sabe qu¨¦ puede ocurrir este d¨ªa, esa es la magia", aseguraba ayer el historiador Ian Gibson desde el puesto en el que firmaba ejemplares de sus Cuatro poetas en guerra (Planeta), en plena plaza de Catalunya de Barcelona. El d¨ªa de ayer era el del Libro, la festividad de Sant Jordi en Catalu?a, y, contrariamente a lo que afirma el riguroso historiador, ya empiezan a darse unas leyes cl¨¢sicas de la jornada, como ocurri¨® ayer: el centro de Barcelona y La Rambla, colapsada de gente de buena ma?ana; escuelas que han encontrado la f¨®rmula para sacar un d¨ªa a los ni?os a la calle, 5,5 millones de rosas (con novedades como unas con un tallo de 160 cent¨ªmetros y otras con la inscripci¨®n Sant Jordi 2007 en sus p¨¦talos) y unas ventas de libros por unos 20 millones de euros, que equivalen al 8% de la facturaci¨®n del a?o de las librer¨ªas y que ayer fue "de las mejores de los ¨²ltimos a?os", seg¨²n afirm¨® la presidenta del Gremio de Libreros de Barcelona y Catalu?a, Imma Bellafont.

El buen tiempo fue un aliciente para que miles de personas se lanzaran a las calles y plazas pese a ser un d¨ªa laborable

En la iniciativa 'Apadrina una paraula' ha ganado 'atzucac', que en catal¨¢n quiere decir 'callej¨®n sin salida'

Se vendieron 5,5 millones de rosas de todo tipo y color, as¨ª como libros por valor de 20 millones de euros

La novela de intriga hist¨®rica se impuso ayer entre las preferencias de la marea humana, si bien sin un t¨ªtulo demasiado destacado. Quiz¨¢ ese honor se lo llev¨® La sangre de los inocentes, de Julia Navarro (Plaza & Jan¨¦s), que se mostr¨® sorprendida este a?o al ver que 4 de cada 10 libros que firm¨®, de acuerdo con sus cifras, eran de la traducci¨®n catalana. Dentro del mismo g¨¦nero, cole¨® el best-seller del a?o pasado, La catedral del mar (Plaza & Jan¨¦s), de Ildefonso Falcones, impasible por haber casi repetido la haza?a, pero "encantado" de que su libro se lea m¨¢s ya en Espa?a que El C¨®digo Da Vinci, de Dan Brown, porque cree "que escribe mal". Quiz¨¢ ¨¦se hubiese sido el destino de El pont dels jueus (Columna), la novela del periodista Mart¨ª Gironell, de no ser porque los libreros se quedaron sin ejemplares a media ma?ana. Su semblante mostraba una perpleja alegr¨ªa: "Ha ido tan bien que ahora ya no tengo libros que firmar". El honor de ser el m¨¢s solicitado en narrativa catalana correspondi¨® a Sergi P¨¤mies, por los cuentos de Si et menges una llimona sense fer ganyotes (Quaderns Crema).

A diferencia de Gironell, quien no tuvo problemas de abastecimiento libresco fue el veterano Francisco Gonz¨¢lez Ledesma, que la semana pasada desvel¨® que era el Enrique Moriel que ha firmado La ciudad sin tiempo (Destino). A las 11.30, apenas a la media hora de ponerse a plasmar dedicatorias, ya hab¨ªa fundido dos bol¨ªgrafos y recibido la petici¨®n m¨¢s temible: que dedicara un libro con los dos nombres. "Con lo que cuesta hacerse un hueco en este oficio", bromeaba quien firm¨® con otro nombre para que no se encasillara su nuevo libro en la novela negra. Entre los habituales de la diada no falt¨® tampoco Antonio Gala, aplicado, casi sin hablar y con un ayudante incluido abriendo el libro por la p¨¢gina que iba a dedicar.

Querer encontrarse mejor consigo mismo cop¨® las preferencias a la hora de comprar ensayo. Adem¨¢s de Sebasti¨¤ Serrano (Ara Llibres), triunf¨® Jorge Bucay (RBA), el ¨²nico autor que firmaba de pie y que hac¨ªa escoger a los compradores puntos de libros con aforismos suyos que luego traduc¨ªa como si fuera un tarot. Pero fue otro consagrado, Josep Maria Espin¨¤s, quien con sus retratos recogidos en Relacions particulars (La Campana) se convirti¨® en uno de los protagonistas del d¨ªa al encabezar la lista de la no ficci¨®n catalana, perseguido por el diccionario normativo del Institut d'Estudis Catalans, que ya se puede consultar on line en la p¨¢gina web de la instituci¨®n (www.iec.cat).

El inter¨¦s por la lengua no se ci?o s¨®lo a las p¨¢ginas del diccionario, sino que lleg¨® al Ateneo Barcelon¨¦s, que present¨® los resultados de la iniciativa Apadrina una paraula, dedicada a rescatar t¨¦rminos en peligro de extinci¨®n. En Catalu?a -el proyecto tambi¨¦n se realiz¨® en Madrid- participaron 7.926 personas, que recuperaron del olvido 4.083 palabras. La m¨¢s votada fue atzucac ('callej¨®n sin salida'), en una serie que ya puede consultarse en www.reservadeparaules.com).

Bastante menos acad¨¦micos fueron dos de los libros m¨¢s vendidos de la jornada. Ambos medi¨¢ticos: el del programa de s¨¢tira pol¨ªtica de TV-3 Pol¨°nia (Columna) y Me'n vaig (Ara Llibres), del actor Pepe Rubianes, seg¨²n el orden del Gremio de Libreros. Una lista de los m¨¢s vendidos en sus establecimientos facilitada por la cooperativa Abacus, que mezclaba g¨¦neros, presentaba el libro de Rubianes en cabeza, seguido por el de Espin¨¤s.

Buen tiempo, ¨¦xito seguro

S¨®lo bast¨® que acompa?ara el buen tiempo para que la jornada repitiera el ¨¦xito de otras ediciones, aunque este a?o cayera en un antip¨¢tico lunes laboral. El de ayer fue un Sant Jordi largo en Barcelona. Las calles m¨¢s c¨¦ntricas (paseo de Gr¨¤cia, Rambla de Catalunya, La Rambla, estas dos ¨²ltimas cortadas al tr¨¢fico por la tarde) estuvieron abarrotadas todo el d¨ªa. Por la ma?ana, las recorr¨ªan sobre todo escolares y jubilados. Por la tarde, a ¨¦stos se les unieron los que sal¨ªan del trabajo para cumplir con el ritual del libro y la rosa. Algunos, incluso, un d¨ªa les sabe a poco. De nuevo, resurgi¨® el viejo debate sobre la posibilidad de celebrar Sant Jordi durante toda una semana, propuesta que Bellafont no rechaz¨® estudiar, si bien destac¨® que la postura de los libreros es que los puestos se limiten al 23 de abril, as¨ª como el descuento del 10%.

La jornada tambi¨¦n fue m¨¢s larga quiz¨¢ porque Joan Barril empez¨® a firmar libros a las siete de la ma?ana en el bar Pinotxo del mercado de la Boqueria, donde las cajas se apilaban al lado de las bolsas de hielo.

Sin saberlo, posiblemente a eso y a las m¨²ltiples an¨¦cdotas que coleccionaron los autores se refer¨ªa Gibson al hablar de lo imprevisible de Sant Jordi. As¨ª, Joaquim Pijoan, autor de Sayonara Barcelona (Proa), iba con un bol¨ªgrafo japon¨¦s que por un lado era un pincel y por otro, un fino rotulador. Javier Sierra, el autor del best-seller La cena secreta, acababa sus dedicatorias con un ex libris rojo con una S de Durero con las proporciones ¨¢ureas, mientras Luc¨ªa Etxebarria mostraba su hinchada vena de la mano derecha, cansada de firmar.

El debutante Luis Leante, ¨²ltimo premio Alfaguara con Mira si yo te querr¨¦, no daba cr¨¦dito. "Me hab¨ªan explicado c¨®mo era esto, pero no se puede contar. Desde que puse un pie en la calle, me di cuenta de que es algo que hay que vivir aunque sea una vez en la vida". S¨ª, porque puede suceder cualquier cosa.