¡°S¨®lo quiero saber por qu¨¦¡±

Los padres de Eva Blanco Puig, la joven de 16 a?os que fue violada y asesinada en Algete el 20 de abril de 1997, s¨®lo tienen un objetivo en la vida: ver la cara del homicida, que a¨²n no ha sido detenido. Esta d¨¦cada ha supuesto mucha angustia y sufrimiento, pero aseguran que no cejar¨¢n en ning¨²n momento hasta ver al asesino condenado a la m¨¢xima pena posible. "S¨®lo quiero ponerme delante y que me conteste por qu¨¦, por qu¨¦ le hizo eso a mi ni?a", dice con furia la progenitora. Dos millares de vecinos se ofrecieron a hacerse la prueba de ADN, pero la juez no lo autoriz¨®. El caso sigue abierto.

"El que lo hizo es un cobarde. Tuvo el valor de matar a una ni?a indefensa, pero ha sido incapaz de entregarse", a?ade la madre. "S¨®lo vivo para saber c¨®mo es su mirada. Si se hubiera entregado, ya habr¨ªa salido libre y nosotros habr¨ªamos descansado", concluye Olga.

Los hechos se remontan a la noche del s¨¢bado 19 de abril de 1997, cuando Eva Blanco sali¨® con unos amigos. Ten¨ªa previsto regresar a las once de la noche para sacar a Bud, su perro samoyedo, junto con su madre. "Me extra?¨® no o¨ªrla y hacia la medianoche llam¨¦ a sus amigas. Me dijeron que hac¨ªa mucho que se hab¨ªa ido a casa", comenta Olga Puig. Esa tardanza la puso muy nerviosa y decidi¨® llamar a su marido, gruista de profesi¨®n. ?ste, un sobrino suyo que es polic¨ªa municipal y el padre de una amiga salieron a buscarla. Miraron en portales, en contenedores, en cubos de basura, en el parque... Entonces decidieron ir a la una de la madrugada a la Guardia Civil a denunciar la desaparici¨®n de Eva.

"La contestaci¨®n del guardia civil de la puerta no se me olvida. Me dijo que a esas edades los chavales estaban drogados y que estar¨ªa en cualquier portal tirada", comenta Olga.

A las ocho de la ma?ana del domingo, volvieron a la casa cuartel de la Guardia Civil y ya les aceptaron la denuncia. La triste noticia se supo una hora m¨¢s tarde, cuando un paseante hall¨® el cad¨¢ver de Eva. Estaba tirada sobre un bad¨¦n de una carretera que a¨²n no hab¨ªa sido abierta al tr¨¢fico. La joven iba vestida con pantal¨®n vaquero, un jersey oscuro y unas botas de monta?a. El forense determin¨® en la autopsia que muri¨® a las cuatro de la madrugada.

El gran contratiempo con el que se encontraron los investigadores fue la tromba de agua que cay¨® aquella noche. Jarre¨® durante horas, lo que hizo que muchas huellas o vestigios quedaran borrados o, simplemente, desaparecieran. Adem¨¢s, como estaba en un lugar de corrent¨ªa de aguas, en una especie de bad¨¦n, tambi¨¦n llegaron residuos procedentes de otros lados.

La autopsia dio a los investigadores dos pistas fundamentales, seg¨²n reconoce un alto mando de la Guardia Civil. La joven sufri¨® un desgarro vaginal y los investigadores hallaron restos de semen. Adem¨¢s de saber que era un hombre el asesino, se ten¨ªa su perfil de ADN. La segunda pista importante fueron unos restos de fibra roja hallados en la boca de Eva. Eran de la tapicer¨ªa del veh¨ªculo utilizado para el rapto de la joven.

Pero ambas han resultado hasta hoy in¨²tiles. El ADN no correspond¨ªa a nadie cercano a Eva, por lo que los padres pidieron una prueba masiva de ADN en Algete. La Guardia Civil reserv¨® 100 millones de pesetas (600.000 euros, en la actualidad) para hacer esa prueba masiva. Un total de 2.013 vecinos dieron su consentimiento expreso para someterse a esa prueba. Pero lleg¨® la barrera judicial. La juez que instru¨ªa el caso deneg¨® esta prueba masiva. "Desde luego, si se ha hecho en otros lugares, como en Campo de Criptana, ?por qu¨¦ no se puede hacer aqu¨ª?", se pregunta Manuel.

Las fibras fueron analizadas por el Instituto Textil de Catalu?a, que resolvi¨® que era una funda de coche "muy com¨²n", seg¨²n el responsable de la Guardia Civil. "Los agentes de Homicidios se han portado muy bien. No han dejado este caso nunca", explica el padre.