Muere Yeltsin, el destructor del ¨²ltimo imperio

Bor¨ªs Yeltsin, el primer presidente de Rusia, muri¨® ayer a los 76 a?os, v¨ªctima de un paro cardiaco. A las 15.45 horas de Mosc¨² (dos menos en la Espa?a peninsular) y en la cl¨ªnica central se apag¨® la vida de un personaje contradictorio y desmesurado, que acab¨® con el comunismo en la URSS y precipit¨® la desintegraci¨®n del ¨²ltimo imperio del siglo XX.

Tras transferir el poder a Vlad¨ªmir Putin el 31 de diciembre de 1999, Yeltsin se convirti¨® en un reh¨¦n del Kremlin y de sus familiares, que tem¨ªan la repercusi¨®n negativa de sus posibles declaraciones cr¨ªticas al r¨¦gimen que ¨¦l ayud¨® a instaurar. Fuentes que trabajaron con Yeltsin afirmaron a esta corresponsal que el l¨ªder jubilado hab¨ªa querido en varias ocasiones acudir a los estudios televisivos para pedir disculpas a sus conciudadanos por haber designado a Putin como sucesor. El intento fue atajado por su familia.

El mayor secreto de Rusia consiste en saber c¨®mo pudo Yeltsin nombrar sucesor a Putin

Algunas personas con acceso a Yeltsin dijeron haberse visto privadas de ¨¦l en los ¨²ltimos a?os. El Kremlin pas¨® a "gestionar y revisar" las entrevistas de Yeltsin, que segu¨ªa asistiendo a partidos de tenis y festejos oficiales. Ayer, Putin transmiti¨® a la familia su "m¨¢s profundo pesar" y declar¨® jornada de duelo nacional el mi¨¦rcoles 25 de abril. "Con ¨¦l naci¨® una Rusia nueva y democr¨¢tica", subray¨®.

Nacido en el seno de una familia campesina afectada por la represi¨®n estalinista, Yeltsin protagoniz¨® cinco hitos en su pa¨ªs. El primero fue la gran ruptura en el equipo reformista que pretend¨ªa instaurar un socialismo con rostro humano en la URSS. Tuvo lugar en noviembre de 1987, cuando, siendo responsable de la ciudad de Mosc¨², durante el festejo del 70? aniversario de la revoluci¨®n bolchevique, arremeti¨® contra las ambig¨¹edades del l¨ªder sovi¨¦tico y denunci¨® a los conservadores, liderados por Yegor Ligachov. De esta forma, el hombre llegado de los Urales se convirti¨® en la alternativa radical de la perestroika (reestructuraci¨®n).

Con el apoyo masivo de sus conciudadanos, Yeltsin fue elegido diputado, y despu¨¦s jefe del Parlamento ruso en 1990 y presidente de Rusia en 1991. Abandon¨® el partido comunista en 1990 y se ali¨® con las rep¨²blicas independentistas en contra del Kremlin. Propici¨® as¨ª una transferencia de poder desde las instituciones centrales, que result¨® fatal para ¨¦stas.

El segundo hito fue su determinaci¨®n ante el grupo de conjurados pr¨®ximos a Gorbachov que intentaron un golpe de Estado en agosto de 1991 para frenar la desintegraci¨®n de la URSS. La imagen de Yeltsin subido a un tanque fue el momento estelar de ese hombre que en aquel agosto tuvo en sus manos el destino de la URSS. Cuando Gorbachov volvi¨® de Crimea, donde hab¨ªa permanecido durante el golpe, todo hab¨ªa cambiado y el pa¨ªs se precipit¨® en una agon¨ªa que concluy¨® en diciembre en Bielorrusia, cuando Yeltsin y los l¨ªderes de Ucrania y Bielorrusia firmaron la sentencia de muerte de la URSS. En las Navidades, tras recibir el malet¨ªn nuclear de Gorbachov, Yeltsin se convirti¨® en el l¨ªder de una Rusia que quer¨ªa ser democr¨¢tica y no imperial.

En 1992 los rusos sufrieron los brutales efectos de una reforma econ¨®mica que liberaliz¨® los precios, dispar¨® la inflaci¨®n y redujo a cenizas los ahorros de los sectores que hubieran podido formar la clase media. Las privaciones de la "terapia de choque" est¨¢n en los or¨ªgenes del siguiente punto de inflexi¨®n, a saber, la resoluci¨®n a ca?onazos en oto?o de 1993 del conflicto con el Parlamento, que se opon¨ªa a las reformas radicales.

Las dolorosas reformas y el car¨¢cter imprevisible de Yeltsin hicieron caer en picado su popularidad, lo que fue causa de una de las heridas todav¨ªa abiertas en Rusia. En 1994, personajes pr¨®ximos al presidente le convencieron de que pod¨ªa recuperar el apoyo de cara a las elecciones legislativas que deb¨ªan celebrarse al a?o siguiente con una guerra rel¨¢mpago para someter a Chechenia, regi¨®n que gozaba de independencia desde 1991. Esto provoc¨® un sangriento conflicto cuyas secuelas a¨²n duran.

La popularidad de Yeltsin jam¨¢s se recuper¨®, pero los grupos econ¨®micos que hab¨ªan prosperado gracias a las privatizaciones quer¨ªan impedir que los comunistas ganaran las presidenciales en 1996. A cambio de financiar la campa?a del presidente, los "oligarcas" se hicieron con las m¨¢s rentables empresas rusas. En 1998, el Estado se declar¨® en bancarrota cuando no pudo pagar las obligaciones contra¨ªdas y el rublo se desplom¨®. La apuesta por Putin fue consecuencia del callej¨®n sin salida en el que Yeltsin hab¨ªa metido al pa¨ªs.

El secreto mejor guardado de Rusia son los detalles sobre c¨®mo pudo Yeltsin confiar su sucesi¨®n a un funcionario del KGB, despu¨¦s de haber sido tan belicoso contra esta instituci¨®n cuando aspiraba al poder. Una de las explicaciones subyace en las garant¨ªas dadas por Putin de no llevar nunca a los tribunales a Yeltsin o a su familia.