Empieza la batalla por el centro
Sarkozy y Royal pugnan por atraerse los 6,8 millones de votantes que apoyaron a Bayrou
El candidato conservador Nicolas Sarkozy y la candidata de la izquierda S¨¦gol¨¨ne Royal arrancaron ayer la campa?a para las elecciones del 6 de mayo, las que decidir¨¢n el pr¨®ximo presidente franc¨¦s. El primero acudi¨® de buena ma?ana al palacio del El¨ªseo para recibir el apoyo del presidente saliente, Jacques Chirac, y se revisti¨® despu¨¦s con su piel de cordero para visitar un hogar para v¨ªctimas de la exclusi¨®n social. Royal se dej¨® ver un momento delante de su cuartel general. Tranquila y segura de s¨ª misma, se limit¨® a decir que la victoria era "posible". La llave del palacio del El¨ªseo la tienen los 6,8 millones de electores que el domingo dieron su voto a Fran?ois Bayrou, convertido ahora en el hombre m¨¢s cortejado de Francia. Es la batalla por el centro.
Le Pen ha anunciado que dar¨¢ el 1 de mayo una consigna "precisa" a su electorado
La segunda vuelta arranca con una ligera ventaja de Sarkozy, como se?alan las encuestas hechas el mismo domingo por la noche, pero nada es definitivo. El candidato de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) ha logrado uno de los resultados m¨¢s altos de la primera ronda de unas presidenciales, un 31,18% de los sufragios, casi 11,5 millones de votos. Royal, por su parte, ha lavado la humillaci¨®n sufrida por el Partido Socialista franc¨¦s (PS) hace cinco a?os, cuando su candidato no consigui¨® pasar a la segunda vuelta. Con el 25,87% de los votos, la socialista superaba los nueve millones de electores, por encima de la cifra que logr¨® Lionel Jospin en 1995, cuando gan¨® la primera vuelta.
Bayrou, convertido en el objeto de deseo, no habl¨®. Se reuni¨® por la ma?ana en su cuartel general parisiense con su equipo de campa?a. Poco despu¨¦s, un portavoz de la Uni¨®n Democr¨¢tica Francesa (UDF) anunci¨® que hablar¨¢ ma?ana en conferencia de prensa.
Las primeras encuestas se?alan que la mitad del electorado de Bayrou se ir¨¢ probablemente con Royal y la otra mitad con Sarkozy. Eso es en teor¨ªa, porque una de las peculiaridades del modelo electoral franc¨¦s es que en la segunda vuelta los votantes no responden exclusivamente a los argumentos pol¨ªticos, sino tambi¨¦n, y mucho, a las cuestiones derivadas de la personalidad del candidato. Se trata de un "encuentro entre un hombre [o una mujer] y el pueblo franc¨¦s", como dijo el general De Gaulle.
Los n¨²meros cantan. Royal ha conseguido que todos los candidatos de la izquierda radical le otorguen expl¨ªcitamente su apoyo (as¨ª lo hicieron en la noche electoral). Lo que convierte su 25,7% en m¨¢s de un 37%. Este apoyo masivo de la otra izquierda lo aprovecha su rival para descalificarla y para recordar a los electores centristas, a los democristianos de Bayrou, que si la votan a ella compartir¨¢n cama con los trotskistas y comunistas. [Mientras, Royal, que dijo ayer que hab¨ªa llamado a Bayrou y que esperaba su respuesta, le propuso un "di¨¢logo abierto y p¨²blico para buscar convergencias"].
Sarkozy, por el momento, no ha obtenido ning¨²n apoyo, pero desde su campo ha comenzado la operaci¨®n de seducci¨®n y acoso del centro. Dos de sus principales lugartenientes, Fran?ois Fillon y Brice Hortefeux, han llamado a Bayrou. Pero no se sabe de qu¨¦ han hablado. El ex ministro del Interior est¨¢ dispuesto a todo para atraerse a los votantes centristas. La ¨²ltima sorpresa ha sido el fichaje de Jean Luc Besson, que fuera responsable del ¨¢rea de Econom¨ªa del Partido Socialista y, por tanto, del programa econ¨®mico de Royal. Besson no pudo soportar que Royal lastimara su ego; escribi¨® un libro demoledor contra ella y ahora se ha pasado a la derecha. Desde ayer dirige un grupo de trabajo creado por Sarkozy "para las relaciones con la izquierda".
Sarkozy tiene el mismo problema a su derecha para atraer a los votantes de centro. Su discurso del ¨²ltimo tramo de la campa?a, abiertamente dirigido a robarle los votantes al Frente Nacional (FN), puede alienarle a muchos de los ciudadanos que interiorizaron el discurso de Bayrou de acabar con el enfrentamiento entre derecha e izquierda. Jean-Marie Le Pen, el gran derrotado de la primera vuelta, ha anunciado que dar¨¢ una consigna "precisa" a su electorado el 1 de mayo, cuando re¨²na a sus fieles en la plaza de la ?pera, de Par¨ªs, para conmemorar el d¨ªa de Juana de Arco. Para Sarkozy, si recibe ese apoyo, puede ser el abrazo del oso. La izquierda acoger¨ªa alborozada una declaraci¨®n que permitiera identificar al enemigo como una coalici¨®n UMP-FN.
La incertidumbre de los nuevos votantes
Fran?ois Bayrou tiene un problema. Si la mayor¨ªa de los diputados de la Uni¨®n Democr¨¢tica Francesa (UDF) prefieren apoyar a Nicolas Sarkozy, no sucede lo mismo con muchos de los ciudadanos que le han votado. Aunque est¨¢n los democristianos de toda la vida dispuestos a votar a la derecha, tambi¨¦n debe contar con los nuevos votantes (son la mayor¨ªa, dado que Bayrou ha triplicado sus votos de 2002), que tienden a la izquierda, incluso a la izquierda radical; aquellos que pensaron que el voto a Bayrou era el m¨¢s ¨²til para cerrar el paso a Sarkozy. Los sondeos apoyaban esa l¨®gica: de haber pasado a la segunda vuelta, Bayrou hubiera derrotado a Sarkozy.
?ste ha encargado al ministro de Educaci¨®n, el centrista y a¨²n militante de la UDF, Gilles de Robien, la tarea de convencer a los diputados centristas de que su futuro no pasa por girar a la izquierda, sino por pactar circunscripciones antes de las legislativas.
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