"Toda la vida juntas"
Dos hermanas octogenarias, una de ellas discapacitada, murieron aplastadas en el mismo cuarto
Sentada en un banco del Convento de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, Julia Aguado lloraba ayer amargamente. A¨²n no le hab¨ªan confirmado oficialmente nada, pero se tem¨ªa lo peor: que bajo los escombros del edificio siniestrado, el del n¨²mero 4 de la calle Gaspar Arroyo, estuviesen sepultadas su madre, Julia Montes, de 84 a?os, y su t¨ªa ?ngela Montes, de 86. "Ayer mismo habl¨¦ con mi madre y estaba tan rebi¨¦n, es una pena que haya terminado as¨ª. Era una luchadora y con mucho trabajo sac¨® la familia adelante al quedarse viuda", lamentaba Julia Aguado entre l¨¢grimas.
Su madre y su t¨ªa viv¨ªan en el 2? B del bloque n¨²mero 4, el mismo que la explosi¨®n convirti¨® en escombros. "No es justo. Era ella la que cuidaba de mi t¨ªa ?ngela, que de ni?a sufri¨® una meningitis y era discapacitada. Llevaban toda la vida juntas. Mi padre muri¨® atropellado por un coche cuando yo ten¨ªa tres a?os y desde entonces ella viv¨ªa con su hermana". "Un t¨ªo m¨ªo tambi¨¦n vivi¨® con ellas en el mismo piso hasta que muri¨® hace cuatro a?os, y otro m¨¢s muri¨® ahogado", comenta. "Mi madre, pese a la edad, estaba muy bien y le gustaba ir todos los d¨ªas a jugar a las cartas al centro de la tercera edad del barrio", recuerda.
"O¨ª una explosi¨®n y el edificio empez¨® a crujir", recuerda una vecina del bloque
Dram¨¢tico result¨® el testimonio de los amigos de Rosa Riol Balb¨¢s, una estudiante de FP de 19 a?os que result¨® muerta por la explosi¨®n y que estaba pasando esa noche en la casa donde viv¨ªa su novio, Josu¨¦, y la madre de ¨¦ste, Ana Isabel Amor Rojo, de 35 a?os. Carlos, el hermano de Rosa, se encontraba anoche destrozado en el tanatorio Virgen de la Pe?a. La familia es origniraia de Ampudias, un pueblo al norte de Palencia. Josu¨¦, de 18 a?os, permanec¨ªa ayer ingresado en al Unidad de Cuidados Intensivos. Su madre falleci¨® en la explosi¨®n.
Seis de las siete seis v¨ªctimas hasta la 01.15 eran mujeres y sus edades oscilaban entre los 20 de Rosa y los 91 de una mujer identificada por los forenses y cuyas iniciales son L. M. A. A esa hora los equipos de rescate sacaban de entre los cascotes el cuerpo sin vida de un var¨®n.
Yuliana Herrera, la esposa de Eduar, el rumano de 24 a?os que a las 02.00 permance¨ªa desaparecido, declar¨® en el hospital: "Me despert¨¦ entre los escombros, no o¨ª ninguna explosi¨®n". Ella se salv¨® pero su marido permanec¨ªa desaparecido. Dorm¨ªan en habitaciones separadas.
"O¨ª una explosi¨®n y el edificio empez¨® a crujir", contaba ayer Mar¨ªa del Carmen Madrigal, vecina del bloque m¨¢s pr¨®ximo al afectado. "Sal¨ª a la calle y todo era humo negro y fuego, y entre los escombros vi a un chico que sangraba por un pie", coment¨® con los ojos enrojecidos.
Mar¨ªa del Carmen vive con su esposo, Emilio Salgado, de 55 a?os, y dos hijas en el bloque n¨²mero 6 de la calle Gaspar Arroyo. Emilio contaba que, a pesar de que las ventanas estaban casi cerradas, pudo ver "como un rel¨¢mpago e inmediatamente se escuch¨® un estruendo". "Me puse un pantal¨®n y sal¨ª a buscar a mi madre, que vive en el bloque de enfrente. Cuando llegu¨¦ estaba muy asustada, en bata, la cog¨ª y la llev¨¦ al hospital", afirma. "Me asom¨¦ a la ventana y todo estaba negro de humo, casi no pod¨ªa respirar", a?adi¨® Mar¨ªa del Carmen.
Otro de los afectados, Francisco Javier Lozano, vive en una calle adyacente a la del siniestro. Oy¨® la explosi¨®n, se puso el pantal¨®n y acudi¨® corriendo a casa de sus suegros, que viven en el bloque n¨²mero 3, 1? B, enfrente del siniestrado. "Tem¨ªa que estuvieran bajo los escombros. Por fortuna no fue as¨ª, los dos estaban levantados y temblando. Para llegar a ellos tuve que pasar por algo que parec¨ªa el infierno", describe. Su suegro, Jaime Guti¨¦rrez, de 71 a?os, se despert¨® de madrugada y se puso a ver la televisi¨®n: "Cuando me asom¨¦ a la ventana y vi que el edificio de enfrente ya no estaba, me puse a temblar. Parec¨ªa el fin del mundo".
Informaci¨®n elaborada por Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez, Lloren? Mart¨ªnez y Laura Cantalapiedra
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