El trayecto de suburbano al aeropuerto cuesta dos euros desde hoy

La l¨ªnea 8 del metro llega ya a la terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Ser¨¢ a partir de las 15.00 de hoy. La ampliaci¨®n del recorrido, con 2,5 kil¨®metros, permite acceder a cualquiera de las cuatro terminales sin bajar del suburbano y llegar desde Nuevos Ministerios a la T-4 en menos de 20 minutos sin hacer transbordo, seg¨²n la Consejer¨ªa de Transportes. De momento, no se pueden facturar desde Nuevos Ministerios los equipajes destinados a la T-4.

El trayecto a todas las terminales cuesta desde hoy dos euros, el doble de la tarifa normal. Hasta ahora llegar a la T-1, T-2 y T-3 costaba la mitad. Quedan exentos del sobreprecio los usuarios con abono transporte y los trabajadores del aeropuerto. La ampliaci¨®n, concluida tras un a?o de obras, ha costado 58,5 millones de euros.

La T-4 empez¨® a funcionar en febrero de 2006 con el problema de que no se pod¨ªa llegar en metro. La pol¨¦mica entre el Ministerio de Fomento y la Comunidad de Madrid ha sido una constante en toda esta obra. Y el objeto de m¨²ltiples reuniones entre la ministra, Magdalena ?lvarez, y la presidenta regional, Esperanza Aguirre. El enfrentamiento comenz¨® en marzo de 2004, cuando Francisco ?lvarez-Cascos (PP) dej¨® de ser ministro, al cambiar el signo pol¨ªtico del Gobierno central.

Cuando Aguirre asumi¨® la presidencia en oto?o de 2003, entre los compromisos asumidos por su predecesor, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, encontr¨® el proyecto para ampliar la l¨ªnea 8 y conectar las tres terminales hist¨®ricas con la T-4, que ser¨ªa inaugurada casi dos a?os despu¨¦s.

Un largo desencuentro

Aunque Aguirre no hab¨ªa incluido este proyecto en su programa electoral, pronto lo tom¨® como propio. Hasta el punto de que lo sac¨® a informaci¨®n p¨²blica, lo someti¨® a estudio de impacto ambiental y, en los Presupuestos Generales de 2004, incluy¨® este plan. Pero llegaron las elecciones de marzo de 2004 y el socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero form¨® gobierno. Y comenzaron los desencuentros. Ambas administraciones discrepaban sobre qui¨¦n ten¨ªa la responsabilidad de construir los 2,5 kil¨®metros entre las terminales.

Aguirre reclam¨® al Gobierno central que asumiera el coste del metro a la T-4, con el argumento de que hab¨ªa que unir dos estaciones situadas en los terrenos del aeropuerto. Aseguraba que era una competencia de Aeropuertos y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA), dependiente de Fomento. Olvid¨® que, entre ambas estaciones, en la misma l¨ªnea, hay una parada en el casco urbano de Barajas. A ella se agarraba el ministerio para argumentar que el metro es una competencia regional y, por tanto, era Aguirre la que deb¨ªa pagar la infraestructura.

Al final, una reuni¨®n entre la ministra y la presidenta regional zanj¨® la pol¨¦mica. Aguirre acept¨® asumir la obra y privatiz¨® la l¨ªnea durante 20 a?os. Por eso, el viaje al aeropuerto cuesta el doble que en el resto de la red.